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Jorge García supera a ‘Lost’ con este impresionante rol en cinta chilena de Netflix

Se hizo mundialmente conocido por su papel del divertido Hugo “Hurley” Reyes en “Lost”, una de las series televisivas más recordadas de los 2000. Pero lo cierto es que, tras ese celebrado trabajo, que dejó de desempeñar en el 2010 (año en el que concluyó el programa), no tuvo la suerte de demostrar nuevamente la auténtica altura de su talento histriónico en una producción relevante.

Hasta ahora, claro, porque si el Universo es justo, luego del estreno de hoy de “Nadie sabe que estoy aquí” (“Nobody Knows I’m Here”), Jorge García tendría que ser considerado una vez más para papeles estelares y exigentes, debido a que eso es lo que hace justamente en un filme que, además, marca el debut de Chile en el rubro de cintas originales de Netflix, bajo la acertada producción del renombrado Pablo Larraín (“No”, “Neruda”).

“Recibí primero el guion de la película traducido al inglés, por lo que no sabía que iba a ser en español”, fue lo primero que nos dijo el intérprete durante una reciente entrevista llevada a cabo en la lengua oficial de los Estados Unidos. “Después me contacté telefónicamente con el director [Gaspar Antillo], y decidí aceptar la propuesta no solo porque me gustaba mucho la historia, sino porque se iba a filmar en Chile, de donde proviene una parte de mi familia”.

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A partir de hoy, puede verse a través de Netflix “Nadie sabe que estoy aquí” (“Nobody Knows I’m Here”), la primera película proveniente de Chile que ha sido financiada por la misma plataforma y que, de manera saludable, se aleja del estilo comercial y anodino de muchas producciones hechas en Latinoamérica para ofrecernos una luminosa exhibición del talento que puede encontrarse al interior de la nación sudamericana.

Pese a que nació en Nebraska, García se crio en California, donde vive todavía. Su padre era de Chile y su madre de Cuba, lo que hizo que tuviera una exposición muy diversa a la cultura latina.

“Estuve por lo general mucho más rodeado de cubanos que de chilenos, pero la verdad es que visitamos algunas veces Chile y recibimos ocasionalmente visitas de familiares de mi padre”, recordó el actor. “Y aunque escuché mucho más el acento cubano que el chileno, el español que manejo es una mezcla de todo, hasta el punto de que recién empecé a darme cuenta de qué palabras se usaban en cada uno de los dos países y cuáles no cuando fui a filmar a Chile”.

Los retos del rodaje

En más de un sentido, Memo, el protagonista de “Nadie sabe que estoy aquí”, es un personaje ideal para nuestro entrevistado, porque si bien vive en el presente del relato en la zona sur de Chile, no se crio necesariamente en América Latina (menciona vagamente a Miami), no habla mucho (lo que hizo que García se limitara a pronunciar algunas frases en español) y tiene en su pasado una carrera como cantante infantil que lo lleva a veces a entonar sentidas melodías (García ha sido visto haciendo lo mismo en diversas ocasiones, aunque nunca de modo profesional).

“Mucho de eso estaba ya definido, como si estuviera enfocado en mí mismo, pero adaptamos otras cosas luego de mis conversaciones con el director, con quien tuve una colaboración muy cercana”, retomó García. “Establecimos que Memo iba a quedarse callado en muchos momentos y que su rostro iba a ser el que expresara sus sentimientos, así como el hecho de que no iba a ser definitivamente una persona originaria de ese lugar”.

“En cuanto al canto, no he lanzado nada para el consumo del público, porque es complicado para un actor probar suerte en el mundo de la música; algo así puede convertirse fácilmente en un fracaso o ser visto como un proyecto para satisfacer simplemente tu vanidad”, argumentó. “No tengo prisa en intentarlo”.

Uno de los aspectos más interesantes de Memo es que sigue resultándonos simpático incluso después de verlo comportándose de manera agresiva o supuestamente indiferente, lo que dice mucho de la capacidad interpretativa de nuestro entrevistado, quien no se ha distinguido por hacer papeles de esta clase.

“Me he dado cuenta de que a la gente le caigo bien como actor, probablemente porque trato de hacerlo de manera muy sincera”, retomó García. “Está claro que este personaje ha tenido que cargar con un gran peso por muchos años, y eso hace que el espectador quiera verlo triunfar, aunque no hablamos específicamente de formas de reforzar su simpatía antes del rodaje”.

“En el plano físico, hubo momentos duros, como meterme en el lago, que estaba muy frío pese a que no era la temporada invernal, y cargar pieles, además de aprender a manejar correctamente el bote”, precisó. “Además, ser protagonista de una película en la que sales en todas las escenas es complicado, sobre todo cuando se trata de algo como esto, que me sacó completamente de mi zona de confort; pero la sensación posterior fue tremendamente satisfactoria”.

Lo que viene

Al igual que muchos de sus colegas, García se encuentra todavía en el limbo en lo que respecta al futuro de su carrera debido a la pandemia del Covid-19, y vio incluso interrumpido el rodaje de una película que debía filmarse en mayo.

“Es preocupante no saber cuándo se reiniciará todo y si será seguro hacerlo”, reconoció. “Soy uno de los pocos afortunados que pueden esperar hasta que sea necesario, y eso me ha llevado a ver mucho las noticias. Espero que cambien todas las situaciones que han provocado el descontento social que vivimos, pero esta vez de verdad; y parece que puede ser así debido al momento que atravesamos”.

“Sin embargo, habrá que ver primero lo que pasa en el plano de la salud, sobre todo con todas estas reaperturas tempranas [de negocios], que pueden ser contraproducentes”, concluyó. “Tenemos que estar sanos”.

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