El destino de Chargers es incierto; la hermana de Dean Spanos pide a la corte que obligue la venta del equipo
Una presentación legal de Dea Spanos Berberian que busca forzar la venta de los Chargers cita $353 millones en deuda de fideicomiso familiar
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En un intento por forzar la venta de los Chargers, una hermana del dueño Dean Spanos, presentó una petición en la Corte Superior del Condado de Los Ángeles el jueves. En ella, argumenta que la creciente deuda ha puesto en peligro las finanzas de la familia y que la única solución es poner la franquicia de la NFL en el mercado.
La petición de Dea Spanos Berberian, que actúa como cofiduciaria del fideicomiso familiar junto con su hermano, alega que las deudas y los gastos del fideicomiso superan los $353 millones. Además, según la presentación, el fideicomiso no tiene un plan para pagar más de $22 millones que ha prometido a organizaciones benéficas.
“Cada día que pasa aumenta el riesgo de que los beneficiarios de la caridad y el legado de la familia Spanos sufran un daño financiero y de reputación irreparable”, dice la petición.
Cuando los Chargers se mudaron a Los Ángeles en 2017 después de 56 temporadas en San Diego, se enfrentaron a la desalentadora tarea de pagar una cuota de reubicación de $650 millones a la NFL y construir una base de fans en un mercado abarrotado de deportes universitarios y profesionales. Ahora tienen una superestrella emergente como quarterback en Justin Herbert y comparten el estadio SoFi, de $5.000 millones, con los Rams.
Pero la presentación de 156 páginas plantea interrogantes sobre el futuro de la franquicia propiedad de la familia Spanos desde 1984 y revela una disputa familiar que hasta ahora se ha desarrollado en privado.
En una carta de noviembre de 2019 incluida con la presentación judicial, Dean Spanos prometió a sus tres hermanos que retendría un banco de inversión al final de la temporada 2024 en un esfuerzo por encontrar un nuevo propietario. Berberian sostiene que la situación es demasiado grave para esperar.
Según la presentación, Berberian “intentó numerosas veces y de numerosas maneras” resolver la disputa. Eso incluyó una mediación con un juez retirado del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles que no funcionó.
“Dean se niega a considerar una venta de la participación del fideicomiso en los Chargers, insistiendo en que los cofideicomisarios continúen pidiendo más y más préstamos, y en obligar a las organizaciones benéficas y a los beneficiarios a esperar durante años y a “tener esperanzas” mientras Dean sigue especulando con un equipo de futbol americano”, dice la petición. “Dean no ha presentado ningún plan para hacer frente a la sombría situación financiera del Trust, porque no hay otro plan que el instado por [Berberian]. Dean simplemente se niega a discutirlo. ... Su plan es la esperanza”.
En respuesta a la presentación, Dean Spanos y dos de sus hermanos publicaron el jueves un comunicado en el que se comprometían a mantener el equipo en la familia. Dijeron que, si era necesario, estaban dispuestos a comprar la participación de su hermana en la franquicia.
“Para nosotros tres, los Chargers son uno de los legados más importantes de nuestra familia, como lo fue para nuestros padres”, decía el comunicado. “Desafortunadamente, nuestra hermana Dea parece tener una agenda personal diferente y equivocada”.
Añadieron: “Las operaciones de los Chargers no se verán afectadas en absoluto por este asunto”.
Adam Streisand, el abogado de Berberian, declinó hacer comentarios. Streisand representó previamente a Steve Ballmer en su compra de los Clippers por $2.000 millones y a Jeanie Buss en la lucha legal familiar que la consolidó como propietaria mayoritaria de los Lakers. Un portavoz de la NFL también declinó hacer comentarios sobre la petición.
Aunque Forbes valoró a los Chargers en $2.600 millones el año pasado, la petición de Berberian describe al equipo como un “raro activo que tiene más un valor simbólico” y señala que “el precio que un comprador está dispuesto a pagar no suele estar dictado por ninguna métrica económica”. La NFL finalizó recientemente nuevos acuerdos de derechos de los medios de comunicación que podrían valer más de $10 mil millones al año, algo que la presentación afirma “sin duda atraerá a los compradores potenciales.
La petición señala los informes de que el fundador de Amazon.com, Jeff Bezos, con una fortuna calculada en $180 mil millones, está interesado en convertirse en propietario de algún equipo de la NFL, y la presentación legal dice que “los Chargers podrían ser una oportunidad perfecta”.
Hace casi cuatro décadas, el patriarca de la familia, Alex Spanos, compró una participación mayoritaria en los Chargers de San Diego por $40 millones.
Cada uno de sus cuatro hijos adultos -Alexandra Spanos Ruhl, Michael Spanos, Dean Spanos y Berberian- posee el 15% de los Chargers. El fideicomiso familiar controla el 36% del equipo, y el resto es propiedad de personas ajenas a la familia. Tras la muerte de Alex Spanos y su esposa, Faye, en 2018, Dean Spanos, el mayor de los cuatro hijos, y Berberian quedaron como únicos cofiduciarios.
La participación en los Chargers constituye el 83% de las participaciones del fideicomiso. La petición pinta un panorama sombrío de sus finanzas, estimando un déficit anual de 11 millones con poco flujo de caja, por lo que no hay razón para creer que los números mejorarán. La deuda incluye $164 millones “asociados a la participación del fideicomiso en los Chargers” y al menos $75 millones en concepto de impuesto sobre el patrimonio.
“En lugar de tratar de monetizar los activos ilíquidos para pagar las deudas y los pasivos, y hacer las distribuciones a los beneficiarios, los Co-Fideicomisarios han estado pidiendo préstamos, incluyendo el préstamo de un banco para pagar a otro”, dice la petición. “Mientras tanto, el fideicomiso está tan concentrado en poseer una participación minoritaria en un equipo de futbol americano profesional que los beneficiarios no tienen más remedio que depender casi exclusivamente del auge o la caída del equipo”.
La petición pide al tribunal que ordene a Berberian y a Spanos que tomen medidas para vender la participación del fideicomiso de los Chargers y que invoquen una disposición de la ley de fideicomisos que exigiría a los demás accionistas del equipo hacer lo mismo.
Patrick Goodman, un experto en derecho sucesorio que enseña en la UCLA, cree que la petición plantea problemas graves.
“Un fideicomisario del fideicomiso tiene un deber con los beneficiarios, independientemente de cómo los cofideicomisarios puedan ver sentimentalmente el activo”, dijo. “No importa lo apegados que estén los cofideicomisarios a la idea de poseer un equipo de futbol americano si eso va a hacer que los beneficiarios pierdan su dinero”.
Dean Spanos ha controlado la gestión diaria de los Chargers desde 1994. Sus hijos también tienen papeles clave. John supervisa las operaciones de futbol americano del equipo y A.G. dirige la parte comercial.
Antes de que los Chargers se trasladaran a Los Ángeles -el cambio llevó a un columnista a calificar a Dean Spanos como el “hombre más odiado” de San Diego-, guardaba una copia de la autobiografía de su padre en su despacho. Tenía una página marcada para poder consultarla rápidamente. Subrayaba la importancia que la familia tenía en sus decisiones.
“Una base familiar sólida: Es la base de todo”, decía el pasaje esencial. “Sin la familia, te quedarás emocionalmente vacío, por muy fabulosos que sean tus logros”.
El redactor del Times Sam Farmer contribuyó a este informe.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
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