Los cupones de alimentos ya se ven afectados por el cierre del gobierno
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Antoinette Martínez se sintió aliviada cuando supo que recibiría sus cupones de alimentos para febrero aproximadamente dos semanas antes. Su alacena estaba casi vacía después de las vacaciones, y ahora podría comprar alimentos para su familia.
Pero también se preocupó porque los fondos no le alcanzaran. “Sé que los voy a gastar y voy a tener problemas el mes próximo”, dijo Martínez, de 31 años, la noche del miércoles 16 de enero, mientras ponía en su auto las bolsas del Food 4 Less, un mercado de Los Ángeles.
El dolor por el cierre parcial del gobierno federal se está extendiendo de manera inesperada a millones de personas que no trabajan para el gobierno federal.
Los aproximadamente 40 millones que dependen de la asistencia alimentaria federal recibirán sus beneficios de febrero antes de tiempo, porque el cierre del gobierno significa que el dinero no estará disponible más adelante, dijeron funcionarios estatales y federales. Los 50 estados y el Distrito de Columbia emitieron los beneficios la semana del 14 de enero, o planeaban hacerlo para el domingo 20, según el Departamento de Agricultura. Normalmente, se hubieran distribuido a partir del 1 de febrero.
No está claro si los fondos para el programa estarán disponibles en marzo si el cierre continúa. Los beneficios para febrero le costaron al gobierno federal aproximadamente 4800 millones de dólares.
El Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria, comúnmente conocido como cupones de alimentos (food stamps), se administra a través de estados y condados. En California, que opera el programa más grande del país, aproximadamente 3.8 millones de personas obtienen estos beneficios. A nivel nacional, el participante promedio recibe 125 dólares por mes.
El cierre, causado por un desacuerdo entre los demócratas en el Congreso y la administración Trump por la demanda del presidente de construir un muro en la frontera con México, se encuentra en su día 32 (al martes 22 de enero), es el cierre de gobierno federal más largo de la historia.
La semana del 7 de enero, USDA informó a los estados que, si querían los dólares de nutrición para febrero, tenían que emitir los beneficios a los participantes antes del 20 de enero. El gobierno les dijo a los estados que se aseguraran que los beneficiarios supieran que eran beneficios tempranos, no extra, y que tendrían que hacerlos durar.
Un portavoz de USDA dijo el jueves 17 en un comunicado enviado por correo electrónico que los destinatarios de los cupones de alimentos deberían “planificar sus compras cuidadosamente para satisfacer sus necesidades de alimentos hasta febrero”.
Sin embargo, los administradores y defensores de los beneficios se preocupan de que no haya suficiente tiempo para difundir ampliamente ese mensaje. E incluso en tiempos normales, la asistencia alimentaria a menudo no les alcanza a las familias para todo un mes, lo que podría dificultar que muchas familias estiren el dinero hasta marzo.
“No creo que sea una sorpresa que la gente agote esos beneficios antes de fines de febrero, porque necesitan comer”, dijo Cathy Senderling-McDonald, subdirectora ejecutiva de la County Welfare Directors Association of California, que representa a los directores de servicios sociales en los 58 condados.
A pesar de estas preocupaciones, Senderling-McDonald y los administradores de servicios sociales de todo el país han dicho que están complacidos de que el gobierno federal haya liberado los fondos con anticipación para que los beneficiarios no tengan que recibir asistencia alimentaria el próximo mes.
Los funcionarios de USDA dijeron a los estados que deberían continuar aceptando nuevas solicitudes y recertificando la elegibilidad en los casos existentes porque, aunque limitado, existe un fondo de contingencia, para proporcionar los beneficios de febrero a esa población.
Los estados, condados y organizaciones comunitarias están recibiendo el mensaje sobre el cambio, y la necesidad de hacer que estos beneficios duren por las próximas seis semanas, a través de mensajes de texto, redes sociales, carteles, sitios web y centros de llamadas.
El mensaje no llegó a Howard Naylor, un veterano retirado que vive en Los Ángeles. Naylor dijo que los fondos de febrero aparecieron en su tarjeta el miércoles 17, pero no supo por qué. Al escuchar la razón, Naylor dijo que intentaría retener parte del dinero para que no se agotara antes de marzo. “Tienes que conformarte con lo que tienes”, dijo.
Naylor, de 56 años, dijo que no entendía por qué el debate en Washington sobre la financiación de un muro fronterizo lo estaba afectando a él. “Es injusto”, expresó Naylor, quien recibe alrededor de 190 dólares en asistencia alimentaria cada mes. “¿Qué hice?”.
Para las familias de bajos ingresos, el presupuesto y la planificación a veces son más fáciles de decir que de hacer, dijo Jeremy Everett, director ejecutivo de Texas Hunger Initiative de la Universidad de Baylor, que proporciona investigación y recursos a organizaciones que abordan la inseguridad alimentaria.
“La mayoría de las familias se están quedando sin dinero a fin de mes, incluso en circunstancias normales”, dijo Everett. “Me preocupa que, para febrero, las familias vayan a sufrir mucho”.
En California, los funcionarios del Departamento de Servicios Sociales del estado trabajaron en estrecha colaboración con los condados para obtener los beneficios emitidos el miércoles.
Mike Edmundson, subdirector de división de la agencia de servicios sociales en el condado de Orange, dijo que su condado había otorgado los beneficios de febrero a 85 mil participantes. Los otros 20 mil están en espera de recertificación.
Ahora está claro que el cierre está afectando a algunos de los “miembros más vulnerables de nuestra comunidad”, dijo Edmundson. “Necesitan estos beneficios para asegurarse de que haya comida en la mesa”.
USDA ha dicho que está monitoreando de cerca la situación y examinando todas las opciones para la próxima ronda de beneficios, que se distribuirán en marzo.
Eso no es reconfortante para Everett, de la Universidad de Baylor. “Mi preocupación por marzo es que no se reabra el gobierno... y será bastante grave”, dijo.
Dawn Torres, de 48 años, que estaba comprando leche, pan y huevos el miércoles en Food 4 Less, tiene el mismo temor. Depende de los aproximadamente 200 dólares que recibe cada mes y dice que ya está estirando esos fondos. “No llegan muy lejos”, dijo. Agregó que esperaba que el cierre terminara antes de marzo. “Dependemos del dinero que obtengamos”, dijo.
Las familias que se están quedando sin dinero para asistencia alimentaria podrían aumentar la presión sobre los bancos de alimentos, dijo Korey Patty, directora ejecutiva de Feeding Louisiana, la asociación estatal de bancos de alimentos. Ya esperan un aumento de visitantes el próximo mes y están preocupados por satisfacer la demanda.
“La necesidad no desaparece”, dijo Patty. “Simplemente la empujan hacia nosotros”.
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