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Aprovecha la tecnología para ayudar a los que han perdido la vista

Daniel Ortiz Merino, with his guide dog, Amber.
(K.C. Alfred / San Diego Union-Tribune)
San Diego Union-Tribune

Daniel Ortiz Merino tiene muchos buenos recuerdos de su participación en programas con el Instituto Braille, por lo que cuando se enteró de su programa Techspert, vio la oportunidad de regresar a un lugar que había sido muy bueno para él.

“Desde los 7 años y hasta que terminé la preparatoria, participé en el programa para jóvenes del Instituto Braille, del cual tengo muchos recuerdos increíbles. Cuando me enteré de la oportunidad de Techspert, estaba muy entusiasmado con la perspectiva de un regreso a casa, de alguna manera”, expresó. “También sentí que había madurado como instructor y que esta sería la oportunidad perfecta para ayudar a varias personas en un día”.

El programa capacita a instructores con discapacidad visual para que trabajen uno a uno con clientes con discapacidades visuales en el uso de la tecnología y los dispositivos adaptados. Merino, de 31 años, perdió la vista poco después de su nacimiento debido a una extraña forma de cáncer de ojo. Hoy, vive en La Mesa con su novia, sus dos hijas, su perro guía y una mascota Chihuahua. Ha sido Techspert (maestro experto en tecnología) desde el verano pasado. También trabaja en el campo de la tecnología asistencial brindando consultas a domicilio.

Se tomó un tiempo para hablar sobre su participación en el programa como instructor, sobre cómo le gustaría ver que los empleadores comprendieran la contratación de personas con discapacidad visual y sobre sus recuerdos de andar en bicicleta cuando era niño, a pesar de la pérdida de la visión.

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P: ¿Qué haces como Techspert?

R: Como Techspert, ayudo a las personas que han perdido la visión desde una edad temprana, así como a los adultos que pueden haber perdido la visión debido a la edad, una enfermedad o accidente, a través de consultas personales sobre la tecnología de asistencia. Estas consultas incluyen orientaciones básicas para software y dispositivos de asistencia, instrucciones sobre tareas específicas (como el envío de un mensaje de correo electrónico en un teléfono inteligente), así como demostraciones y evaluaciones para determinar qué parte de la tecnología es apropiada para una determinada persona. También dirijo clases grupales en los temas de Jaws (uno de los programas de lectura de pantalla más populares para la plataforma de Windows) y las opciones de accesibilidad de Apple. Ocasionalmente, ayudo a facilitar talleres de tecnología para la comunidad.

P: Creciste en México antes de mudarte a Estados Unidos cuando eras niño. ¿Qué habilidades aprendiste primero allá en México que te ayudaron a ser independiente?

R: Tengo muchos buenos recuerdos de la escuela para ciegos a la que asistí en la Ciudad de México. Allí, aprendí a leer Braille, usar un bastón y también cosas que me ayudarían a sobrevivir en el mundo de los que pueden ver, como firmar con mi nombre y escribir una nota si fuera necesario. Mi familia tampoco tenía miedo de incluirme en cosas como cocinar, tareas domésticas, andar en bicicleta y otras experiencias que cualquier niño pudiera hacer.

P: ¿Cuál es tu tecnología de asistencia favorita para usar actualmente?

R: Mi tecnología de asistencia favorita, y actualmente la más utilizada, es VoiceOver en mi iPhone. VoiceOver es el lector de pantalla incorporado en dispositivos Apple. En el caso del iPhone, lee elementos en la pantalla y me permite manipular mi teléfono a través de una serie de gestos con los dedos, como movimientos y toques con uno o más dedos.

Me gusta mucho que esas empresas tecnológicas convencionales, como Apple, incluyan este nivel de accesibilidad para sus dispositivos. Esto me permite mantenerme al día con mis compañeros videntes, sin tener que comprar un dispositivo o software por separado y probablemente muy caro.

P: La Fundación Americana para Ciegos informa que más del 40 por ciento de las personas en edad laboral que tienen pérdida de visión están empleadas. ¿Por qué crees que más empleadores no están contratando candidatos con discapacidad visual?

R: Creo que hay una falta significativa de conciencia sobre cómo las personas con discapacidad visual viven sus vidas. Todavía existe la idea de que las personas con discapacidad visual necesitan una gran cantidad de ayuda para completar las tareas diarias, y mucho menos creen que sean productivos en el lugar de trabajo. Con esa idea, sería engorroso, inconveniente y muy costoso dar cabida a un empleado con discapacidad visual. Pero los programas gratuitos ofrecidos por el Instituto Braille permiten que las personas débiles visuales o sin visión sean independientes y se involucren en la comunidad y, para algunos, a un lugar de trabajo.

P: ¿Qué ha representado un reto con respecto a tu trabajo en tecnología asistencial?

R: Algo que realmente disfruto de mi trabajo es que siempre es un reto debido a la variedad de personas y sus necesidades. A veces me encuentro explorando aplicaciones o sitios web que nunca he usado, aprendiendo rápidamente cómo funcionan, y luego instruyo a mi alumno sobre cómo navegar por sí mismo. Es especialmente desafiante cuando no hay mucha accesibilidad en la aplicación o el sitio web debido a enlaces o botones no marcados, y luego tengo que descubrir cómo solucionar estos problemas.

P: ¿Qué te ha enseñado sobre ti?

R: Antes de trabajar en el campo de la tecnología de asistencia, generalmente me consideraba una persona muy impaciente. Sin embargo, a lo largo de mi trabajo, he recibido muchos elogios y agradecimientos por mi paciencia. Creo que si un estudiante no está entendiendo un concepto que estoy tratando de explicar, lo tomo como mi señal para encontrar una mejor manera de explicarlo.

P: ¿Cuál es el mejor consejo que has recibido?

R: Mi abuela me dijo muchas veces que siempre fuera consciente de la forma en que hablo y me llevo, porque eso diría mucho sobre mí. Hasta el día de hoy, esta conciencia me ha hecho capaz de comunicarme con personas de diferentes grupos de edad, culturas y antecedentes. Debido a esto, he podido establecer contactos y tener las oportunidades de empleo que he disfrutado.

P: ¿Qué es lo que a la gente le sorprendería saber de ti?

R: Cuando era niño, solía andar en bicicleta por las calles de la Ciudad de México. Utilizaba el ruido ambiental como ecolocación, para evitar chocar contra personas u obstáculos. Por supuesto, fue mucho más natural entonces, y no me atrevería a hacer algo así ahora, pero tengo muchos buenos recuerdos de andar en bicicleta.

P: Describe tu fin de semana ideal en San Diego.

R: No hay nada como llevar a mi pequeña familia a dar un paseo por el Parque Balboa o la bahía, y terminar en un delicioso restaurante de mariscos, o un buen lugar para comer un burrito California.

Deaderick escribe para el U-T.

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