Crítica: ¿Una ópera de Kanye West en el Hollywood Bowl? Llámelo “Nebuchadsnoozer”

Kanye West estrenó su muy esperada ópera “Nebuchadsnoozer” el domingo por la noche en el Hollywood Bowl, y el resultado fue... ¡corto! A los 50 minutos más o menos, la producción duró mucho menos de las dos horas y en cambió la espera de la audiencia fue interminable para que comenzara el espectáculo.

Pero si el nuevo proyecto de West, el último en un tramo muy ocupado después de sus actuaciones emergentes de Servicio Dominical, una película de concierto IMAX y el álbum “Jesus Is King” del mes pasado, fue sorprendentemente breve en duración, pero la escala de la misma fue muy ambiciosa.

Dirigida por la frecuente colaboradora de West, Vanessa Beecroft (y transmitida en vivo por Tidal), “Nebuchadsnoozer” contó con un elenco de cientos de bailarines, tecladistas, bateristas, músicos de cuerda, el coro del Servicio Dominical y, en el papel principal, el rapero Sheck Wes, quien lució un atuendo brillante de color índigo en marcado contraste con las túnicas de tono tierra de los otros artistas.

La historia, basada en el relato bíblico del rey de Babilonia del Libro de Daniel, claramente surgió del reciente despertar religioso de West. ¿Pero qué significaba todo? El Times envió al crítico de música clásica Mark Swed y al crítico de música pop Mikael Wood para unirse a lo que parecía una ‘casa llena’ en el Bowl el domingo, y aquí discuten lo que vieron.

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Wood: Kanye fue muy ambicioso al usar la palabra “ópera” para presentar “Nebuchadsnoozer”. ¿Era ópera?

Swed: Puedes llamar a casi cualquier cosa una ópera, aunque para la mayoría de nosotros sugiere algún tipo de trabajo dramático con música. Aún así, lo que Kanye West ha producido con su narración bíblica, el canto de coros y la recreación estilizada sugiere una obra de pasión, si es del Antiguo Testamento en lugar del Nuevo.

Wood: Correcto, básicamente, lo que vimos fue a Kanye leyendo versos de la Biblia, y de manera muy dramática, ya que su coro pronunció líneas vocales largas sin una gran cantidad de movimiento melódico. Dada la designación de ópera, esperaba más canto de un personaje principal o dos. Pero eso realmente no sucedió. Sheck Wes, quien interpretó a “Nebuchadsnoozer”, gruñó muchísimo. Pero el canto que escuchamos no me pareció especialmente “operístico”, sea lo que sea que esa palabra signifique.

Swed: Bueno, tampoco hay nada de eso en “Einstein on the Beach”, que es básicamente música instrumental repetitiva, algo de recitación y movimiento, con un sentido narrativo surrealista. Pero esto se parecía quizá a una combinación entre un servicio de amanecer de Pascua en el Bowl y el tipo de cosas que solía hacerse en el Pilgrame Theatre. Por lo tanto, al menos se ajusta al espacio históricamente. ¿Cuánto de esto, sin embargo, se parece al trabajo de West, especialmente dada la falta de rap?

Wood: Hubo conexiones. En un momento escuché un poco de su canción “Wolves”, y algunos de los arreglos corales definitivamente están en línea con lo que ha estado haciendo en sus actuaciones del Servicio Dominical. Pero no estoy seguro de que esos arreglos hicieran mucho para mostrar al coro. En Sunday Service, las voces son simplemente increíbles: fuertes, precisas, tan ágiles como atléticas y emocionales. Pero esto se sentía bastante estático. ¿Te ha impresionado el canto?

Swed: Me resultó difícil saberlo. La amplificación prácticamente borró el texto (parte del cual, creo, era latín litúrgico). Estoy de acuerdo con la sensación de que es estático. Hubiera esperado que la influencia del evangelio pudiera haber llevado a una mayor espontaneidad, pero ese fue probablemente el resultado de la rapidez con que se armó el proyecto. Pero si la simplicidad de la escritura coral parecía un fondo perfecto para la improvisación, al menos el coro tenía un fervor colectivo impresionante. Lo que estaban cantando, sin embargo, era otro asunto. ¿Podrías descubrir algo más allá de la vaga conexión con la narración bíblica?

Wood: Zilch, si esto tenía una historia, era bastante difícil de contar. Y estoy de acuerdo en que el espectáculo parecía estar hecho a toda prisa. Cuando llegué al Bowl, pude ver que los actores todavía trabajaban en algunas de las piezas del set, faltando sólo unos minutos para la hora del espectáculo. A veces, Kanye parecía estar dirigiendo frustradamente a los miembros del reparto que no parecían saber a dónde iban, casi un ambiente de “Waiting for Guffman” (film de comedia con diálogos improvisados). Kanye es famoso por no terminar proyectos hasta el último minuto posible (cuando no supera los plazos por completo). Me pregunto si es una tradición en la ópera.

Swed: Por lo general, una nueva ópera es un proyecto de varios años, por lo que la noción misma de esta ventana emergente, que parece haber estado en proceso durante un par de semanas como máximo, es extraordinaria. Pero si se remonta a los siglos XVIII y XIX, las óperas fueron un entretenimiento popular con la regularidad y la inmediatez que los programas de televisión son hoy. Vivaldi, por ejemplo, escribió alrededor de 100 óperas, junto con miles de piezas instrumentales. Trabajar rápido para los compositores significaba que todo vale, y canibalizar su propio trabajo y el de otros era común. Sólo puedes imaginar cómo eran teatralmente.

Esto probablemente fue más cercano a los viejos tiempos, al menos en esta escala. Y debo decir que la sensación de no saber qué esperar: no había programa ni libreto, West ni siquiera usaba las pantallas de video, agregó un tipo de inmediatez que nunca encontrarás en una ópera moderna. ¿Crees que esto es lo que la multitud esperaba?

Wood: Buena pregunta. Creo que los fanáticos de Kanye han llegado a esperar lo inesperado de él, aunque sospecho que la gente probablemente quería algo más personal, algo que ayudara a explicar su entusiasta abrazo del cristianismo. (Ciertamente esperaba eso). Pero tal vez le gustó la idea de salir del papel tradicional de intérprete para convertirse en compositor.

Él en realidad mantiene una presencia bastante mínima en Sunday Service; deja que el coro y sus músicos se destaquen. Entonces puedo ver esto como una evolución natural de eso. Además de la religión, por supuesto, Kanye ha estado hablando de política últimamente. ¿La figura de “Nebuchadnezzar” tiene algún tipo de resonancia política en otra parte de la ópera o la música clásica?

Swed: Lo que le faltaba a “Nebuchadnezzar” era un punto de vista fuerte u original, aparte de la mera descripción. La dirección de Vanessa Beecroft era a menudo la procesión, aunque incluía encantadores movimientos de cuerpos. Pero hay mucho más.

La fantasiosa ópera de “Nebuchadnezzar” de Verdi, “Nabucco”, tiene un fuerte mensaje político y ayudó a unir a Italia. En marzo, vi una nueva producción en Hamburgo del controvertido director ruso Kirill Serebrennikov, quien convirtió al rey de Babilonia en una figura parecida a Trump. La noche anterior en Berlín, vi la reciente ópera “Babylon” de Jörg Widmann, llena de sexo, violencia y excesos, comparando los tiempos antiguos con los nuestros.

Aquí tuvimos el ritual del ‘Burning Fiery Furnace’ (una figura alta, vestida de oro, girada como si fuera una obra de teatro de escuela), la locura del rey y todo lo demás sin ninguna interpretación. Al final, es la religiosidad de West, que pretende ser inspiradora por sí misma sin necesidad de un contexto más amplio, lo que hace que este “Nebuchadnezzar” parezca evitar intencionalmente ser “operístico” y felizmente contento, como lo hace una obra de teatro de la pasión, simplemente deletrear fuera una parábola. Finalmente, como tú, lo que extrañé fue un mejor sentido de la personalidad de West. Su lectura tenía cierto estilo. Mucho más de eso habría ayudado.

Wood: El problema para Kanye, por supuesto, es que cuando quiere serlo, es un gran rapero, por momentos divertido, profano, sentimental y energizante. Pero esto no permitió que gran parte de su talento llegara. Tal vez se quede con la ópera y ponga más de sí mismo en la próxima. Después de todo, ¿quién es más operístico que una estrella del pop?

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