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¿Qué política exterior podrá esperar el mundo de Argentina?

Una persona sin hogar duerme junto a letreros de la boleta electoral ganadora, del Frente de Todos, representado por Alberto Fernández y Cristina Fernández, el 28 de octubre en Buenos Aires. Algunos argentinos temen que Cristina Fernández intente manipular a Alberto Fernández (mismo apellido pero sin parentesco), pero él lo descarta. Los analistas afirman que debe adoptar un enfoque pragmático porque hereda pobreza y empleo, inflación y escasas reservas. (Marcos Brindicci / Getty Images)
(Marcos Brindicci / Getty Images)

Cuando su nuevo presidente asuma el mando, en diciembre, ¿qué tipo de política exterior puede esperar el mundo de Argentina?

Argentina peleó con Estados Unidos y otras naciones occidentales cuando Cristina Fernández fue presidenta. Ahora regresará al poder como vicepresidenta, después de las elecciones presidenciales del 27 de octubre pasado. A pesar de las preocupaciones, algunos analistas creen que Alberto Fernández, el presidente electo, seguirá un camino más pragmático, menos dependiente de la ideología tradicional de izquierda, en el marco de un país que lucha por revivir su economía con el apoyo internacional.

Al contabilizarse más del 96% de los votos, la ventaja es para el candidato de centroizquierda...

¿Cuál fue la política exterior de Argentina con Cristina Fernández?

Las tensiones fueron altas entre Argentina y Estados Unidos en el gobierno de Cristina Fernández. Sus diatribas contra EE.UU eran una fuente de atención frecuente en la Casa Blanca. Fernández también tenía un vínculo cercano con Hugo Chávez, el fallecido presidente de Venezuela -célebre por su sentimiento antiestadounidense- y admiraba al líder revolucionario cubano Fidel Castro.

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“Cristina estaba en el cargo en un momento en que muchos líderes de toda la región se inclinaban hacia la izquierda”, explicó Mónica de Bolle, investigadora principal del Instituto Peterson de Economía Internacional.

Cristina Fernández “hizo lo que muchos otros hicieron: tomó una línea dura con Estados Unidos, elogió la integración regional, pero nunca llegó muy lejos”, remarcó De Bolle.

El cambio de política complicará la prioridad principal de la administración en la región: derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro

Además enfureció a España al privar a la compañía española Repsol de su participación mayoritaria en la compañía de energía YPF, y fue acusada de ayudar a Irán a ocultar su presunto papel en el mortal bombardeo de un centro judío en Buenos Aires en 1994, un postulado que ella negó.

“La política exterior de Cristina, especialmente durante su segunda presidencia, se caracterizó por un profundo aislamiento, especialmente con los países occidentales”, consideró Sergio Berensztein, un analista político con sede en Buenos Aires.

Las relaciones con Estados Unidos mejoraron con su sucesor, el presidente conservador Mauricio Macri. Barack Obama visitó Argentina, donde bailó el tango en una cena de estado. Donald Trump recibió a Macri en la Casa Blanca. Los dos líderes tenían una relación personal que se remontaba a sus días como empresarios.

The newly elected Argentinian President Alberto Fernandez and his vice president, Cristina Fernández, celebrate the victory Oct. 28 in the general elections in Buenos Aires.
El presidente electo argentino, Alberto Fernández, y su vicepresidenta, Cristina Fernández, celebran la victoria, el 28 de octubre en Buenos Aires. (Mariano Gabriel Sánchez / Agencia Anadolu)
(Mariano Gabriel Sanchez / Anadolu Agency)

¿Habrá un regreso a los años de Cristina?

Algunos argentinos temen que Cristina Fernández intente manipular a Alberto Fernández (pese al mismo apellido no tienen parentesco), pero él lo descarta. Los analistas aseguran que necesita adoptar un enfoque pragmático porque hereda la alta pobreza y el empleo, la creciente inflación y la disminución de las reservas extranjeras.

“La alcancía está vacía y la demanda mundial de productos básicos, incluidas las exportaciones agrícolas de Argentina, ha disminuido, por lo que la libertad para implementar un programa populista de redistribución es muy limitada”, remarcó Christopher Sabatini, profesor de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de Columbia, Universidad de Nueva York, e investigador principal en Chatham House. “Tanto como el nuevo contexto económico nacional e internacional exigirá un acto de equilibrio económico, también lo hará en el ámbito internacional”, destacó Sabatini.

¿Qué ocurrirá con el FMI?

Alberto Fernández también necesitará negociar los términos del rescate a Argentina, de $56 mil millones, del Fondo Monetario Internacional. Eso podría obligarlo a adoptar un “enfoque a medio camino en los primeros meses”, expuso Jenny Pribble, profesora asociada de ciencias políticas en la Universidad de Richmond.

Argentina's president-elect Alberto Fernández flashes the "V" sign as he leaves the Casa Rosada presidential house Oct. 28 after a meeting with President Mauricio Macri.
El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, muestra el signo “V” -empleado por el peronismo- al salir de la casa presidencial de Casa Rosada, el 28 de octubre, después de una reunión con el presidente Mauricio Macri. (Juan Mabromata / AFP / Getty Images)
(Juan Mabromata / AFP/Getty Images)

Alberto Fernández también es visto como una figura que unificó el peronismo, el movimiento político amplio pero fragmentado, al que muchos se adhieren en Argentina.

Para continuar con ello, “puede que necesite tener especial cuidado en sus relaciones con Venezuela o Cuba”, advirtió Pribble. “Al mismo tiempo, Fernández podría utilizar las interacciones de política exterior para recordar simbólicamente a los votantes su orientación ideológica de izquierda”.

¿Buscará Alberto Fernández alianzas con la izquierda?

Sí y no. El primer viaje planeado de Alberto Fernández después de la victoria electoral del domingo fue una visita a México, donde se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador. También permanece cerca de ex líderes como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el uruguayo José Mujica. Pero las primeras señales sugieren que será pragmático, incluso si su pensamiento se inclina hacia la izquierda.

“Evidentemente, está buscando una tercera vía”, consideró Berensztein. “No está en línea con Estados Unidos, ni con Venezuela o Cuba. Es por eso que tiene una advertencia: reconoce y agradece los saludos [de los líderes mundiales], aunque rápidamente dice ‘pero’, y eso lo coloca en el centro”.

El nuevo gobierno argentino tampoco puede darse el lujo de romper el bloque comercial Mercosur, de las naciones sudamericanas, y su reciente acuerdo con la Unión Europea, así como su integración económica con Brasil, destacó Sabatini.

¿Y qué ocurrirá con Brasil?

Argentina y Brasil son las economías más grandes de Sudamérica y los miembros más grandes del Mercosur. Vecinos y enemigos en el fútbol, ambos países dependen mucho uno del otro para el comercio. Pero Fernández afirmó el domingo que Lula da Silva, archirrival del actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, está injustamente encarcelado. En tanto, Bolsonaro declaró que Argentina había “elegido mal” en las elecciones, y que no viajará allí para la asunción de Fernández.

Oliver Stuenkel, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Getulio Vargas, una universidad de San Pablo, Brasil, destacó que la animosidad apela a las alas de línea dura de sus respectivas bases de seguidores. Eso dificultará que los pragmáticos de ambos lados reduzcan la tensión, aunque eventualmente podrían manejar una relación de trabajo. “Alberto es pragmático. Él es muy diferente de Cristina. Siempre busca la estabilidad. Es un equilibrista”, remarcó Berensztein. “Tiene fuertes lazos con Lula y eso lo aleja de Bolsonaro, pero sabe que para el beneficio estratégico de Argentina, no puede pelearse con Brasil”.

Henao escribe para la agencia Associated Press. David Biller, en Río de Janeiro, y Mauricio Savarese, en San Pablo -ambos redactores de AP- contribuyeron con este informe.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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