Sean McVay promete que los Rams ‘volverán a la carga’; tras la derrota ante los 49ers

SANTA CLARA — El receptor Odell Beckham Jr. fue titular. También lo fue el linebacker Von Miller.

Las dos nuevas estrellas de los Rams -en un equipo que está bastante repleto de ellas- debutaron el lunes por la noche.

No importó.

No contra los 49ers de San Francisco, no con la mayor estrella de los Rams, el mariscal de campo Matthew Stafford, poniéndolos en un agujero por segundo partido consecutivo.

Y no con el entrenador de los 49ers, Kyle Shanahan, superando una vez más a Sean McVay.

Los Rams y los 49ers jugaron a invertir los papeles en la derrota de los Rams por 31-10 en el Levi’s Stadium.

Los Rams, con la oportunidad de empatar a los Cardinals de Arizona por el liderato de la NFC Oeste, en lugar de eso perdieron su segundo partido consecutivo y vieron su récord caer a 7-3 en general y 1-2 en la división.

“Quiero creer que estas dos últimas semanas no representan lo que somos”, dijo McVay. “Me niego a creerlo”.

Los 49ers mejoraron a 4-5 al derrotar a los Rams por quinta vez consecutiva.

Consideren: Los Rams no han ganado un partido contra los 49ers desde 2018, la temporada en la que fueron al Super Bowl.

Las adiciones de Stafford, Miller y Beckham se hicieron con el objetivo -no, llamémoslo la obligación- de que los Rams, que están en auge, jueguen en el Super Bowl LVI en febrero en el estadio SoFi de 5 mil millones de dólares del propietario Stan Kroenke.

Esa inversión en talento aún podría dar sus frutos.

Pero los Rams llegan cojeando a la cita de la próxima semana.

Deebo Samuel, de los 49ers, corre ante el esquinero de los Rams, Robert Rochell, para un touchdown en la primera mitad.

(Jed Jacobsohn / Associated Press)

Necesitarán descanso físico y restablecimiento mental mientras se preparan para sus últimos siete partidos, un tramo que comienza el 28 de noviembre contra los Packers de Green Bay, actualmente cabeza de serie, en Lambeau Field.

También incluye partidos fuera de la división contra los Vikings de Minnesota y los Ravens de Baltimore, un partido en casa fuera de la división contra los Jaguars de Jacksonville, un partido en la división contra los Cardinals y partidos en casa de la división contra los Seahawks de Seattle y los 49ers.

Ese calendario se ve difícil para un equipo que estaba en la cima como los Rams hace dos semanas.

Ahora los Rams son un equipo que debe luchar por demostrar que puede cosechar victorias contra buenos equipos, no solo coleccionar superestrellas.

“Vamos a examinarlo”, dijo McVay. “Vamos a resolver esto y volveremos a la carga, te lo prometo, en estos últimos siete partidos”.

Los Rams perdieron la semana pasada ante los Titans de Tennessee, cuando Stafford tuvo dos pases interceptados en el segundo cuarto - uno que fue convertido en touchdown.

La noche del lunes fue inquietantemente similar.

Jimmie Ward, de los 49ers de San Francisco, a la derecha, intercepta un pase destinado al receptor de los Rams Odell Beckham Jr. en el primer cuarto.

(Tony Avelar / Associated Press)

Stafford lanzó a Beckham en una ruta profunda en la cuarta jugada del partido, y el defensor de los 49ers Jimmie Ward interceptó el pase. Eso puso en marcha un metódico ataque de touchdown de 18 jugadas que consumió más de 11 minutos.

En la serie siguiente, un pase de Stafford rebotó en las manos del ala cerrada Tyler Higbee y llegó a los brazos de Ward, quien lo devolvió para un touchdown y una ventaja de 14-0.

Stafford y Higbee se recuperaron del error y conectaron un pase de touchdown de 10 yardas que acercó a los Rams a siete puntos.

Pero los Rams nunca estuvieron cerca de lanzar otra amenaza.

“Jugar contra un buen equipo como ese, que puede controlar el reloj y el balón de la forma en que lo hacen - esa no es la forma en que quieres jugar con esos tipos desde el principio”, dijo Stafford, quien completó 26 de 41 pases para 243 yardas y un touchdown, con las dos intercepciones.

El coordinador defensivo de los Rams, Raheem Morris, describió la semana pasada al ala cerrada de los 49ers, George Kittle, y al receptor Deebo Samuel como comodines porque pueden ser utilizados como los llamados “jokers” en la ofensiva.

Kittle atrapó cinco pases para 50 yardas y un touchdown. Samuel corrió para un touchdown en la primera mitad, y puso el partido fuera del alcance con un touchdown de 40 yardas de recepción y carrera en el cuarto trimestre que colocó el marcador en 31-7.

Jimmy Garoppolo, el asediado mariscal de campo de los 49ers, jugó sin errores. Completó 15 de 19 pases para 182 yardas y dos touchdowns.

Por su parte, la ofensiva de los Rams, sin el receptor lesionado Robert Woods, tuvo otro mal comienzo y contó con múltiples pases perdidos.

Los Rams, con una desventaja de 21-7 en el medio tiempo, abrieron la segunda mitad forzando a los 49ers a hacer un punt, pero los Rams se fueron de tres y fuera - dando a Shanahan más oportunidad de controlar el reloj y mantener el balón fuera de las manos de Stafford.

Los 49ers añadieron un gol de campo, y después de que dos posesiones consecutivas de los Rams terminaran con pases caídos en tercer lugar, los 49ers pusieron el juego fuera del alcance en la gran jugada de Samuel.

Beckham terminó con dos recepciones para 18 yardas. Miller realizó tres tackles, uno por pérdida.

“Los ‘Niners’ salieron y jugaron mejor que nosotros en todas las fases del juego”, dijo Beckham. “Esa es realmente la moraleja de la historia... simplemente nos superaron”.

Al igual que cuando se incorporó a los Rams hace unas semanas, Miller hizo referencia a que todavía se siente como si estuviera en una película.

“Hoy nos tocó una mala escena, pero siento que seremos capaces de luchar para salir de esto”, dijo. “Seremos capaces de recuperarnos de esto”.

Así pues, un objetivo cumplido. Beckham y Miller se aclimataron.

Ahora McVay debe encontrar la manera de que este equipo lleno de estrellas vuelva a la carga.

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