Rodo Sayagués y Fede Ãlvarez unen nuevamente fuerzas para una secuela aterradora
Han pasado 12 años desde el estreno de “Ataque de Pánico!†[sic], un inolvidable cortometraje independiente sobre unos robots que atacaban la ciudad de Montevideo y que causó sensación mundial debido a lo bien que lucÃa y a su nivel de espectacularidad, pese a haber contado con un presupuesto de $300.
Los creadores del trabajo fueron el director y coguionista Fede Ãlvarez y el coguionista Rodo Sayagués, ambos uruguayos. Luego del arrollador éxito que tuvo la obra al ser subida a YouTube, los dos amigos de la infancia firmaron un contrato millonario por parte de Hollywood, se trasladaron a Los Ãngeles y le dieron vida a un ‘remake’ del clásico del terror “Evil Dead†que fue muy bien recibido, y en el que ocuparon nuevamente los puestos que tuvieron en el cortometraje.
Cuatro años después, aplicaron el mismo método a “Don’t Breathe†(2016), un efectivo ‘thriller’ con elementos de terror en el que unos jóvenes ladrones cometÃan el error de meterse a robar a la casa de un veterano de guerra ciego (Norman Nordstrom, interpretado por Stephen Lang) que, a pesar de sus limitaciones, terminaba dándole a los intrusos una violenta lección de vida.
Ahora, Ãlvarez y Sayagués regresan con “Don’t Breathe 2â€, una secuela que vuelve a encontrarlos como guionistas pero que, curiosamente, muestra al segundo en la silla del director, es decir, una posición que ocupa por primera vez a este nivel. En una entrevista otorgada a Los Angeles Times en Español, los sudamericanos hablaron de la modificación de puestos, de lo que buscaban con esta historia, de su trabajo con los actores, de la puesta en escena elegida y de los retos de filmar en medio de una pandemia.
Hola, Rodo y Fede. Cuéntenme por favor cómo se dio la posibilidad de hacer esta secuela y cómo se produjo el cambio de puestos en el área de la dirección.
Ãlvarez. No soy alguien que termine una pelÃcula y que quiera hacer otra enseguida, porque siento que cada pelÃcula tiene que hacer algo nuevo por el cine. SentÃa que no querÃa viajar al mismo lugar al que habÃa viajado en la primera [entrega], pero trabajamos el guion juntos, y en un momento sentà que Rodo iba a traer esa energÃa que el primer director trae a una pelÃcula, además de que él tenÃa la necesidad y las ganas de ir por allÃ. Tanto [el productor] Sam Raimi como yo decidimos que tenÃa que tomar las riendas de la historia, sobre todo porque el personaje de Norman es nuestro bebé,
Claro, porque han trabajado en otros tÃtulos que han sido secuelas o ‘reboots’, como “Evil Dead†o “The Girl in the Spider’s Web†(en el que no trabajó Rodo), pero esto, que ya es una saga, es creación estrictamente propia.
Ãlvarez. SÃ, y sentimos una gran responsabilidad de llevarla adelante, sobre todo como uruguayos, porque, para empezar, no hay muchas ‘franchises’ de terror hechas en Estados Unidos por latinoamericanos.
Rodo, ¿cómo fue para ti el reto de convertirte en director de un largometraje? ¿Qué tanta influencia tienes del estilo de Fede? ¿HabÃas dirigido algo antes, quizás un corto?
Sayagués. HabÃa trabajado en publicidad en Uruguay hace muchos años, a un nivel muy pequeño, y era algo que siempre quise volver a hacer. También hice muchos videos musicales para bandas uruguayas. Luego me dediqué únicamente a escribir con Fede. Se dio esto, y me pareció que era una oportunidad buenÃsima, dentro de un mundo que conocemos muy bien y que me resultaba muy familiar.
Al trabajar tantos años con Fede, uno aprende ciertas cosas. Fue muy divertido, desafiante y difÃcil, obviamente, porque es difÃcil hacer pelÃculas; pero también [sentÃ] mucho crecimiento, mucha expansión en muchos niveles. Y Fede siempre estuvo dispuesto a darme una mano; estuvo muy cerca durante todo el proceso. Si al ver la pelÃcula se siente una estética familiar, es porque aprovechamos a propósito el trabajo que Fede habÃa hecho en la primera [cinta] para construir algo encima; la idea nunca fue cambiarlo.
Ãlvarez. No es solamente que yo planteo una visión y Rodo la toma y la expande. La visión que yo puse en la primera ya era de los dos, como pasó también en “Evil Deadâ€, cuyo relato inventamos juntos. Mucho de lo que se vio antes en la pantalla tiene que ver con él, con sus ideas. Lo que más define la identidad de una pelÃcula es el ‘storytelling’ [narrativa], que es algo diferente al guion en sà mismo, porque es la historia que uno decide contar, y desde qué punto de vista, con qué moral. Nuestras pelÃculas son una combinación de nuestras perspectivas en todas esas cosas.
Sayagués. También tuvo que ver con rodearnos del mismo equipo que trabajó en la primera pelÃcula, incluyendo al director de fotografÃa Pedro Luque, que es igualmente uruguayo, y que trajo consigo su ojo y su estética.
Eso es curioso, porque las historias que ustedes cuentan podrán ser muy estadounidenses, pero tienen en ellas a tres uruguayos trabajando, o sea que no se han olvidado de la patria [risas].
Ãlvarez. Y hay muchos más. En la primera pelÃcula estaba el personaje de Raúl, en una camioneta, que pasaba el dato sobre el ciego, y que ahora vuelve; está interpretado por un actor uruguayo con el que trabajamos desde que éramos adolescentes. Hay un camarógrafo uruguayo también. Pedro trabaja con nosotros desde que hice mi primer comercial, a los 20 y poco. Y a Rodo lo conozco desde los 13. Somos prácticamente de la misma familia.
Esta pelÃcula se filmó en Serbia durante el momento más duro de la pandemia. Tienen que haberse dado muchos retos por ese lado.
Sayagués. Imagináte; de arranque, habÃa que hacerse el test rápido cada medio dÃa. A lo largo de un mes, nos tuvimos que hacer cerca de 80 o 100. Se convirtió en la rutina diaria. Todo era distinto, todo era nuevo: cómo comer en el set, cómo comportarnos con el equipo. Nunca podÃa haber mucha gente junta. Esto hizo que el rodaje fuera más difÃcil de lo que ya era, pero la verdad es que al poco tiempo nos acostumbramos y se convirtió en la nueva realidad para nosotros.
Soy humano, por lo que desde el primer dÃa hasta el último sentà miedos e inseguridades; y estaba también la posibilidad de que se interrumpiera el rodaje. Pero la clave no es dejar de sentir miedo, sino ordenarlo y controlarlo, y encontrar la forma de seguir adelante para lograr lo que quieres.
Stephen Lang, que ha hecho mucha televisión y teatro, no es muy conocido en el mundo del cine, pese a que estuvo en la primera ‘Avatar’. Y ustedes le han dado un papel estelar lleno de demandas fÃsicas que normalmente no se plantean a actores de su edad, aunque, claro, él parece estar en excelente estado fÃsico.
Ãlvarez. Es un gran talento y un gran amigo. Cuando invitás a un actor a un proyecto, lo que más quieres es que no se trate de un dÃa en la oficina. Hay actores que han tenido largas carreras, como la suya, y que no quieren hacer ciertas cosas o te piden más dinero, lo que te parte el corazón. Stephen lo da todo en el set y hace que el público sienta que vale cada peso que pagó por verlo en la pantalla.
Los actores latinos Pedro Pascal, Rosario Dawson, Aubrey Plaza y Paola Núñez forman parte del elenco de “Callsâ€, un experimento audiovisual que el director uruguayo Fede Ãlvarez presentará el próximo 19 de marzo en Apple TV+.
También debe haber sido difÃcil trabajar con Madelyn Grace, la niña que interpreta a la hija de Norman, Phoenix, sobre todo porque la pelÃcula tiene escenas muy brutales.
Sayagués. Ella tenÃa 11 años cuando filmamos, y a mà me sorprendió el conocimiento sobre la actuación que trajo. HabÃa estado haciendo teatro desde los 5. Nos encargamos de que [el rodaje] siempre fuera un juego para ella, y armábamos todo en ese sentido. Se divertÃa muchÃsimo; siempre estaba lista, con una energÃa impresionante. Se puso triste cuando acabamos.
Esta entrega es más exagerada en el plano del terror y del ‘gore’ que la anterior. ¿Fue algo planificado?
Ãlvarez. Ahà es donde se nota la diferencia de director. Rodo ha sido el que trae las ideas que han trascendido más en nuestras pelÃculas de terror, y yo normalmente trato de bajarlas a un lugar más PG [risas], pese a que la gente cree que es al revés. Yo sà querÃa que esto escalara a un nivel completamente fuera de control, de locura, de ver todo esto en la pantalla.
Sayagués. Cuando pienso en el final de la pelÃcula, en los últimos 15 minutos, más allá del terror, la acción y la violencia, pienso en la intensidad. Se empieza a generar cada vez más tensión, y todo termina en una erupción de emociones. A medida que avanza, la pelÃcula empieza también a ponerse más roja en términos del tratamiento del color. Cuando veo cine, me gusta que cada minuto que viene supere al anterior.
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