Senado de EEUU abordará plan de salud republicano envuelto en polémica
Washington — Los líderes republicanos del Senado presentarán hoy su propuesta de ley de reforma sanitaria, un proyecto polémico por su redacción en secreto y que ha suscitado dudas y divisiones en el propio partido conservador, que quiere aprobarla antes de que acabe el mes.
El proyecto de ley contendrá la versión del Senado de la propuesta aprobada en mayo pasado por la Cámara de Representantes, también de mayoría republicana, para derogar y reemplazar la reforma sanitaria firmada en 2010 por el expresidente Barack Obama, que permitió obtener cobertura médica a más de 17 millones de personas.
Los senadores republicanos han sido convocados a una reunión especial a las 9.30 hora local (13.30 GMT) para conocer los detalles del proyecto, redactado durante semanas en secreto por un pequeño grupo de legisladores capitaneados por el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell.
McConnell quiere someter el texto a votación antes del final de la próxima semana, para tenerlo aprobado antes de que el Senado entre en receso estival, algo que ha generado críticas de la oposición demócrata e incluso de algunos republicanos, que lamentan que no haya más oportunidades de debate ni de estudiar bien el plan.
“Es terrible”, dijo este miércoles el veterano senador republicano John McCain al ser preguntado sobre los planes de votar el proyecto de ley una semana después de su divulgación.
El presidente Donald Trump ha depositado muchas esperanzas en el plan, dado que la semana pasada aseguró que el proyecto aprobado en la Cámara Baja era “mezquino” y pidió a sus aliados en el Senado que lo mejoraran para hacerlo “más generoso”.
“No puedo garantizar nada, pero espero que podamos sorprenderles con un plan muy bueno. Lo que yo quiero es un plan con corazón”, dijo Trump en un discurso este miércoles en Cedar Rapids (Iowa).
El mandatario trataba de rebajar así las dudas generadas por un informe independiente que en mayo pronosticó que, de salir adelante la reforma aprobada por la Cámara Baja, 23 millones de personas perderán su cobertura médica en una década en EEUU.
McConnell ha tratado de proteger su proyecto de las críticas derivadas de ese informe al redactarlo en secreto y ha decidido tramitarlo por un procedimiento presupuestario que le permite aprobarlo con el apoyo de apenas 50 senadores, en lugar de los 60 que requieren generalmente los proyectos de ley.
Pero incluso con ese esquema, McConnell solo puede permitirse perder el apoyo de dos de los 52 senadores republicanos que hay en la Cámara y deberá hacer equilibrios para convencer tanto al ala más moderada del partido como a los ultraconservadores.
Un borrador obtenido por el diario The Washington Post apunta a que la propuesta del Senado recortaría de forma más gradual los fondos para el programa de seguros médicos subsidiados Medicaid, pero a largo plazo le quitaría más fondos que el plan de la Cámara Baja.
La versión del Senado eliminaría además un plan aprobado por la Cámara de Representantes para prohibir que los planes de salud con subsidios federales puedan cubrir los abortos, una idea que puede satisfacer a los demócratas, pero alejar a los más conservadores.
Según el periódico, el proyecto también propone eliminar la mayoría de los impuestos incluidos en la reforma de 2010 y, durante un año, los pagos de Medicaid para Planned Parenthood, una organización criticada por los republicanos porque en sus clínicas se puede abortar, aunque no usa los fondos federales para ese fin.
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