Los Bravos de Atlanta ganaron 88 juegos esta temporada, la menor cantidad de los 10 participantes en los playoffs y menos que dos equipos -Toronto y Seattle- que no llegaron a la postemporada, pero como se dice en esta época del año: Los récords se pueden tirar por la ventana.
Como ganadores de la no tan accidentada Liga Nacional Este, los Bravos no solo consiguieron el pase a la Serie de División de la NL, donde vencieron a los Brewers de Milwaukee en cuatro partidos, sino que tendrán la ventaja de jugar en casa en la Serie de Campeonato de la NL contra los Dodgers, un equipo de comodín que ganó 106 partidos en la temporada regular.
La batalla por el banderín de la NL es una revancha de la NLCS de 2020, cuando los Dodgers se sobrepusieron a una desventaja de 3-1 en la serie ganando los tres últimos partidos para conseguir un puesto en la Serie Mundial, donde vencieron a Tampa Bay en seis partidos para conseguir su primer campeonato desde 1988.
Joc Pederson bateó tantos jonrones de playoffs para los Dodgers entre 2015 y 2020 que le pusieron su nombre a un mes. El bateador zurdo ha continuado con sus hazañas de octubre en Atlanta, bateando dos jonrones en la serie de división, incluyendo un tiro de tres carreras para dar a los Bravos una victoria de 3-0 sobre los Cerveceros de Milwaukee en el tercer juego.
Pederson, que era un jugador en Los Ángeles, se marchó el pasado invierno en busca de más tiempo de juego, firmando un contrato de un año y 7 millones de dólares con los Cachorros de Chicago. Fue traspasado a Atlanta el 15 de julio y bateó .249 con un porcentaje de .752 en bases y slugging, siete jonrones y 22 carreras impulsadas en 64 partidos con los Bravos.
“Ese tipo no se cansa”, dijo el gerente de los Bravos, Brian Snitker. “Es como si estuviera en el patio de recreo. Al jugar contra él en la postemporada los últimos años, se notaba. Simplemente frena las cosas y no se deja atrapar por nada que no sea su at-bat”.
Los Dodgers están muy familiarizados con el letal bateo zurdo de Freddie Freeman, el ex destacado jugador de Orange El Modena High y jugador más valioso de la NL en 2020, que impulsó a los Bravos a la NLCS con un cuadrangular en la octava entrada ante el relevista de Milwaukee Josh Hader el martes.
El primera base de 32 años, que bateó .300 con un OPS de .896, 31 jonrones y 83 carreras impulsadas esta temporada, bateó .360 (nueve de 25) con dos jonrones y seis carreras impulsadas en la NLCS del año pasado, y habría logrado un tercer cuadrangular si el jardinero derecho de los Dodgers, Mookie Betts, no hubiera hecho una atrapada de salto en la pared para frenarlo en la quinta entrada del séptimo juego.
El jonrón de Freeman el martes fue el primero que Hader cedió a un bateador zurdo esta temporada. “Eso es lo que sueñas cuando eres un niño, pegar un jonrón para cerrar un playoff”, expresó Freeman. “Y que suceda, es algo increíble”.
Un caso agobiante de ansiedad por el rendimiento en 2015 descarriló la carrera del zurdo Tyler Matzek, un producto de Capistrano Valley High que fue una selección de primera ronda de los Rockies de Colorado en 2011.
Matzek, con la ayuda de médicos, psiquiatras y psicólogos, perseveró. Revitalizó su carrera con los períodos de 2018 y 2019 jugando para los Air Hogs de Texas de la liga independiente, firmó un contrato de liga menor con Atlanta antes de 2020 y se convirtió en uno de los mejores hombres de configuración del béisbol.
Mezclando una bola rápida de 96 mph con un slider de 85 mph, Matzek fue 0-4 con un ERA de 2.57 en 69 juegos esta temporada. Lanzó en los cuatro juegos de la serie de división, sin ceder carreras y tres hits en 4 1/3 entradas, y tuvo un ERA de 1.69 a través de 5 1/3 entradas de cuatro juegos de NLCS en octubre pasado.
A mediados de julio se especuló con que los Bravos, que acababan de perder al candidato a MVP Ronald Acuña Jr. por una lesión de rodilla que puso fin a la temporada, cayeron seis juegos atrás en la división y quedaron tres juegos por debajo de .500, podrían entrar en modo de venta y canjear al veterano as Charlie Morton.
En cambio, el gerente general Alex Anthopoulos, después de adquirir a Pederson, se fue de compras hasta el final, adquiriendo a los jardineros Adam Duvall de Miami, Jorge Soler de Kansas City y Eddie Rosario de Cleveland el 30 de julio. Desde entonces, los Bravos tienen un balance de 40-20 y lideran la Liga Nacional en anotaciones, con un promedio de 5.1 carreras por partido.
“Simplemente demostró que todavía creía en nosotros”, comentó el receptor Travis d’Arnaud sobre Anthopoulos. “Nos unimos más como grupo y empezamos a divertirnos de nuevo”.
Morton, de 37 años, tuvo un balance de 14-6 con un ERA de 3.34 y 216 ponches en 33 salidas. Max Fried, el zurdo de 27 años de la escuela preparatoria Harvard-Westlake de Studio City, tuvo un rendimiento de 14-7 con un ERA de 3.04 y 158 ponches en 28 salidas y lanzó seis entradas sin recibir ningún golpe en la victoria por 3-0 sobre Milwaukee en el segundo partido de la NLDS.
El derecho Ian Anderson, de 23 años, tuvo una actuación de 9-5 con una ERA de 3.58 en 24 salidas y lanzó cinco entradas cerradas en una victoria por 3-0 sobre los Cerveceros en el tercer partido de la NLDS.
La rotación de los Bravos no es tan dominante como la de los Dodgers, que cuentan con tres candidatos al Premio Cy Young: Max Scherzer, Walker Buehler y Julio Urias, pero Morton, Max Fried e Ian Anderson son más que capaces de respaldar al equipo en los partidos.
Los Bravos se enteraron dos horas antes del juego del martes que Soler, el poderoso bateador principal que bateó .269 con un OPS de .882, 14 jonrones y 33 carreras impulsadas en 55 juegos después de su intercambio desde Kansas City, dio positivo por COVID-19 y estará fuera por lo menos 10 días, lo que lo marginará para la mayor parte, si no toda, la NLCS.
Pero la alineación todavía tiene mucha fuerza con Freeman, el tercera base Austin Riley, que bateó .303 con un OPS de .898, 33 jonrones y 107 RBIs esta temporada, el segunda base Ozzie Albies, que bateó .259 con un OPS de .799, 30 jonrones y 106 RBIs, y el campocorto Dansby Swanson, que bateó .248 con un OPS de .760, 27 jonrones y 88 RBIs y reemplazó a Soler en el puesto de líder.
No se escuchará su nombre en la conversación de los grandes paradores en corto del juego, una lista encabezada por Fernando Tatis Jr, Francisco Lindor, Carlos Correa, Brandon Crawford y Corey Seager, pero Swanson silenciosamente reunió una de las mejores temporadas para un parador en corto en 2021.
En un año que comenzó con él perdiendo un caso de arbitraje, Swanson fue una fuerza ofensiva mientras jugaba 160 partidos. También es un defensor confiable con buen alcance y un brazo fuerte, como lo demostró en la victoria de la serie de la división del lunes cuando hizo una parada de buceo hacia atrás para salvar una carrera en la quinta entrada y convirtió un doble juego final de entrada para evitar otra carrera en la octava.
Es solo cuestión de tiempo que esta NLCS ofrezca una revancha entre Will Smith, el cerrador de los Bravos, y Will Smith, el receptor de los Dodgers. La primera no le fue muy bien al zurdo de Atlanta.
En el primer enfrentamiento entre lanzadores y bateadores de playoffs entre jugadores con el mismo nombre, el bateador de los Dodgers conectó un jonrón de tres carreras en la sexta entrada para borrar una ventaja de 2-1 de los Bravos en una eventual victoria de los Dodgers por 7-3 en el quinto partido de la NLCS de 2020.
Will Smith, el cerrador, fue sólido, pero no dominante esta temporada, yendo 3-7 con un ERA de 3.44 en 71 juegos, ponchando a 87 y caminando a 28 en 68 entradas. Convirtió 37 de 43 oportunidades de salvamento, pero cedió 11 cuadrangulares. Solo un cerrador, Ian Kennedy de Filadelfia, cedió más (12).
Pederson, un espíritu libre conocido por su atrevido vestuario, sus accesorios y sus cortes de pelo, vio un collar de perlas un día a mediados de septiembre, y se lo compró y empezó a usarlo durante los partidos. Rápidamente surgió una tendencia de moda en Truist Park, donde tanto los hombres adultos como los niños aparecen portando perlas.
“Vi las perlas y pensé: ‘¿Sabes qué? Eso se ve genial”, indica Pederson. “He hecho la cadena negra y la cadena de oro y todas esas diferentes, y creo que muchos otros jugadores lo han hecho. Pero no sé, me llamaron la atención. Me dije: ‘Sabes, esos se ven bien’. Y le envié un mensaje a mi joyero y compré algunas. Y [los fans] se volvieron locos”.
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