Expertos exigen precaución mientras los gobernadores sopesan flexibilizar medidas contra el coronavirus

Los gobernadores de todo EE.UU se han enfrentado a manifestantes armados y hasta a amenazas de muerte mientras se preguntan cómo comenzar a flexibilizar las restricciones por el coronavirus tanto para residentes como para empresas, sin crear nuevos brotes de la mortal pandemia de COVID-19.

Cuando los principales funcionarios sanitarios de la nación advirtieron que avanzar demasiado rápido podría provocar más infecciones y decesos, nuevas encuestas indicaron que los estadounidenses aprueban abrumadoramente la forma en que los gobernadores del país están manejando el brote de coronavirus, particularmente aquellos que han sido los más cautelosos.

A pesar de la presión de los manifestantes y la comunidad empresarial para reabrir la economía, casi tres cuartos de los estadounidenses aprobaron el desempeño de sus gobernadores, según una encuesta publicada por el Washington Post e Ipsos.

Los gobernadores que actuaron rápidamente para suspender la actividad en sus estados ante la pandemia y fueron cautelosos sobre las reaperturas recibieron las calificaciones más altas de sus electores: el republicano Mike DeWine, de Ohio, con un 86%; y los demócratas Andrew Cuomo, de Nueva York, con un 81%, y Gavin Newsom, de California, con el 79%.

A los gobernadores de Florida y Texas, que flexibilizaron la economía en sus estados en fases más rápidas, les fue peor, pero aún así obtuvieron altas calificaciones de más de la mitad de los encuestados de sus estados.

En Georgia, que despertó la alarma de los funcionarios de salud y la administración Trump cuando reabrió los salones de belleza, los sitios de boliche y los restaurantes, el mes pasado, el 61% de los encuestados desaprobó el manejo del brote de coronavirus por parte del gobernador Brian Kemp.

El presidente Trump, cuyo índice de aprobación fue del 43%, recibió al menos un crédito parcial por las altas calificaciones de los gobernadores.

“Recuerden esto, cada gobernador que tiene una alta aprobación en su manejo del coronavirus -y estoy feliz por todos ellos- de ninguna manera podría haber obtenido esos números, o ese éxito, sin que los gobiernos federales y yo los ayudáramos”, tuiteó el primer mandatario. “¡Desde respiradores hasta pruebas; lo hicimos posible!”.

A lo largo de la crisis del coronavirus, muchos líderes estatales han solicitado ayuda a los funcionarios federales, incluidos respiradores, equipos de protección personal y camas de hospital.

También siguen pidiendo un plan de pruebas y suministros federales, así como asistencia federal para los gobiernos estatales y locales afectados por el aumento de los gastos y la pérdida de ingresos durante la crisis.

Tal alivio fue parte de una propuesta de $3 billones presentada por los demócratas de la Cámara el martes, que también incluye pagos de estímulo adicionales de $1.200 para la mayoría de las personas.

Las pruebas efectivas y generalizadas y el rastreo de contactos se consideran esenciales para reabrir las economías de manera segura, y continúan rezagados a medida que los líderes estatales deciden qué restricciones levantar sobre los individuos y las empresas.

Se confirmó que más de 82.000 personas en EE.UU perecieron por el COVID-19, según la Universidad Johns Hopkins.

Harris Little lava el cabello de Matt Kim en 2Qute Hair Salon, en Atlanta, el 27 de abril pasado.

(Getty Images)

Trump, quien durante semanas había minimizado el riesgo del nuevo coronavirus, pidió en repetidas ocasiones el reinicio de la actividad económica, a pesar de que pocos estados parecen haber cumplido con las pautas federales para una reapertura segura, especialmente una disminución de 14 días en nuevas infecciones. El mandatario castigó a los gobernadores demócratas, alegando sin evidencia de que se mueven lentamente con fines políticos.

El Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del país, advirtió que si los estados flexibilizan sus pautas de cuidado demasiado rápido, corren el riesgo de un resurgimiento del virus. “Existe un peligro real de que se desencadene un brote que quizá no puedan controlar”, declaró Fauci durante una audiencia del comité del Senado, este martes.

Fauci testificó de forma remota porque se encuentra en cuarentena después de haber tenido contacto con un miembro del personal de la Casa Blanca que dio positivo por el coronavirus.

Varios gobernadores y funcionarios locales dieron a conocer nuevas respuestas a la pandemia, una amplia gama de estrategias que ilustran cuán diferente ha afectado el virus -y lo muy distinto que esto se percibe- en diversas partes del país.

En Georgia, Kemp alivió aún más las restricciones para restaurantes y centros de cuidado infantil. En Texas, el procurador general del estado advirtió a los funcionarios en tres condados y dos ciudades que algunas de sus restricciones locales “excedieron enormemente la ley estatal para imponer su propia voluntad a los ciudadanos y las empresas privadas”.

El gobernador de Virginia, Ralph Northam, anunció que la parte norte del estado, los suburbios de Washington, D.C., más afectados por el coronavirus, podría retrasar la reapertura hasta el 29 de mayo.

Y en California, mientras que Newsom anunció nuevas reglas que permitirán que los restaurantes, los peluqueros de mascotas y los lavados de autos vuelvan a trabajar en algunos condados, el director de salud pública en el condado de Los Ángeles advirtió que la orden de permanecer en los hogares se extenderá casi con seguridad hasta el final de julio.

Aunque el presidente ha afirmado que las infecciones por coronavirus están disminuyendo en todo el país, las tasas parecen ir en aumento en nueve estados y en Washington, D.C., informó NBC News, según un análisis interno obtenido del Departamento de Seguridad Nacional. El reporte, del 7 de mayo pasado, nombra a nueve estados adicionales y a Puerto Rico como lugares a vigilar.

Miles de personas están contagiando la infección en los sitios de trabajo, según otro análisis efectuado por Associated Press. Los 15 condados en todo el país con las tasas de infección per cápita más altas entre el 28 de abril y el 5 de mayo son hogar de numerosas plantas de procesamiento de carne y aves, o cárceles, según AP.

Además, los científicos están monitoreando una nueva forma en que el virus afecta a los niños, un desarrollo que podría tener repercusiones en la reapertura de las escuelas en otoño.

Aunque originalmente se les consideró en gran medida como inmunes al virus, en más de una docena de estados hay niños que han sido diagnosticados con una infección por coronavirus que deriva en una respuesta de shock tóxico en sus cuerpos, lo cual resulta en la inflamación de los vasos sanguíneos y problemas cardíacos.

En Nueva York, tres menores murieron y unos 100 fueron diagnosticados. “No es momento de alardear, no es hora de volverse arrogante. Este virus nos ha engañado a cada paso del camino”, afirmó Cuomo durante su sesión informativa diaria.

“Hemos estado detrás de él desde el principio, y todavía nos sorprende. Inicialmente pensamos que no afectaba a los niños; ahora lidiamos con un problema que es muy inquietante”.

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