Parece que le gusta complicarse la vida. Eso es al menos lo que indicarÃa el hecho de que, para hacer su debut en la dirección cinematográfica, Rodrigo Prieto haya decidido ponerse al frente de una nueva versión fÃlmica de una de las novelas más celebradas de la literatura latinoamericana.
Estamos hablando de “Pedro Páramo†(1955), el emblemático libro de Juan Rulfo que sentó las bases del realismo mágico y que solo habÃa sido llevado anteriormente a la pantalla grande en 1967, mediante una pelÃcula en blanco y negro que no tuvo muchas criticas favorables, pese a contar con la participación del legendario director de fotografÃa Guillermo Figueroa.
El flamante director habló con nosotros desde su casa en Los Ãngeles, y el resultado fue la apasionante conversación que puedes ver de forma completa en el video que te ofrecemos tras este párrafo, y que aparece necesariamente condensada y editada en el texto que figura a continuación.
Como dices, la pelÃcula fue escrita por Mateo Gil, quien ha sido coautor de muchos de los guiones del gran Alejandro Amenábar. Él es español, y no me cabe duda de que tener a un español a cargo de la adaptación de una obra tan mexicana como esta puede generar descontento en algunos.
Es interesante, porque, efectivamente, los sucesos de “Pedro Páramo†son una repercusión directa de La Conquista. El personaje principal, como lo ha dicho el mismo Rulfo, es heredero de encomenderos, es decir, de españoles que eran hijos de conquistadores o de conquistadores a los que se les otorgó la tierra mexicana para explotarla, teniendo a los indÃgenas prácticamente como esclavos.
Esta adaptación es muy fiel a la novela. Hay gente que piensa que esa es la ruta equivocada cuando se trata de una obra clásica, pero en este caso, me parece que funciona estupendamente.
Me pareció un reto muy interesante mantener la esencia rulfiana y concentrarme en la interpretación que querÃa darle, en lo que habÃa de mà en sus personajes y en lo que podÃa descubrir en ellos.
Claro; cuando lees la novela, sientes el poder de los diálogos, pero no tienes la posibilidad de apreciar las expresiones de los personajes, el modo en que reaccionan ante cada cosa, y esto le da un sentido adicional al asunto entero. Para ello, tenÃas que involucrarte Ãntimamente con los mismos personajes y con los actores que los interpretan.
Anuncio
Lo que no tiene la novela es toda esta dimensión de lo que están experimentando los personajes. Fue un trabajo exhaustivo; primero, de casting, con el fin de encontrar a los actores que mejor representaran a los personajes tal y como yo los imaginaba. Ese proceso de casting, incluso con los actores que no se quedaron, fue un ensayo para mÃ.
Con Ilse Salas, por ejemplo, habÃa que encontrar cuál era la esencia de Susana, el personaje que ella interpreta; descubrir si es una locura verdadera o si es una rebeldÃa ante el patriarcado, ante el abuso de los hombres y de su padre.
Al igual que muchos clásicos del realismo mágico, “Pedro Páramo†presenta un mundo extremadamente machista, pero no para defenderlo, sino para reflejar lo que sucedÃa en los tiempos en que se desarrollaban sus relatos.
En otras ocasiones, tuvimos que poner pantallas azules y ‘set extensions’. Pero la parte más fantasmal, con los cuerpos que flotan, son de gente real a la que pusimos sobre un tornamesa gigante, y a la que se le hicieron luego correcciones digitales.
Nada de esto funcionaria si los textos no estuvieran tan bien enunciados y tan bien interpretados, y en eso tienen mucho que ver mucho los protagonistas, interpretados por Tenoch Huerta en el papel de Juan Preciado y Manuel GarcÃa Rulfo en el de Pedro Páramo. Tenoch ha estado atravesando una situación complicada, pero es grato tenerlo de nuevo, demostrando lo grande que es como actor. Y Manuel está increÃble.