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Wil Myers ante la obligación de liderar el outfield de los Padres en 2019

Puede que muchos no lo recuerden, pero apenas hace dos años Wil Myers era considerado el pelotero franquicia de los Padres de San Diego.

A comienzos de 2017, la organización sandieguina le extendió el contrato al para entonces inicialista por seis temporadas y 83 millones de dólares. Era el mayor acuerdo con jugador alguno en la historia de los frailes.

Dos años después, Myers parece haber quedado relegado. No solo porque en 2018 los Padres firmaron al primera base Eric Hosmer por ocho temporadas y 144 millones, o porque le hayan dado 10 años y 300 millones a Manny Machado hace un par de semanas. Myers no ha rendido en el terreno de juego y esta temporada está más que obligado a responder al llamado como líder del outfield.

Entre otras cosas, porque San Diego cuenta con muchas opciones para los jardines. Los Padres disponen del trío dominicano conformado por Manuel Margot, Franchy Cordero y Franmil Reyes, además de Hunter Renfroe o Travis Jankowski.

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Para el Opening Day del jueves 28 de marzo, lo más probable es que los Padres incluyan hasta cinco outfielders en el roster y, salvo una sorpresa mayúscula —entiéndase cambio o lesión—, Myers tendrá su puesto asegurado. Ha demostrado que el talento lo tiene y en 2016 representó a los Padres en el All-Star celebrado en Petco Park. No en vano es el tercer jugador que más gana en el equipo.

Durante el Spring Training, el manager de los Padres, Andy Green, ha asomado la posibilidad de presentar un outfield flexible en 2019, con múltiples jugadores en múltiples posiciones. Eso incluiría a Myers como una opción para el jardín central. Sin embargo, lo más prudente sería ubicarlo en la pradera izquierda.

Hay que recordar que Myers, de 28 años, es propenso a las lesiones y estar moviéndolo por el terreno de juego puede ser contraproducente.

Porque cuando parecía que su transición a primera base había tenido cierto éxito en 2017, los Padres le trajeron a Hosmer al año siguiente y tuvieron que devolverlo a los jardines. Luego intentaron probarlo como antesalista en la recta final de la temporada anterior, pero ese experimento terminó de abortarse con la firma de Machado.

El resultado en 2018 fue una línea ofensiva de .253/.318/.446, con 11 jonrones, 39 impulsadas y 13 bases robadas, en apenas 83 encuentros, porque pasó la mitad de la zafra en la lista de lesionados.

Veremos si Myers será capaz de mejorar su producción en 2019 asentado nuevamente en los jardines.

Figueroa es periodista independiente.

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