Dicen adiós a activista que también era soldado en Ucrania - Los Angeles Times
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Dicen adiós a activista que también era soldado en Ucrania

Una mujer se arrodilla junto al féretro del activista y soldado ucraniano Roman Ratushnyi
Una mujer se arrodilla junto al féretro del activista y soldado ucraniano Roman Ratushnyi durante su servicio memorial en Kiev el 18 de junio del 2022. Ratushnyi murió en una batalla cerca de Izyum, donde tropas rusas y ucranianas pelean por el control del área.
(Natacha Pisarenko / Associated Press)
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Amapolas, las flores rojas que cubrieron los campos de batalla de las dos guerras mundiales en Europa, fueron depositadas el sábado sobre el féretro de otro soldado muerto, esta vez en otra guerra europea, en Ucrania.

Entre los centenares de dolientes por Roman Ratushnyi, de 24 años, estaban amigos que protestaron junto con él durante meses de manifestaciones que derrocaron al presidente prorruso en 2014 que, como él, se alzaron en armas cuando Moscú lanzó la invasión de su vecino en febrero.

Su corta vida simbolizó la de las generaciones posteriores a la independencia en Ucrania que están sacrificando sus mejores años por la causa de la libertad. Primero, con resistencia y decenas de vidas contra la brutal policía antimotines durante las protestas en la plaza Maidán de 2013-2014 y ahora con armas y más vidas contra las tropas rusas.

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“¡Los héroes nunca mueren!”, gritaron amigos, familiares y admiradores cuando el féretro de Ratushnyi era colocado en una carroza fúnebre en una plaza de la capital ucraniana, ahora decorada con tanques y vehículos blindados rusos destruidos. Sus chasis calcinados contrastaban con las cúpulas doradas de una catedral adyacente en que los sacerdotes habían cantado rezos por Ratushnyi, que era muy conocido en Kiev por su activismo cívico y ambiental.

Desde la plaza, centenares de personas caminaron en silencio detrás del féretro hacia Maidán Nezalézhnosti, o Plaza de la Independencia. La vasta plaza en el centro de Kiev debe su nombre a los tres meses de protestas que culminaron con el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich en 2014 y que ayudaron a avivar el despertar patriótico y político de los ucranianos nacidos tras la independencia de 1991.

Ratushnyi tenía “un corazón lleno de amor por Ucrania”, afirmó Misha Reva, en uniforme de soldado y quien viajó desde el frente de la guerra para decirle adiós al amigo a quien conoció en Maidán en medio de las protestas. Ratushnyi tenía entonces 16 años, Reva apenas veintitantos. Fue Ratushnyi quien le presentó a Reva a la mujer que ahora es su esposa, también en la plaza.

Mientras se celebraba el funeral en el centro de Kiev, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy realizó un viaje al sur del país para reunirse con soldados y trabajadores de hospitales en las regiones de Mykolaiv y Odesa, frente al mar Negro. En cada parada entregó condecoraciones a decenas de personas, estrechando sus manos y agradeciendo una y otra vez su servicio.

Entre las tropas que conoció había muchas mujeres, con uniformes y chalecos antibalas. En un hospital de Odesa, otorgó el rango de general de división a la mujer que dirige las fuerzas médicas del ejército ucraniano.

“La guerra está en la primera línea, donde se encuentran nuestros soldados, nuestro ejército. Pero ustedes también están en primera línea, protegiendo nuestras vidas, ayudando a los soldados heridos, ayudando a los civiles que acuden a ustedes diariamente”, comentó Zelenskyy al personal médico civil y militar reunido en Odesa. “Estamos orgullosos de tener médicos así en nuestro país”.

El presidente también se reunió con los líderes regionales de Mykolaiv y Odesa y fue con ellos a ver los edificios destruidos en los ataques rusos que cobraron la vida de muchos civiles.

En otros acontecimientos del sábado, el primer ministro británico Boris Johnson expresó su preocupación “por el hecho de que un poco de fatiga sobre Ucrania está empezando a establecerse en todo el mundo” y dijo que Ucrania debe ser apoyada en el intento de hacer retroceder la invasión rusa para “asegurarse de que los ucranianos no se animen a buscar una mala paz, algo que simplemente no durará”.

“Sería una catástrofe que ganara Putin. Nada le gustaría más que decir: ‘Congelemos este conflicto, hagamos un cese al fuego’”, señaló Johnson. “Para él eso sería una enorme victoria. Se tendría una situación en que Putin consolidaría sus ganancias y luego lanzaría otro ataque”.

Johnson habló a su regreso de un viaje sorpresa el viernes a Kiev, donde se reunió con Zelenskyy para ofrecerle ayuda continua y entrenamiento militar.

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