El hombre que retransmitió en directo el tiroteo de Colorado provoca críticas

Un hombre que transmitió en vivo la escena del tiroteo en un supermercado de Boulder, Colorado, el lunes por la tarde, atrajo fuertes críticas de algunos y elogios de otros por sus acciones.

Diez personas, incluyendo un agente de policía de Boulder, murieron en el ataque en la tienda de comestibles King Soopers, informó la policía. Un sospechoso está detenido.

Dean Schiller estaba utilizando su teléfono móvil para grabar la actividad policial durante la situación de tiroteo activo para el canal de YouTube de ZFG Videography.

Schiller, cuyo feed atrajo a más de 30.000 espectadores mientras se desarrollaba la escena, parecía estar dentro de una escena del crimen activa y aparentemente caminaba junto a las víctimas. En un momento dado, filmó a un hombre esposado bajo custodia policial que solo llevaba ropa interior y parecía tener sangre en una de las piernas.

Schiller se identificó repetidamente como periodista. Al final fue retirado de la zona, y rápidamente fue entrevistado por reporteros de televisión y otros representantes de los medios de comunicación.

Las redes sociales se encendieron con críticas al reportaje, porque Schiller parecía pasar al lado de las víctimas sin prestarles ayuda. También se le criticó por revelar información táctica de la policía que podría haber sido vista por los sospechosos durante el desarrollo de la crisis. Las autoridades pidieron a los medios de comunicación que no revelaran información precisa.

Schiller y Jedon Kerr, que se describen a sí mismos como periodistas ciudadanos, demandaron a la ciudad de Boulder en 2019 después de que fueran arrestados y encarcelados -pero nunca acusados- por filmar en la cárcel del condado de Boulder y sus alrededores. Su abogado en esa demanda no devolvió inmediatamente un correo electrónico en busca de comentarios sobre los eventos del lunes.

El semanario independiente de Denver Westword escribió un artículo sobre la demanda en junio de 2019 en el que describía a Schiller como un entrenador personal y un vigilante de la policía.

“Sin embargo, era extremadamente importante que no infringiéramos ninguna ley ni obstruyéramos a los agentes en su trabajo”, se le citaba.

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