Viviendo con sida: Una mujer que vive una vida ‘positiva’ relata su historia
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Veinticuatro años atrás, Damaries Dee Cruz era una mujer enamorada. Tenía 21 años, estaba a punto de volverse a casar. Y jamás imaginó que un virus, en ese entonces considerado mortal, se cruzaría en su camino.
Tomó la decisión de tener relaciones íntimas con su novio confiando en que él le había asegurado que se había hecho la prueba de VIH y que era “negativo”. Un año después comenzó a tener infecciones severas en sus partes íntimas, fue al doctor. Pensaron que ella tenía cáncer, pero por precaución le hicieron la prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Los resultados: Cruz era “positiva”.
“Yo no lo podía creer. Me dijeron que tenía un año de vida. Yo le decía al doctor: ‘estás equivocado’. Yo no era prostituta, ni usaba drogas intravenosas. Se me cayó el mundo encima”, recuerda Cruz, una ‘nuyorican’, como ella se define, quien en ese entonces vivía en Puerto Rico.
“Me hice la prueba seis veces, en Puerto Rico [tierra de sus padres y donde se crió] y en Nueva York [donde nació y vivió un tiempo]. A la sexta vez, ya lo acepté”, dice Cruz, hoy de 44 años y residente de Deerfield Beach.
Al contarle lo ocurrido a su novio, éste le respondió: “Sabía que me iba a llevar a alguien conmigo, sólo que no pensé que ibas a ser tú”.
Dos años después él murió.
Hoy Cruz lleva la frente en alto por haber vencido durante todo este tiempo la adversidad. Y sigue en pie de lucha para logar ser feliz y educar a otros.
Este sábado 27 se celebra el Día Nacional de la Prueba de VIH, y Cruz es una de las más acérrimas activistas en el sur de Florida para que las personas se hagan la prueba y no caigan en la “trampa” de muchos.
“Hazte la prueba, protégete, no confíes en nadie. Yo confié en mi prometido y le entregué mi vida. Y si estás activo sexualmente hazte la prueba cada tres o seis meses”, dice Cruz. “No te dejes llevar por la apariencia de una persona porque si me ves a mí en la calle nunca vas a saber que estoy infectada”.
En Florida hay 102,189 personas viviendo con VIH, según la cifras más recientes del Departamento de Salud del estado. Sólo en 2014, hubo 6,132 nuevos casos registrados, de los cuales el 26 por ciento son hispanos. A nivel nacional, Florida ocupa el primer lugar entre los estados con nuevos casos reportados de HIV.
Nada fácil
Enamorada al fin, Cruz perdonó a su novio y siguió adelante con los planes del casamiento. Pero una semana antes de la boda, lo encontró con otra mujer en su departamento. Una mujer a quien también él contagió, dice.
“Cancelé la boda, me fui a vivir con mi mamá y mi cuerpo dejó de luchar. Mi madre hasta tenía que bañarme y alimentarme con cuchara porque yo no reaccionaba. Pensaba que ya nunca nadie me iba a aceptar”, recuerda.
Pasada la depresión severa, un año después, decidió levantarse y luchar por vivir luego de asistir a un retiro espiritual.
Pero el rechazo social fue quizá una de las barreras más difíciles que ella tuvo y aún hoy tiene que luchar— incluso acá en Estados Unidos.
“Amistades me dejaron de hablar. Hay gente que se limpiaba la cara frente a mí después de saludarme allá en Puerto Rico. Hasta me amenazaron de muerte con una pistola en la cabeza. Y acá en Florida [donde vive hace 16 años], hasta me han dejado a pie después de una cita. Me he tenido que regresar a casa en taxi”, relata.
“Pienso que el estigma nunca se va a acabar. Aun hoy, aunque la gente piensa que todo está mejor, no es así porque yo he pasado por esto”.
La realidad es que el VIH no se transmite a través de lágrimas, sudor, tos, saliva, estornudos, compartir espacios, darse la mano, abrazarse, entre otras situaciones normales de la vida diaria.
“Todavía hay gente que no tiene información de esto”, dice Jorge Gardela, presidente de Latinos en Acción y Director de Servicios de Salud y Comunitarios del Pride Center, en Wilton Manors. “Sigue habiendo una resistencia a hablar de VIH y como no hay mucha educación, eso se sigue dando. Mucho más en la comunidad latina. Al no hablarlo, el estigma es más grande. Mucha gente aún cree que el sida se contagia con un contacto casual”.
Cruz piensa que tampoco ha cambiado la percepción de muchos de que hoy sólo con una “pastillita” controlas el virus si lo adquieres.
“Estamos en 2015 y la gente sigue infectándose. Y deben saber que a mucha gente esas pastillitas no les sirve”, dice.
Además de los efectos secundarios de estas.
Los medicamentos para el tratamiento de la infección por el VIH pueden dañar el hígado, causar hiperglucemia, diabetes, colesterol alto, acidosis láctica (afección mortal), ostenonecrosis (muerte de los huesos), osteopenia (densidad óea), osteoporosis (estopenia grave), entre otros.
Luego de trabajar muchos años como educadora de salud sénior para el Departamento de Salud de Miami-Dade y coordinadora de Proyectos en el de Broward, Cruz recibe ahora beneficios por incapacidad.
Esta guapa y alta mujer, hoy desfila por la pasarela de una vida llena de enfermedades que van y vienen.
Batalla día a día con la neuropatía (afección a los nervios), la estopenia, principio de osteoporosis y fatiga crónica. Ha superado el cáncer cervical y el alcoholismo. Pero tiene sida desde 2006, y esto la hace propensa a muchas otras enfermedades.
“La vida con sida ahora no es fácil. Ahora estoy bien, pero en 15 minutos no. Se me debilitan las piernas, a veces no puedo ni levantarme o me caigo porque no tengo fuerza en las piernas. Necesito operaciones... todo me duele, todo me molesta”.
Hablar por otros
Aunque Cruz no aboga por los tratamientos alternativos, optó con éxito por ellos los primeros 20 años. Acupuntura, meditación, vitaminas, vida vegetariana, fueron su tabla de salvación.
“Tenía terror a los efectos secundarios de los medicamentos. Lo que hice no se lo recomiendo a nadie porque mi cuerpo sufrió mucho al final”, dice.
Hace cinco años comenzó a tomar medicamentos antirretrovirales. Su salud se ha debilitado, pero nada la detiene.
Hasta el momento, no existe cura para el sida, sin embargo, los medicamentos pueden retardar el progreso de la enfermedad por muchos años y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Esta valiente mujer ha visitado a personas en las cárceles para que se hagan la prueba; ha participado en campañas televisivas junto a su madre; en videos de los Departamentos de Salud de Broward y Miami-Dade. Su rostro ha estado en pósters inmensos a los lados de la carretera; es miembro fundadora del Comité Latinos en Acción, entre otras campañas. Y piensa seguir hasta que el cuerpo se lo permita.
“Damaris es una maravillosa hija, hermana, amiga y un modelo de mujer que lucha por disminuir el estigma que existe contra las personas que viven con VIH y que usa su experiencia personal para educar y concientizar de que el VIH no discrimina”, dijo Emilio Aponte-Sierra, artista y consejero en el Pride Center.
Cruz espera celebrar como todos los años, con torta e invitados, el 23 de noviembre— fecha en la que se enteró que tenía VIH y que para ella es el inicio de una nueva vida. Dice no temerle a la muerte.
“La vida es terminal y yo no quiero estar acá eternamente y con arrugas...¡yo no me hago botox!”, dice sonriendo. “Sinceramente, sigo adelante porque quiero darle esperanza a otras personas. Para ser la voz de aquellos que tienen miedo de hablar”.
“A veces las personas recién diagnosticadas se vuelven como locas... no los culpo. Somos seres humanos como todo el mundo, tenemos una enfermedad y debemos que cuidarnos, pero la vida sigue”, dice. “Sal, diviértete con moderación, pero vive, no te arrastres... vive la vida”.
[email protected], @yvonnehvaldez, 954-356-4560.
SI VAS
Qué: Día Nacional de la Prueba de VIH, pruebas gratis
Cuándo: 27 de junio, 12 a 4 p.m.
Dónde: Pride Center, 2040 N. Dixie Hwy., Wilton Manors
Informes: 954-463-9005
Otras ubicaciones: visita locator.aids.gov
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