La restricción en las políticas de asilo de Trump sólo causará más problemas en la frontera - Los Angeles Times
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La restricción en las políticas de asilo de Trump sólo causará más problemas en la frontera

Una multitud de personas en dirección norte se alinean en el Puerto de Entrada de San Ysidro a EE.UU. (Los Angeles Times).
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El último esfuerzo del presidente Trump para deshacer la ley de asilo de EE.UU prohíbe el refugio a los migrantes que atraviesan cualquier otro país antes de ingresar a Estados Unidos. A partir del martes, sólo los inmigrantes a quienes les han negado oficialmente sus pedidos de asilo en otro país o que han sido víctimas de un grave tráfico de personas pueden solicitarlo en Estados Unidos si han viajado a través de cualquier otro país.

La regla probablemente evitará la gran mayoría de las solicitudes de asilo. Independientemente de su legalidad, la norma es una mala política. Si se implementa como lo prevé el presidente, se crearán problemas peores que los que ya existen.

El lunes había confusión entre los migrantes que se dirigían al norte en Tijuana, luego del último intento de la administración Trump de prohibir que prácticamente todos los extranjeros soliciten asilo en Estados Unidos.

El principal problema que se supone debe abordar la norma es el gran número de personas que ingresan ilegalmente al país a lo largo de la frontera suroeste con México, pero este cambio de regla no reducirá significativamente el número de inmigrantes que cruzan. Los alentará a esconderse, haciendo que sea menos probable el ser atrapados.

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Anteriormente, la gran mayoría de solicitantes de asilo, familias y niños no acompañados buscaban a agentes de la Patrulla Fronteriza y se entregaban para poder recibir una audiencia de asilo. En lo que va de este año, el 70% de las “detenciones†de la Patrulla Fronteriza fueron personas que no intentaban evadir la detección del gobierno de Estados Unidos, según Kevin McAleenan, Secretario de Seguridad Nacional Interino.

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Eso es asombroso. A principios de la década de 2000, casi todos los que cruzaron la frontera intentaron infiltrarse en el país. Hoy en día eso se ha convertido en un problema relativamente menor. El número de detenciones que se producen dentro de una milla de la frontera ha explotado desde 2012 porque los inmigrantes no hacen ningún esfuerzo por evitar el contacto con el gobierno.

Los inmigrantes en gran medida han dejado de ingresar escondiéndose porque tienen una expectativa racional de que recibirán asilo después de un largo proceso judicial. Aproximadamente a 1 de cada 5 se le otorgará asilo. Incluso si sus reclamaciones fracasan, pueden vivir y trabajar legalmente en este país durante años, mientras que el proceso se desarrolla sin tener que realizar los recorridos más peligrosos necesarios para evitar a los guardias fronterizos.

Mientras los rumores de redadas aumentaban, LAPD trató de tranquilizar a la comunidad. ICE discrepó con la respuesta.

Desde una perspectiva de seguridad, este sistema está lejos de ser ideal. Pero en general, es mejor que la alternativa. Procesar a los solicitantes de asilo sin duda requiere tiempo y recursos. Sin embargo, en lugar de tener que perseguirlos y detenerlos por la fuerza, los agentes pueden hacerlo pacíficamente como si estuvieran esperando en la aduana del Aeropuerto Internacional de Los Ãngeles. Esto es más seguro para los oficiales y los inmigrantes.

Los indocumentados que solicitan asilo reciben exámenes médicos, verificaciones de antecedentes y determinaciones de la credibilidad de sus solicitudes de refugio. El gobierno de Estados Unidos tiene la oportunidad de eliminar y deportar rápidamente a los delincuentes. Quizá por esta razón, la Patrulla Fronteriza se encuentra con muchos menos criminales a lo largo de la frontera suroeste. El asilo está efectivamente permitiendo que los agentes de patrulla se enfoquen en el elemento criminal, otro beneficio de la perspectiva actual.

El proceso de asilo también permite al gobierno descartar a aquellos que no considera “creíbles†(casi una cuarta parte de los solicitantes en 2019). En última instancia, esta evaluación les da más control sobre quién ingresa al país que cuando la gente simplemente entra clandestinamente, algo que el gobierno de Trump dice querer. Incluso con el riesgo de ser negado rápidamente, los inmigrantes siguen favoreciendo lo legal en lugar de lo ilegal.

Bajo la prohibición de asilo, el cálculo debería cambiar rápidamente. De repente, los inmigrantes no tendrán ninguna razón para buscar agentes fronterizos, por lo que muchos más intentarán infiltrarse en EE.UU. Es probable que el resultado sean más entradas ilegales y no registradas. Los oficiales pueden ser forzados a situaciones más peligrosas mientras persiguen a los indocumentados que huyen. Además de que los migrantes se cruzarán en lugares más peligrosos, lo que llevará a miles de muertes más cada año.

Las familias también se dividirán. Mientras que los adultos tendrán que intentar infiltrarse en el país, sus hijos cruzarán sin sus padres porque la ley de EE. UU ofrece protecciones especiales a los migrantes menores no acompañados. Esto supondrá una carga para varias agencias cuyos trabajos requieren encontrar refugio y colocación para estos niños en nuestro país.

Trump parece imaginar que puede rebobinar la migración de Centroamérica a 2011 cuando una cantidad menor de indocumentados, que no eran mexicanos, intentaron cruzar. Pero él no puede. Se han establecido redes a través de los países, a través de México y en el interior de Estados Unidos. Los centroamericanos pueden abordar un autobús y estar en la frontera de Estados Unidos en días. A menudo tienen familiares y amigos que pueden ayudarlos una vez que llegan aquí, aproximadamente 1.7 millones de centroamericanos han cruzado a EE.UU desde 2012.

Una prohibición de asilo será contraproducente. Pero el presidente está respondiendo a un problema real. Los inmigrantes no deberían tener que viajar a la frontera de Estados Unidos para ingresar, ni que cruzar ilegalmente, ni solicitar asilo. Claramente quieren unirse a un proceso que podría conducir a la inmigración legal.

El problema que el presidente y el Congreso deben abordar es la falta de otras formas legales para migrar desde Centroamerica. No deberían quitarle a los inmigrantes la única opción viable de hacerlo.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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