El distrito escolar de San Ysidro llama a la calma

El superintendente interino del Distrito Escolar de San Ysidro celebró reuniones con el ayuntamiento durante cuatro días, para responder preguntas sobre la renuncia abrupta de Julio Fonseca como superintendente este mes.

En la reunión del 7 de septiembre en la escuela primaria Smythe, Arturo Sánchez-Macías, ex asistente del superintendente, llamó a la dimisión de Fonseca una “situación desafiante”.

“El propósito de estas reuniones con el ayuntamiento no es disculparse. El objetivo de estas reuniones es asegurarles que vamos a seguir adelante”, dijo hace días. “Es difícil de explicar y comprender, pero tenemos que seguir adelante”.

Fonseca no devolvió las llamadas que se le hicieron para obtener comentarios.

Sánchez-Macias expresó que su nuevo papel crea una oportunidad para continuar con lo que Fonseca había puesto en marcha.

“La educación y seguridad de nuestros hijos siempre será lo primero en nuestro distrito escolar, sin importar el cambio de liderazgo”, señaló. “Nuestro compromiso con nuestros niños y la comunidad de San Ysidro sigue siendo el mismo: una educación de calidad y oportunidades para que todos los estudiantes tengan éxito”.

Aunque la salida de Fonseca es un asunto personal, Sánchez-Macías mencionó que la salida tenía que ver con su familia en Los Ángeles.

“Está pasando por un tiempo muy difícil”.

La junta escolar anunció el 2 de septiembre que votó por unanimidad la noche anterior durante una reunión a puerta cerrada para aceptar la renuncia de Fonseca.

Posteriormente, votó 5-0 para que el ex superintendente adjunto pasara a desempeñar el papel principal hasta que puedan encontrar un reemplazo permanente.

El distrito está ahora con su cuarto superintendente provisional desde 2013.

Sánchez-Macías se unió al distrito el año pasado como director financiero con experiencia en finanzas, negocios, contabilidad y auditoría.

Siguió a Fonseca al distrito. Los dos se conocían por trabajar juntos en Los Ángeles en el Distrito Escolar Unificado de Bassett, donde Sánchez-Macías era el director financiero y Fonseca era superintendente auxiliar de recursos humanos.

Sampite-Montecalvo escribe para el U-T.