Piden protección a niños salvados de explotación

MÉXICO/EFE — La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México solicitó la aplicación de medidas cautelares en favor de los 61 niños y jóvenes rescatados de campos agrícolas en el municipio de Ramos Arizpe, estado norteño de Coahuila.

La Comisión dictó las medidas con el objetivo de “evitar daños irreparables a sus derechos a la integridad personal, a la seguridad jurídica durante las diligencias en que tengan que participar, así como al respeto al interés superior del niño”, expuso el organismo en un comunicado.

Además, añadió, “se consideró también la urgencia del caso y el riesgo”.

La solicitud está dirigida al secretario de Gobierno del Estado de Coahuila, Víctor Zamora; al procurador general de Justicia (fiscal) estatal, Homero Ramos, y a la procuradora de Niños, Niñas y Familia de Coahuila, Yeska Garza.

Entre las medidas cautelares dictadas destacan las de garantizar la integridad personal, la seguridad jurídica y el interés superior del niño; evitar todo acto intimidatorio, y garantizar asistencia médica, psicológica y jurídica, y protección en su calidad de víctimas de delito.

También pidió que se les brinde un retorno asistido para que se reintegren con sus familias y en tanto ello no ocurra que se les proporcione espacio digno y adecuado para su estancia.

“La CNDH subraya a las autoridades destinatarias de estas medidas cautelares que éstas estarán vigentes por el tiempo que sea necesario”, señaló la Comisión.

El Gobierno de Coahuila informó esta semana que 61 menores fueron rescatados de la explotación laboral en campos agrícolas en el municipio de Ramos Arizpe, donde trabajaban alrededor de 200 niños en la recolección y empaque de legumbres.

Los menores rescatados fueron trasladados a un albergue para recibir atención, apuntó el Gobierno en un boletín en el que no se especificó qué pasó con el resto de los niños.

Por estos hechos, tres hombres fueron detenidos por la fiscalía local.

De acuerdo con los testimonios de las víctimas, los niños recibían una paga diaria de 100 pesos (6 dólares) por una jornada de 8 de la mañana a 5 de la tarde que incluía sólo dos comidas.

La semana laboral era de lunes a domingo, día en que sólo trabajaban hasta el mediodía; dormían en el suelo, en colchonetas ubicadas en galerones que están aledaños a sus áreas de trabajo.

Para unos 200 niños, la mayoría varones, sólo se contaba con dos baños, uno para mujeres y uno para hombres, y dos áreas de duchas sin agua caliente.