Insignias: la clave para entender los distintos grupos que luchan en Siria
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Desde que la guerra civil de Siria comenzó, hace seis años, decenas de fuerzas han pugnado por el dominio. Ahora, muchas de ellas en el este del territorio se han unido para luchar contra Estado Islámico, con el apoyo de los Estados Unidos, y se las conoce como las Fuerzas Democráticas Sirias, aunque todavía llevan las insignias individuales de sus milicias. La mayor de ella es la conocida como Unidades de Protección Popular, o YPG, y sus contrapartes femeninas, o YPJ, con cerca de 25,000 miembros, que se distinguen mediante sus insignias de rojo y amarillo brillantes, algunas de las cuales muestran el rostro de su fundador, el nacionalista kurdo Abdullah “Apo” Ocalan, encarcelado por Turquía por cargos de terrorismo. Otras fuerzas que luchan contra los militantes en el este de Siria incluyen el Ejército Libre Sirio, el Ejército Revolucionario y el Consejo Militar Sirio, o MFS.
Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés):
Una alianza de unos 55,000 combatientes, aproximadamente la mitad de las milicias kurdas, luchan contra Estado Islámico con el apoyo de los EE.UU. El grupo lucha para recuperar la autodeclarada capital del ‘califato’ de Estado Islámico, Raqqah. Pero algunos ya han afirmado que su foco se está desplazando al sureste, hacia la estratégica ciudad de Dair Alzour. Las fuerzas del presidente sirio, Bashar Assad, han luchado allí con el respaldo de Rusia e Irán. No está claro qué posición tomarán los EE.UU. si el SDF choca con el ejército sirio y sus aliados.
Unidades de Protección Popular (YPG):
YPG, la milicia más grande de las Fuerzas Democráticas Sirias, fue fundada como el brazo armado del Partido de la Unión Democrática Kurda, al que las autoridades turcas acusaron de estar vinculado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, considerado un grupo terrorista por Turquía y los EE.UU. El fundador del PKK, encarcelado de por vida por Turquía, es idolatrado por los luchadores del YPG, quienes han colocado su imagen en esquinas, plazas, puestos de control, escuelas y oficinas. Muchos sostienen que luchan por su visión socialista de un mundo gobernado por una confederación de consejos locales.
Unidades de Protección de Mujeres (YPJ):
El ala femenina de las Unidades de Protección Popular es una fuerza kurda también inspirada por Ocalan. Su filosofía, detallada en el libro “Jineology”, se basa en la igualdad de género y la noción de que el éxito de una sociedad depende del trato que da a sus mujeres. Según esta filosofía, las unidades paramilitares kurdas y los consejos políticos locales que apoyan son dirigidos conjuntamente por líderes masculinos y femeninos. Las mujeres sirven en combate y han muerto en la primera línea, peleando contra Estado Islámico. A menudo llevan pañuelos con flores, al igual que los hombres del YPG, y calcetines con dibujos.
Ejército Sirio Libre:
Esta milicia de oposición respaldada por los EE.UU. pelea contra Estado Islámico como parte de las Fuerzas Democráticas Sirias. Se estima que tiene cerca de mil combatientes en Raqqah y unos 2,500 al norte de Dair Alzour, tal como señaló Abu Imad, comandante en Raqqah.
Fuerza de Autodefensa Siria:
Reclutado por las autoridades kurdas para defender el norte de Siria, el grupo se compone de tropas locales y multiétnicas. Los reclutas entrenan durante casi un mes con las YPG. Algunos jóvenes intentan eludir su reclutamiento huyendo a Irak y Siria, pero si son capturados por la policía kurda, conocida como Asayish, pueden ser obligados a prestar servicio.
Consejo Militar Sirio (MFS):
Una milicia pequeña, con sólo 2,000 combatientes, muchos de ellos miembros de la minoría cristiana asiria en el este de Siria, el MFS ha establecido presencia en Raqqah occidental y atrajo a combatientes voluntarios de los EE.UU. y otros países occidentales, quienes llegaron allí para apoyar a los cristianos como minoría religiosa.
Asayish, o policía kurda:
La Asayish, encargada de mantener a Estado Islámico fuera de ciertas áreas, a menudo trabaja con los militares para erradicar las células durmientes y confrontar a militantes. El oficial Haval Mirwan se desempeña en un área al oeste de Raqqah y lleva una insignia que honra a su hermano de 36 años, Bilind (a la izquierda) y su amigo Navi Sheraman, de 20. Ambos fueron soldados kurdos asesinados hace dos años en la lucha contra Estado Islámico. Mirwan se había marchado a Alemania en ese momento, pero regresó para pelear. “No me iré hasta que Daesh caiga”, afirmó, empleando las siglas en árabe de Estado Islámico.
Este mes, sus oficiales capturaron a un militante disfrazado de mujer que deambulaba entre la multitud vespertina en una calle muy transitada de Mansoura, un área 10 millas al oeste de Raqqah, que ha estado supuestamente libre de Estado Islámico durante un mes. Mirwan sospecha que el combatiente era un espía o que planeaba atacar. “Ahora que lo atrapamos, quizás envíen a alguien más para que lleve a cabo la explosión”, expuso.
Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.
Traducción: Valeria Agis
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