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Falla en sistema afecta las primeras audiencias de migrantes retornados bajo política ‘Permanecer en México’

The first asylum seeker to be returned to Tijuana under President Trump's Remain in Mexico program in January. The man's first hearing will be next week, but because of a "glitch" in the system, some asylum seekers had their hearings Thursday.
(John Gibbins / San Diego Union-Tribune)
SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

Dos de los tres solicitantes de asilo que debían presentarse a las primeras audiencias de la corte de inmigración bajo la política de Permanecer en México no lograron cruzar la frontera el jueves para comparecer.

Después de que la Secretaria de Seguridad Nacional anunció lo que llamó un programa “histórico”, conocido oficialmente como Protocolos de Protección al Migrante, en diciembre, muchos se preguntaron, y se preocuparon, por la logística de trasladar a los migrantes de un lado a otro de la frontera para audiencias judiciales.

Al menos una de las personas que han sido retornadas a Tijuana después de solicitar asilo en el puerto de entrada de San Ysidro faltó a la audiencia judicial debido a lo que el asistente del juez jefe de inmigración, Rico Bartolomei, calificó como una falla en el sistema de programación.

Los casos judiciales para el programa debían comenzar el próximo martes, pero de alguna manera los casos se programaron para este jueves, explicó Bartolomei. Al principio, el tribunal intentó reprogramar esas audiencias para el martes, pero se dio cuenta de que no tendría una manera de comunicarse con los solicitantes de asilo en México.

“Finalmente mantuvimos las audiencias según lo programado”, explicó Bartolomei.

El problema fue que cuando el tribunal reprogramó lo del19 de marzo, cualquiera que llamara a su número gratuito para verificar las actualizaciones de la fecha del tribunal pensó que las audiencias si serían el 19 de marzo. Eso le sucedió a una mujer hondureña que tenía la abogada Olga Badilla representándola.

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Badilla le explicó al juez que se había enterado el día anterior que la audiencia había cambiado al 14 de marzo y que su clienta no se había enterado a tiempo para estar en el puerto de entrada a las 9 a.m. Llegó un par de horas más tarde, pero los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) no la dejaron entrar a los Estados Unidos para su audiencia.

“Ella está presente en el puerto de entrada y lista para entrar”, dijo Badilla al juez, pidiendo la ayuda de la corte. “Es una situación inusual dadas las circunstancias”.

Bartolomei se dirigió al abogado del gobierno, Jason Aguilar, consejero principal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Aguilar dijo que el juez debería ordenar que la mujer sea deportada en su ausencia.

Bartolomei negó esa moción y dijo que la mujer había recibido insuficiente notificación de la audiencia. En cambio, programó una cita futura con Badilla para entregar la solicitud de asilo de la mujer.

Aunque a la mujer se le dio otra oportunidad de presentarse en la corte, se encontró con más problemas en la frontera. Su permiso para permanecer en México estaba a punto de expirar en previsión de su cruce a los Estados Unidos para el tribunal. Si ella hubiera cruzado y vuelto otra vez, probablemente obtendría una nueva. Al no haber ingresado a los Estados Unidos, estaba a punto de volverse deportable desde México.

Cuando el tribunal terminó el día, Badilla fue a tratar de ayudar a su clienta.

A la otra persona que no se presentó a la corte, un hombre de 24 años de Honduras, también se le reprogramó el caso por la falla en la corte.

Aguilar, el abogado de ICE, pidió nuevamente que el hombre fuera deportado.

Bartolomei presionó al abogado de ICE sobre si tenía sentido ordenar que alguien fuera deportado de los Estados Unidos mientras se encuentran en México. Preguntó si tenía más sentido considerar retirada la solicitud de admisión de la persona.

De acuerdo con la abogada de inmigración Tammy Lin, retirar la solicitud limitaría las posibles restricciones para que el hombre pueda venir a los Estados Unidos en el futuro. Una orden de deportación haría mucho más difícil para el hombre venir a los Estados Unidos.

Durante la conversación, Bartolomei suspiró audiblemente, sopesando las opciones que tenía ante él.

Luego decidió reprogramar su caso para el 19 para ver si el hombre aparece entonces. Como no hay una dirección para enviar el nuevo aviso de audiencia, fue entregado al Departamento de Seguridad Nacional para que se lo pasen al hombre.

La única persona que se presentó no tenía abogado. También desde Honduras, el hombre llegó a El Chaparral, afuera del puerto de entrada, mucho antes de las 9 a.m. Un voluntario de una organización de servicios legales que apoya a los migrantes en la plaza todas las mañanas antes de solicitar asilo lo vio y lo acompañó a la puerta para ingresar a Estados Unidos.

Esperó en la fila, arrastrando los pies por el caracol entre viajeros, compradores y amigos que regresaban de viajes al extranjero. Cuando llegó al frente de la línea, un funcionario de CBP lo mantuvo a un lado para esperar a los otros dos que debían venir.

Estaba nervioso, dijo.

Pocos minutos después de las 9 a.m., varios oficiales de CBP y dos oficiales vestidos de civiles lo llevaron a los oficiales de ICE que lo transportaron desde el puerto de entrada al edificio de oficinas en el centro de San Diego que alberga el tribunal de inmigración.

Llegó a la corte antes del mediodía y se sentó en un rincón de la última fila de bancos, con la cabeza inclinada.

Cuando fue su turno de enfrentar al juez, habló suavemente por el micrófono y observó atentamente cómo Bartolomei explicaba cada uno de los documentos que había recibido.

Bartolomei le preguntó si quería más tiempo para encontrar un abogado.

Sí, respondió el hombre.

El juez le concedió otro mes para tratar de encontrar a alguien que lo represente y le dijo que probablemente regresaría a México nuevamente.

“Sé que será difícil tratar de conseguir un abogado de allí”, le dijo Bartolomei, instándole a que haga todo lo posible para encontrar un abogado que se lleve su caso.

Cuando terminó su turno, los agentes de ICE lo llevaron rápidamente, de vuelta al puerto de entrada.

Morrissey escribe para el U-T.

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