COMENTARIO. ‘Cobra Kai’ en Netflix revive la emoción y es capaz de unir generaciones en el sofá de tu casa

Este fin de semana, mi hijo me hizo una invitación para volver a revivir las dos temporadas de Cobra Kai, la serie inspirada en el éxito cinematográfico de los 80 “Karate Kid”.

Cuando ambas temporadas se estrenaron en Youtube Red, que luego pasó a ser Youtube Premium, tuve la oportunidad de ser quien invitara a mi hijo, hoy de 16 años, a que conociera esta historia. Vimos los dos primeros capítulos de la primera temporada en su computadora y de inmediato quedó enganchado. Esas dos primeras entregas eran de manera gratuita en ese servicio streaming, así que se quedó con las ganas y me pidió que le pusiera una vez más las películas en DVD que tengo atesoradas entre mis reliquias de la pantalla.

En el 2010, mi hijo tenía apenas 6 años de edad y fue cuando vió la versión que hiciera Jayden Smith y Jackie Chan ambientada en China. Al terminar de verla, lo invité a que viéramos juntos por primera las dos primeras entregas de Karate Kid. No lo ví muy emocionado ni interesado, apenas tenía seis años de edad para entender el drama y pasión de Daniel Larusso y Mister Miyagi.

Como solamente tenía en mi colección de más de tres mil películas, las dos primeras de las tres de la saga, la historia y desenlace quedó incompleta en su cabeza. Hace un mes fue que recién la pudimos ver juntos en una compra por streaming en YouTube, no sin antes haber visto las dos temporadas completas de Cobra Kai por Youtube.

Ahora con la llegada de Cobra Kai a Netflix, el interés por verla nuevamente volvió y no era para menos, revivir la historia a través del servicio streaming con más suscriptores en el mundo y disfrutarla en pantalla grande se perfilaba como algo muy tentador.

La serie Cobra Kai muestra lo que ha pasado en 30 años en la vida de sus protagonistas Daniel Larusso (Ralph Macchio) y Johnny Lawrence (William Zabka), son los mismos años que deben haber pasado desde que pude disfrutar de la saga en el cine junto a mis compañeros de karate de la organización Shuri Ryu cuando nos llevó al cine nuestro hoy fallecido sensei Jorge Guevara. El recuerdo está latente como si hubiera sido ayer. Cómo también las clases de la filosofía de nuestro estilo que nos contaba nuestro Kyoshi Rodolfo “Forry” Rodríguez y las conversaciones con nuestros compañeros en especial con el que más sabía, Marcos Orán.

Pero lo cierto es que ha pasado más de tres décadas, pero la emoción sigue intacta. Anoche precisamente le contaba a mi hijo que una de las razones por las que incluímos una parada en la isla de Okinawa en nuestras vacaciones a Japón en el 2017, fue precisamente la cinta una de las razones por las que quise vivir esa experiencia con él. En la segunda entrega de Karate Kid, Daniel Larusso y Mr. Miyagi viajaron a Okinawa para darle el ultimo adiós al padre de su maestro, pero antes del ritual funeral se encuentran con los fantasmas del pasado que hicieron que Miyagi huyera de Okinawa, incluso dejando atrás al amor de su vida.

La razón de una serie así en tiempos modernos
Muchos podrían estar preguntándose si es una buena idea haber traído a la pantalla a estos personajes que brillaron en los 80, donde la rivalidad por una chica hizo que todo terminara con una patada épica y en la historia de hoy se trata de dos tipos cuarentones que se enfrentan luego de reencontrarse en momentos muy distintos de sus vidas paralelas.

Y la verdad, si me preguntas si es una buena idea, mi respuesta es claro que sí y de eso no hay duda. Hoy Daniel es un próspero empresario en la venta de automóviles de lujo en la zona más exclusiva de Los Ángeles, tiene una hermosa esposa y una familia con dos hijos adolescentes. Samantha, la hija mayor, quiso seguir los pasos de su padre en el karate, pero su vida de adolescente y sus amigas de la secundaria le hicieron hacer a un lado esa pasión por las artes marciales. El otro es simplemente un chiquillo como muchos hoy en día que su pasión son los video-juegos, solo sabe de patadas y golpes a través de la pantalla de su tablet.

Johnny, quien creció en las colinas de Encino con su madre y su padrastro, hoy es un hombre fracasado, vive en Reseda, donde irónicamente vivió Daniel hace 30 años. Es pobre, tiene problemas de alcohol y no tiene una relación estable. Tuvo un hijo con una chica irresponsable y nunca se ha hecho cargo de su hijo adolescente llamado Robbie, quien por la falta de sus padres anda metido en problemas de malas juntas.

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La nueva entrega llegará al final de este año y llevará a Daniel Larusso de regreso a Okinawa como en Karate Kid II, mientras la expectativa aumenta por el debut de esta historia en la plataforma con más suscriptores en el mundo

Jun. 22, 2020

Por cosas del destino, sus vidas vuelven a cruzarse por medio del karate. Ellos pensaban que los problemas y enfrentamientos que tuvieron en la época de la secundaria habían quedado sepultados cuando a ambos los dejó la chica que hizo que se enfrentaran, Ali Mills (Elizabeth Shue).

En medio de clásicos musicales de los 80, la historia de Cobra Kai, literalmente cobra vida, con el desarrollo de la historia que nuevamente tiene como centro una escuela secundaria donde esta vez son sus hijos los que llevan las riendas de las acciones. Pero además de Samantha y Robbie está el verdadero protagonista juvenil Miguel (Xolo Maridueñas), un joven descendiente de ecuatorianos que es el que convence a Johnny de que le enseñe karate luego de verlo enfrentarse a los compañeros de clase le hacen bullying. Pero Johnny se niega hasta que las circunstancias lo llevan a querer revivir el dojo Cobra Kai que fue cerrado y censurado por su mala práctica del karate.

De esta manera comienza una nueva saga con flashes al pasado, con romances estudiantiles, enfrentamientos verbales y físicos, rencores de antaño, búsqueda de redención y perdón, además de acción, comedia, drama y muchas emociones para que aman las artes marciales y para los que no también.

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Relaciones de parejas como cualquiera, historia de una familia inmigrante, los problemas actuales de los jóvenes y donde el Yin Yan está presente, es decir que dentro de lo más oscuro hay algo blanco y viceversa. Y si no le queda claro es que el bueno no es tan bueno y el malo no es tan malo. Así que no crea que Daniel siempre será el bueno de la historia y Johnny no siempre será el malo.

Entonces si estabas buscando una serie para sentarse en casa con tus hijos que ya conocen la historia de Karate Kid, te recomiendo Cobra Kai, en Netflix.

En micasa funcionó porque has mi esposa y mi hija que no se sienten atraídas por las artes marciales, se vieron las dos temporadas en un solo día sin pararse del sofá.

Y si tus hijos no conocen la historia de la saga que origina todo este movimiento, te cuento que en Youtub, puedes pagar por ver las tres películas de Karate Kid y así todos se ponen al día, antes por supuesto, de la llegada de la tercera temporada de Cobra Kai este mismo año. No te la puedes perder, es la serie número uno de Netflix este fin de semana.