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Agente del LAPD que confrontó a un grafitero fue asesinado en un puesto de tacos

El joven oficial fuera de servicio estaba comiendo con amigos cerca de un puesto de tacos en Lincoln Heights, después de la medianoche del sábado, cuando vio a alguien garabateando una pared.

Le pidió a la persona que dejara de hacerlo, pero ello sólo desencadenó una serie de eventos por los cuales hoy los oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles lamentan la muerte de uno de los suyos, mientras intentan dar con el asesino.

Según las autoridades, un grupo de jóvenes se acercó al oficial, Juan José Díaz, poco después del intercambio de palabras acerca del graffiti, y comenzó a amenazar al joven policía, de 24 años, a su novia y a los dos hermanos de la chica. Uno de los hombres levantó su camisa para mostrarles una pistola.

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Las autoridades dijeron que el estado de alerta sigue activo.

Díaz y sus amigos intentaron subirse a su automóvil y alejarse rápidamente para evitar una confrontación violenta, señaló una fuente. Pero, cuando ingresaron al vehículo, el hombre armado abrió fuego, hiriendo de muerte a Díaz y lastimando a uno de los hermanos de su novia.

Un testigo asistió a un oficial motorizado del LAPD, quien encontró a los dos hombres con heridas de bala alrededor de la 1 de la madrugada en Avenue 26 y Humboldt Street, expuso la policía. Díaz fue declarado muerto en el lugar; el otro joven fue trasladado a un hospital para su atención. Con sólo dos años en la fuerza, Díaz había sido asignado recientemente a la Oficina de Normas Profesionales.

Tres personas involucradas en una pelea familiar en Disneylandia a principios de este mes han sido acusadas de agresión y otros delitos, dijeron los fiscales el martes.

El hombre armado reclamó su lealtad a los Avenues, una pandilla antiguamente poderosa pero que perdió su control sobre el vecindario en la última década, y dijo que Díaz y su grupo estaban en su territorio, afirmó la fuente que pertenece a las autoridades. Los patrulleros rodearon la escena después del tiroteo y bloquearon las calles mientras los detectives iniciaban una investigación centrada en los pandilleros y sus vínculos. Nadie ha sido arrestado todavía por el ataque del sábado.

Una camioneta con el cuerpo de Díaz condujo en procesión desde la escena del crimen a la oficina del forense -ubicada a una milla de distancia, en Mission Road- donde fue recibida por una improvisada guardia de honor de agentes del orden que bordeaban la calle. Los oficiales saludaron a la camioneta, que además fue escoltada por varios patrulleros de la policía de Los Ángeles, mientras pasaba. El sábado por la tarde, cerca de una docena de seres queridos de Díaz se reunieron sombríamente para almorzar en el césped fuera de su casa, pero se negaron a hablar con los periodistas.

Cómo la sangrienta campaña de la pandilla MS-13 se derramó en San Fernando Valley High.

El alcalde Eric Garcetti consideró que el asesinato de Díaz es “un recordatorio impactante de los peligros que enfrentan los agentes del LAPD a cada momento mientras usan la insignia”, y ofreció sus condolencias a su familia y amigos. “Están experimentando una pérdida que nadie debería tener que sufrir, en circunstancias que nos indignan a todos”, aseveró Garcetti en un comunicado. “Mi promesa es que los abrazaremos, los acompañaremos en cada paso del camino, y nunca nos cansaremos hasta encontrar y procesar a los crueles responsables de esta horrible tragedia”.

El jefe de la policía, Michel Moore, estaba de vacaciones fuera del país, cuando mataron a Díaz, pero mediante un tuit pidió “el apoyo de nuestra comunidad para encontrar al asesino”.

El gobernador Gavin Newsom también emitió una declaración, en la que afirmó que “como estado, debemos hacer más para poner fin a estos actos sin sentido, que siguen cobrando vidas. Se lo debemos al oficial Díaz, de 24 años, y a todos los californianos”.

El jefe Michel Moore quiere reforzar dramáticamente la fuerza de voluntarios del LAPD, formada para patrullar los vecindarios y disuadir los crímenes contra la propiedad.

El sábado por la noche, decenas de oficiales y simpatizantes asistieron a una vigilia para Díaz, frente a la sede del LAPD en 1st Street, frente al Ayuntamiento, en el centro de L.A. “Esta noche nos reunimos para honrar a un hombre que se dedicó a nuestra ciudad: una persona cuya pasión era Los Ángeles”, tuiteó el LAPD. “Hubo abrazos y lágrimas, pero mantuvimos nuestras frentes en alto para rendir homenaje a la dedicación [de Díaz] a algo superior a sí mismo. Esta noche, nuestra sede central se enorgullece de poner toda su atención en Juan”.

La policía no reveló ninguna información sobre los involucrados en el asesinato del oficial. En tanto, los investigadores hablaban con múltiples testigos y seguían reuniendo evidencia de la escena, incluidos los videos de las cámaras de vigilancia del vecindario.

La pandilla de Avenues consideró durante mucho tiempo a Lincoln Heights y otras partes del noreste de Los Ángeles como ‘su territorio’. El grupo se arraigó en la década de 1950 -su nombre deriva de las avenidas que cruzan la Figueroa Street- y ganó atención nacional en 1995, cuando varios de sus miembros abrieron fuego contra un automóvil que giró por error en un callejón de Cypress Park, en un hecho que acabó con la vida de una niña de tres años, Stephanie Kuhen. La pequeña se convirtió en un símbolo nacional de la violencia aleatoria.

Si bien su dominio en el área disminuyó significativamente en la última década con la baja del delito, la pandilla sigue siendo influyente; se sabe que tiene fuertes lazos con la mafia mexicana, una fuerza dominante en las prisiones de California.

Los Avenues estuvieron involucrados en varios delitos graves entre 1995 y 2001, señalaron las autoridades, como dispararle a un chico de 15 años que montaba en bicicleta; abrir de una patada la puerta de la casa de un hombre de 21 años y pegarle un tiro mortal en la cabeza, y arrojar a una mujer de su bicicleta y amenazar al esposo de ésta con una navaja.

Los Avenues también fueron responsables de una serie de ataques mortales contra afroamericanos en la década de 1990 y principios de los 2000. Los fiscales federales alegaron que el objetivo era expulsarlos de la comunidad, predominantemente latina.

El grupo también estuvo vinculado con el asesinato de un oficial del sheriff, en 2008, cuando el vecindario era un punto central de la actividad de pandillas. En ese caso, un grupo de pandilleros confundió al oficial con un miembro de un clan rival.

Juan Abel Escalante, quien tenía tres hijos pequeños y fue descrito como alguien que había superado las probabilidades de crecer en un vecindario plagado de pandillas, fue asesinado a tiros en el exterior de la casa de sus padres, en Cypress Park, mientras se preparaba para ir a trabajar en la Cárcel Central de Hombres, donde vigilaba a algunos de los presos más peligrosos del condado. Escalante estaba ajustando el asiento portátil para niños en un vehículo cuando recibió un disparo en la parte posterior de la cabeza.

No obstante, los residentes afirmaron este sábado que el barrio se ha transformado desde entonces.

Poco después del asesinato de Escalante, en 2008 y 2009, las acusaciones federales enviaron a la cárcel a más de 140 miembros de los Avenues. Una combinación de medidas cautelares contra esos grupos delictivos, investigaciones policiales y residentes más dispuestos a denunciar moderaron el accionar de la pandilla en la zona.

El distrito industrial ahora alberga estudios de cine y danza, un gimnasio Muay Thai y cocinas industriales. En un amplio complejo de apartamentos ubicado cerca de la escena del crimen del sábado viven personas mayores y familias con niños pequeños.

Los residentes afirmaron que se sienten seguros al caminar en la noche, cuando Avenue 26 se transforma en un mercado de comidas al aire libre, con puestos de tacos y música de cumbia y hip-hop.

Peter, quien se negó a dar su apellido debido a la naturaleza del crimen, visitó el puesto de tacos dos veces el viernes por la noche, una vez para él y en la segunda ocasión para comprarle a su sobrino. El hombre vio agentes del orden y se sintió seguro.

Cindy Chang, reportera de planta del L.A. Times, contribuyó con este artículo.

https://ukobiw.net/california/story/2019-07-27/an-lapd-officer-sees-someone-tag-a-wall-and-is-shot-now-police-mourn-as-they-search-for-a-killer?fbclid=IwAR2thEIyapCh_5AOFaeRF09n2QIFHbCnrdbKmaZ6JODYgJKxAtWcp--utOY

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