Tras el cambio, los Grammys serán el mismo día que los Premios del SAG, y eso es un problema

Ayer en la mañana, la Academia de la Grabación dio a conocer inicialmente de manera no oficial que, debido a las restricciones de la pandemia, no iba a llevar a cabo la ceremonia del Oscar programada para el 31 de enero, sino que la iba a posponer hasta una fecha que se anunciaría pronto.

Poco después, la confirmación llegó de la mano de un día preciso, el 14 de marzo, que si bien prometía darle a sus organizadores más tiempo en términos de planeamiento, reveló de inmediato ante los entendidos un problema bastante serio: el cruce con los Premios del Sindicato de Actores (SAG), un evento de alto perfil en el mundo del cine y la TV que, de hecho, es una suerte de preludio del Oscar en lo que respecta a las áreas de actuación.

Como era de esperarse, los encargados de esta ceremonia pusieron pronto el grito en el cielo, lanzando un comunicado en el que aseguran estar “profundamente decepcionados” por la decisión, sobre todo porque ellos anunciaron su fecha el pasado mes de julio “para darle la mayor consideración posible de planeamiento a otros shows de premiación”.

Lo más interesante (o molesto) del caso es que SAG-AFTRA comparte miembros con la Academia de la Grabación, lo que plantea de hecho conflictos de interés para los mismos, además de que este cruce es absurdo debido a que pone a competir directamente en atención y en sintonía televisiva a dos megaeventos pertenecientes a un mundo del espectáculo que, como todos sabemos, se encuentra seriamente afectado por la emergencia sanitaria.

¿Será que los organizadores del Grammy no se dieron cuenta de que la fecha ya estaba ‘tomada’ por otra actividad relevante? ¿O decidieron simplemente trasladar de todos modos su propia ceremonia a ese día contra viento y marea por causas todavía no reveladas? Seguiremos informando.