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Sin resignación ni trabajo, y ‘sin mis hijos’

Han pasado unos ocho meses desde que Ana Laura López, de 41 años, fue deportada de Chicago a su natal México, y aún no encuentra empleo.

Después de vivir dos semanas de hotel en hotel, con familiares y amigos, contó que hasta hace poco logró rentar un apartamento. Se mantiene de los aproximadamente $200 pesos mexicanos que cobra por cada clase de meditación que da y con el dinero que le manda el padre de sus dos hijos, quien aún vive en Chicago con los jovencitos de 13 y 15 años.

“Aunque siempre anduve en las masas pidiendo una reforma migratoria, tocó que me deportaran”, contó López vía telefónica. “No hay resignación, sólo aceptación porque la vida sigue y tenemos que trabajar; pero todos luchamos para que cambien las leyes y podamos regresar a la vida que teníamos”, agregó.

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Igual que López, aproximadamente 3,000 personas fueron repatriadas a la Ciudad de México en los primeros cuatro meses del año, explicó Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

“Llegan, igual que yo, sin nada y con la mirada perdida”, relató López, quien fundó el grupo Deportados en Lucha, una organización compuesta de migrantes en retorno que tiene la tarea de orientar a todos aquellos paisanos que fueron forzados a regresar al país del que salieron en busca de mejores oportunidades.

“Llega uno frustrado, deprimido, enojado y avergonzado, porque también cuesta trabajo reconocer que lo deportaron a uno”, agregó

Lo más difícil para los repatriados, contó López, es encontrar trabajo.

“Sobretodo para nosotros que ya somos mayores, para los ‘dreamers’ es más fácil”, considera.

Asegura que durante las entrevistas de trabajo siempre sale a relucir la deportación, y dice que inmediatamente le preguntan “¿qué hiciste? Piensan que en realidad eres un criminal”, agregó.

Determinación de ayudar a retornados

La Ciudad de México ha tomado la “determinación de fortalecer” sus programas para ayudar a que sus paisanos retornados se establezcan de nuevo en México y sobre todo que encuentren empleo, explicó Amalia García, Secretaria del Trabajo de la Ciudad de México.

La funcionaria destacó que la Ciudad de México es el único lugar en el país que tiene seguro de desempleo, un respaldo económico equivalente al salario mínimo mensual durante seis meses.

“Adicionalmente, lo que ofrecemos es que haya una capacitación para poder adaptarse a los empleos”, agregó García.

En una visita a Chicago, la funcionaria explicó que la Secretaría del Trabajo entró en contacto con alrededor de 70 empresas en la Ciudad de México “y han respondido muy positivamente con la disposición de abrir espacios laborales vacantes para personas que regresen a nuestro país”, agregó.

Pero López dice que aunque es fácil obtener la ayuda del gobierno, “nunca hay presupuesto”. Según ella, al llegar a México obtuvo el seguro de desempleo, pero sólo recibió el dinero en tres ocasiones.

“Necesitamos que el gobierno organice un programa emergente para las personas repatriadas”, agregó.

García aseguró que su departamento también trabaja para agilizar y facilitar los documentos de identificación necesarios para todos aquellos que son deportados a la Ciudad de México, y los cuales les permiten obtener un empleo. También, instalaron kioscos de información en el aeropuerto para que así, los repatriados sepan a dónde ir para obtener información.

Aún al conseguir trabajo, el salario “es miserable”, dijo López, quien ganaba aproximadamente $21 por hora cuando vivía en Estados Unidos. En la Ciudad de México, el salario mínimo es de $80.04 pesos por día, lo que equivale a $4 dólares.

“El salario mínimo es muy bajo y equivale a aproximadamente a $120 dólares al mes”, dijo García. “Mancera ha dado un batalla para aumentar el salario mínimo”, agregó.

García argumentó que los ciudadanos mexicanos sienten empatía por sus compatriotas y no se sienten reemplazados en los empleos disponibles.

“Porque los ciudadanos tienen las mismas habilidades que los retornados y por eso queremos asegurarnos de que tengan los mismos derechos y oportunidades que aquellos que han vivido aquí toda su vida”, dijo.

La tasa de desempleo en la Ciudad de México es actualmente es del 3.7, según García.

“Que es una tasa que no es grande. Teníamos una tasa de desempleo de 7 puntos hace cuatro años y ha descendido”, aseguró García.

Por su parte López dice que seguirá como portavoz de Deportados Unidos en Lucha para asegurar que sus compatriotas puedan integrarse a la Ciudad y “por lo menos” obtener un empleo. También, continuará empujando por reformas al sistema administrativo para que los repatriados puedan obtener su documentación mexicana más rápido, dijo.

En tanto, López sigue añorando en regresar.

“Creo que a todos nos pasa por la mente que ya no queremos vivir, porque de un momento a otro pierdes todo lo que tenías. Tu trabajo, tus hijos”, mencionó entre lágrimas. “Es lo que más me duele, mi hijo se gradúa de high school y no voy a poder estar ahí. Es difícil”.

Nota publicada en Vívelo HOY

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