Encuesta: ¿Por qué siguió el grito homofóbico en la Copa Oro 2021 cuando estaba prohibido? ¿Habrá solución?

LAS VEGAS, NEVADA.- Durante la pasada Copa Oro 2021 uno de los dolores de cabeza más fuertes para los organizadores fue el famoso cántico homofóbico que persistió en algunos sectores de la afición mexicana, el cual provocó la suspensión temporal de los cotejos de México en el torneo y estuvo a punto de provocar que un partido del Tricolor se efectuara a puertas cerradas.

Antes de la Copa Oro, México fue sancionado para los primeros dos partidos de local de la próxima eliminatoria mundialista debido a cánticos homofóbicos hacia el portero rival durante el Preolímpico en Guadalajara, precisamente en la ciudad en donde se cree que inició el cántico polémico en el Preolímpico de 2004.

Tanto los organizadores, jugadores y patrocinadores se dieron a la tarea de detener el grito en partidos amistosos del Tri previo a la Copa Oro 2021 y aunque dio resultado en lugares como Atlanta y Los Ángeles, en ciudades de Texas durante la primera fase del torneo aún se escuchó el grito, a pesar de que se le advirtió claramente a la afición mexicana que esta actitud podría provocar la suspensión de un partido, el veto de toda la afición para un cotejo o hasta la pérdida de puntos del Tricolor.

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El primer incidente fue durante el juego inaugural para el Tri en la competencia ante Trinidad y Tobago, justo cuando México no podía anotar y uno de sus mejores jugadores, Hirving Lozano, salió lesionado del partido, y eventualmente del torneo, tras una dura entrada que no fue sancionada por el árbitro.

A causa de esos incidentes ante Trinidad y Tobago, el encuentro ante Guatemala en la fase de grupos estuvo a punto de ser realizado a puertas cerradas, algo que hubiese significado pérdidas millonarias para los organizadores. Al final, solamente resultó en una advertencia.

Los organizadores de los partidos del Tri en Estados Unidos se estarían engañando a sí mismos si creen que el grito desaparecerá. El grito persistirá porque la gran parte de la gente aún no está completamente convencida que es algo malo.

“El tema no es de mala leche”, aclaró Caramelo, un aficionado chihuahuense que ha acompañado al Tricolor a nueve mundiales y un símbolo de la afición mexicana a nivel internacional. “Realmente es de las pocas cosas que nos han salido bien. De repente en algunos están cantando el Cielito Lindo, otros el Chiquitibun, otros el Olé, Olé, o México RaRaRa, Nunca nos ponemos de acuerdo. Sin embargo, en el despeje del portero, nos sale fabuloso, estupendo… pero necesitamos buscar un sustituto”.

Por otro lado, un aspecto muy preocupante es que en esta Copa Oro 2021, cierta afición encontró en el grito homofóbico un significado distinto: los usaron como una señal de protesta cuando ven algo que no les gusta en la cancha.

El grito se escuchó casualmente cuando el Tricolor enfrentaba alguna adversidad en el marcador o el árbitro tenía una decisión polémica.

“Muchas veces al inicio de la Copa Oro, la selección no estaba bien, no jugaba bien, y muchas veces por no estar a gusto con la selección, (el grito) era una manera de perjudicarlo, pero nos estamos perjudicando a nosotros mismos”, aceptó Adan Olguín, aficionado mexicano de Utah que acudió a Las Vegas para ver la final.

“Es frustración. Lo viste en el primer partido. El ‘Chucky’ no puede estar de esa manera así sin que el árbitro haya marcado un penal, sin haber expulsado a alguien. No es una excusa, pero nos vamos muy fácil al otro extremo cuando nos enojamos”, explicó Basilio Arroyo, un aficionado michoacano que acudió a Las Vegas.

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Al escuchar los diferentes motivos de la existencia del grito, uno se da cuenta que el problema es complejo. Pero al final del día, ¿habrá alguna solución para este problema?

“Es cuestión de cultura. Si la cultura no la cambiamos, no vamos a cambiar. Es cuestión de educación. En México el grito no ofende a nadie. En cualquier otro país del mundo ofende a otra raza. En el pueblo no hay ningún problema, por qué nosotros nos llevamos así. La cultura tenemos que cambiarla en la manera que nos expresamos con otra gente de otras naciones. En nuestro pueblo, aguantamos todo”, explicó Arroyo, quien desafió los precios sumamente inflados de las entradas, el estacionamiento de $100 y un calor de más de 100 grados en el Allegiant Stadium.

Para algunos, la solución sería que la selección jugara a puertas cerradas y de esa forma los castigados serían los organizadores.

“Nosotros pagamos $500 a $800 para estar aquí y todos podemos hablar lo que queramos. Este es un país de libre expresión”, señaló Sandra Kilser, de San Francisco, antes del partido de México ante Estados Unidos en la final.

Para otros, la FIFA no entiende el lado cultural del grito y existe hipocresía en la máxima organización del futbol.

“Donde van a hacer el Mundial, Catar, andan matando a la gente que es (homosexual)… nosotros lo estamos haciendo por la cultura, pero ellos por el dinero”, indicó Juan González, de Ontario, California, quien también viajó a la final de Copa Oro 2021.

Otros, como Arroyo, piensa que se puede erradicar el cántico con la tecnología.

“Hay que castigar a todo el que grite y no dejar entrarlo a un estadio durante toda su vida. Se puede hacer”, añadió el aficionado michoacano.

“Hoy hay cámaras en cada esquina”.

Armando García Parra contribuyó a este reportaje.