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Las cosas que probablemente no verá el presidente Obama en Cuba

Uno de los sitios que visitará el presidente Barack Obama en su histórica visita a Cuba será el popular barrio de la Habana Vieja, el corazón de la ciudad, en cuanto a su herencia cultural e histórica.

Por esas calles han caminado presidentes, escritores, activistas y cualquier otro activista que visite la ciudad.

Ahí encontrará la famosa Bodeguita del Medio, casa del famoso mojito, una de las bebidas supuestamente preferidas por el escritor Ernest Hemingway, también de El Floridita, en donde también paraba el Premio Nobel para degustar un daiquirí.

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En la Habana Vieja se encuentra la majestuosa iglesia de la Catedral.

Pero la Habana Vieja no es solamente eso, lo es también las calles con baches, la vivienda que aglutina tres o cuatro familias, un hacinamiento terrible que expulsa a los habitantes a las calles.

Ese no será el escenario que el presidente Obama visitará.

Por muchos años, las autoridades cubanas han llevado un proceso de restauración de los edificios antiguos que han transformado este vecindario. Buenos hoteles, excelentes restaurantes y tiendas de todo tipo atraen al turismo.

“Mira, yo me tardé tres años en ahorrar para poner un baño a mi casa. Antes, tenía que compartir el baño con toda la gente que vivía en el edificio. Ahora mi mamá y yo podemos tener un lugar propio para hacer nuestras necesidades. Y mira, ojo, trabajo en el sector turismo, ¿qué le puedes pedir a las personas que viven de su retiro, con un salario que no les alcanza para nada?”, nos dice Carlos, una persona encargada de seguridad en uno de los bares de la Habana Vieja.

“No nos queda nada que hacer, o salimos a la calle a buscar el alimento vendiendo manís o cualquier cosa o nos morimos de hambre”, dice un vendedor ambulante que también reside en el edificio de Carlos.

Obama y su familia visitarán esta zona hoy y seguramente parará en alguno de los lugares emblemáticos de la Habana Vieja. Se reunirá con el cardenal Jaime Ortega, el cual facilitó las conversaciones entre EEUU y Cuba.

José Martí, una figura peleada en el exilio y en Cuba

El presidente Barack Obama rendirá un homenaje el día de hoy al héroe de la lucha independentista José Martí.

Este no puede traducirse como un simple hecho simbólico, Martí ha servido como una figura importante tanto para el gobierno de los Castro como para el exilio cubano en Miami.

“Martí representa lo que hemos estado luchando. La independencia de Cuba, lo que están haciendo los Castro es lucrar con su historia y su nombre”, dice Youdeslis Gómez, un cubano radicado en Miami desde hace ocho años.

José Julián Martí Pérez, nacido en La Habana el 28 de enero de 1853 fue un político republicano democrático, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria, llamada así a la Guerra de Independencia de Cuba. Perteneció al movimiento literario del modernismo.

Desde entonces, ha sido una figura representativa de los movimientos de emancipación popular.

Al asumir el gobierno Fidel Castro, se convirtió en la bandera de Independencia de la Revolución Cubana, pero al igual que ellos, los opositores a su régimen han establecido emblemáticamente su figura como un movimiento de resistencia desde Miami.

“Martí no pertenece a los Castro”, dice Gómez. “Ellos lo manipularon y buscan ahora ponerlo como bandera de su movimiento, los cubanos sabemos que lo están manipulando”, agrega Gómez.

El día de hoy, el presidente estadounidense, Barack Obama, rendirá homenaje al héroe cubano, lo que no queda claro, es cual de las dos corrientes asumirán este noble gesto: los opositores o los oficialistas.

‘Progreso’ pero no para todos

Después de más de 57 años de existencia de la Revolución Cubana, el reclamo del exterior a la modernización de la economía ha sido uno de los temas candentes en el mundo.

“Esto está malo, la calle está mala”, nos dice Susana, una mujer cubana en sus 40 años que no quiere que su apellido sea mencionado, que ha dependido la mayor parte de su vida en el apoyo de la famosa libreta de racionamiento para mantener a sus dos hijos.

“Nos dicen que estamos avanzando, pero hay menos productos en las tiendas para locales y para nosotros que dependíamos de eso es la muerte, porque no tenemos acceso a divisas para comprar en las tiendas donde si hay mercancías”.

Muchos han afirmado que la isla necesita abrir su economía para crecer. Sin embargo, para una gran parte de la población, que solamente se encontraba dependiendo de la ayuda estatal, no le será fácil hacer esa transición.

“Esto va a generar un rompimiento social. Si antes ya existía esa división entre los que trabajaban en el sector turismo y los demás, ahora, con la generación de tantos negocios privados, los que tienen menos recursos o no tienen familiares en el extranjero, se quedarán en la pobreza”, dice Antonio García, un académico de la Universidad de La Habana.

La libreta de racionamiento, creada por Fidel Castro en 1963, buscaba racionar equitativamente los alimentos ante la terrible escasez que enfrentaban. Ahora, con el paso del tiempo, esa libreta también se ha vuelto más flaquita, ofreciendo cada vez menos productos.

Para Rafaelito y su familia, en el exclusivo barrio de Miramar, la apertura le ha beneficiado.

“Vendíamos comida en nuestra casa de forma semiclandestina, siempre con precios de moneda nacional. El trabajo era mucho y las ganancias pocas. Ahora, con los permisos que nos han dado para abrir restaurantes privados ya pudimos abrir el nuestro, compitiendo con cualquier negocio, teniendo como clientes a empleados de embajadas, turistas y cubanos que se la están ingeniando para aprovecharse de la situación actual”, agrega el restaurantero.

Su restaurant cuenta con seis empleados y diez mesas impecablemente presentadas para atender a sus clientes. Pronto, espera tener los recursos para poner alguna otra sucursal en otras áreas de la ciudad e inclusive diversificar su negocio ofreciendo pizzas con servicio a domicilio.

“Eso está bien. A mi me gustaría poner una estética, pero… ¿cómo le hago? No tengo pa’l equipo que necesito, para los permisos, para la publicidad, para nada… Si yo tuviera un hermano en los ‘Yuma’ (Estados Unidos) y recibiera unos dólares pues la situación cambiaría, yo podría beneficiarme también”, dice Susana.

Para un segmento de la población, como ella, la necesidad de emigrar continúa siendo la única salida para mejorar su vida. Sus dos hijos crecieron y ya se encuentran en Europa. Uno de ellos, se encontraba sin trabajo y sin ingreso en la isla y ahora trabaja como camarera en un hotel de España. El otro hijo recién emigró y en los próximos meses buscará estabilizarse.

En el otro extremo está gente como Rafaelito, ellos esperan que la llegada de Obama signifique esa apertura que les permita batallar menos para conseguir las cosas que necesitan.

“Nosotros quisieramos tener un mercado en donde pudieramos surtirnos de todo lo que necesitamos los restaurantes. No estar batallando por conseguir sarténes, aceite de olivo, frutas secas, todo eso… Si lo hubiera, la vida sería muy fácil para nosotros”, agregó.

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