Nuevo documental se sumerge en ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen
Leonard Cohen estaba en lo más profundo de su carrera cuando finalmente terminó “Hallelujahâ€. Bueno, la primera versión de “Hallelujahâ€: habrÃa muchas, muchas versiones después de todo. HabÃa pasado siete años trabajando en la letra. Sin embargo, cuando envió el álbum “Various Positions†a su compañÃa discográfica Columbia Records en 1984, el presidente Walter Yetnikoff decidió no lanzarla en Estados Unidos. El eventual himno fundamental de Cohen habÃa muerto antes de llegar al hospital.
Pero en el nuevo documental “Hallelujah: Leonard Cohen, A Journey, A Songâ€, que se estrena en cines de Estados Unidos el viernes, los directores Dayna Goldfine y Dan Gellar examinan cómo, a pesar de las probabilidades, la canción logró cobrar vida propia, en diversos grados, gracias a Bob Dylan, John Cale, Jeff Buckley y Shrek. SÃ, Shrek. Ahora, cuatro décadas después de su grabación original, es sencillamente omnipresente, una canción habitual en pelÃculas, programas de televisión y competencias de canto en todo el mundo.
El documental, interesantemente hilvanado, comienza con el final, con su última actuación en 2013 cantando “Hallelujahâ€, por supuesto, y retrocede hasta el comienzo de su carrera como compositor para rastrear cómo llegó allÃ. Se siente, de alguna manera, como dos pelÃculas diferentes: la primera parte es un documental biográfico estándar que luego cambia el enfoque a la resurrección de “Hallelujah†más allá de Cohen, antes de finalmente volver a centrar la atención en el cantautor canadiense y su triunfante gira final. Como dice el tÃtulo, es un viaje, y uno largo.
Los realizadores están enamorados de sus elocuentes entrevistados, desde Judy Collins y el compositor y arreglista John Lissauer, hasta un amigo de la infancia y su rabino Mordechi Finley. Una de las voces principales es el periodista y escritor Larry “Ratso†Sloman, quien entrevistó a Cohen muchas veces a lo largo de 30 años y cuyas cintas de esas entrevistas se usan para que Cohen hable por sà mismo. El material de archivo también es bastante extraordinario y se combina elegantemente con la música de Cohen en todo momento.
Walt Disney, Netflix, Sony Pictures y Paramount se encuentran entre las empresas que se comprometen a apoyar a las empleadas que buscan viajar para abortar.
Gran parte de la pelÃcula está dedicada a narrar el propio viaje espiritual de Cohen y su relación evolutiva con su fe judÃa, desde su poesÃa hasta sus últimos años en un centro zen en la cima de Mount Baldy. La cantante Regina Spektor se maravilla de su amabilidad en su actuación en Coachella en 2009 y dice que fue como si Cohen le estuviera enseñando a la audiencia cómo ser bueno.
Sin embargo, a pesar de todas las conversaciones y elogios por su búsqueda, esta es una pelÃcula que parece completamente desinteresada en el hecho de que Cohen es padre de dos hijos. Vemos fotos de ellos cuando eran bebés con su madre durante una mención casual de que su familia se estaba separando. Un reportero menciona a los niños más tarde, pero solo en el contexto de aclarar que su madre, Suzanne Elrod, no era de hecho la mujer sobre la que estaba cantando en “Suzanneâ€.
Puede que haya muchas razones para esto, incluida la posibilidad de respetar los deseos de sus hijos adultos o querer concentrarse en su trabajo. Pero la ausencia de cualquier reconocimiento hace que este intento de un retrato profundo y holÃstico de Cohen se sienta incompleto en el mejor de los casos. Dedica más tiempo a explicar la estética de “Shrek†que su relación con sus hijos.
O quizás simplemente ellos no formaron parte del camino hacia “Hallelujahâ€, aunque su hija tuvo un hijo con Rufus Wainwright, responsable de una de las versiones más famosas de la canción que de hecho aparece en la exitosa banda sonora de “Shrekâ€.
El documental le da mucho crédito a “Shrek†por la vida prolongada de la canción. Aunque las bandas sonoras de las pelÃculas han decaÃdo un poco como moneda cultural, es difÃcil subestimar el poder de escuchar una gran canción por primera vez en una pelÃcula.
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Sin embargo, es interesante que parece haber sido la versión de John Cale la que pasó a ser la más influyente. Cale desarmó el arreglo, tomó el piano, cantó la letra e hizo de “Hallelujah†un himno melódico. Jeff Buckley incluso dijo que aunque Cohen escribió la canción, su versión estaba inspirada en la interpretación de Cale. Parece que nadie, ni Brandi Carlile, ni Bono, ni Eric Church, canta la versión de Cohen.
En una entrevista, después de que “Hallelujah†figurara en el No. 1 (con la versión de la concursante de The X Factor Alexandra Burke), el No. 2 (Jeff Buckley) y el No. 36 (Cohen) de las listas de popularidad en el Reino Unido en 2008, Cohen dijo que pensaba que “la gente deberÃa dejar de cantarla por un ratoâ€. Sloman cree que estaba bromeando, pero a este punto eso apenas importa. La canción se volvió más grande que Cohen y parece destinada a vivir en la cultura en los años venideros.
“Hallelujah: Leonard Cohen, A Journey, A Songâ€, un estreno de Sony Pictures Classics, tiene una clasificación PG-13 (que advierte a los padres que podrÃa ser inapropiada para menores de 13 años) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por “breve lenguaje fuerte y algo de material sexualâ€. Duración: 115 minutos. Dos estrellas y media de cuatro.
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