El camino de Diego Rossi hacia Europa sigue dependiendo del éxito del LAFC

Diego Rossi se está moviendo. Solo que no se va tan lejos como esperaba.

Cuando Rossi dejó Uruguay para firmar con el LAFC, entonces un club de expansión de la MLS, se suponía que era el primer paso en el camino hacia un gran club de futbol en Europa. Tres años después, sigue aquí.

Así que este mes, él y su mujer, Vivian, se trasladan a un lugar un poco más cercano a la oficina, que en el caso de Rossi es el estadio Banc of California, no Inglaterra. Si usted cree que eso le ha dejado con un mal sabor, es que no conoce a Diego Rossi.

“Más que nada, quiero mejorar y ayudar al equipo a seguir mejorando también”, dijo en español. “No pienso tanto en las cosas individuales”.

“Pero evidentemente es un objetivo que tengo desde pequeño”.

Un objetivo que posiblemente se acercó durante una temporada 2020 en la que Rossi se convirtió en el líder goleador más joven de la historia de la MLS mientras llevaba a su equipo a los playoffs, solo para perderse la postemporada tras dar positivo por COVID-19. Sin embargo, tanto en los buenos como en los malos momentos, Rossi se ha negado a llamar la atención, prefiriendo el anonimato antes que el reconocimiento.

“Lo que nos gusta de Diego y de nuestros jugadores es que se preocupan más por el éxito del equipo que por el éxito individual”, dijo el director general del LAFC, John Thorrington, quien contrató a Rossi. “Cualquier gran equipo tiene un grupo de jugadores que renuncian a su ambición personal al servicio del equipo y de los objetivos del mismo. Diego es sin duda una de esas personas”.

Para el LAFC, la dedicación de Rossi podría ser un arma más importante que su potente pie derecho, que le ha ayudado a marcar 42 goles en tres temporadas.

Cuando Rossi se enteró de que la MLS limitaba el número de jugadores internacionales que podía incluir un equipo, consiguió una tarjeta verde de residente permanente en Estados Unidos para flexibilizar la plantilla. En el momento que el capitán Carlos Vela, máximo goleador de la liga en 2019, decidió no jugar en el torneo MLS Is Back del verano pasado, Rossi no solo tomó el rol, sino que lideró el torneo con seis goles.

Y cuando Vela se rompió el ligamento colateral de la rodilla izquierda en su primer partido de vuelta, Rossi siguió marcando, terminando la temporada regular con un máximo de 14 goles en la liga, convirtiéndose él y Vela en los primeros compañeros de equipo en liderar la MLS en goles en temporadas consecutivas.

Rossi, de 23 años, desvía los elogios del mismo modo que los buenos porteros desvían los disparos. Por eso, cuando ganó el Botín de Oro la temporada pasada, dio las gracias a sus compañeros.

Esa humildad podría perjudicar a Rossi en su intento de seguir a su antiguo compañero de equipo Brian Rodríguez a Europa. Rodríguez, que jugó al lado de Rossi en la delantera del LAFC y en la selección uruguaya, rindió lo suficientemente bien como para que el Almería, de la segunda división española, lo adquiriera cedido este invierno. Porque para apreciar de verdad las aportaciones de Rossi, hay que fijarse en algo más que en los resultados de los partidos.

Por eso, Vela, que jugó 12 temporadas en Europa, dijo que uno de sus objetivos este año será dar a conocer a Rossi con la esperanza de atraer a algún equipo europeo.

“Diego y yo tenemos una gran relación”, dijo Vela. “Es joven, así que siento que debo mostrarle el camino. En mi mente tengo claro que Diego tiene que ir a Europa”.

“Estoy tratando de enseñarle muchas cosas. ‘Lo estás haciendo bien, eres un buen jugador. Pero vamos, puedes ser mejor y tienes que ir a Europa y demostrar allí que eres bueno’”.

Thorrington, que comenzó su carrera profesional en Inglaterra, cree que Rossi podría ser ya lo suficientemente bueno.

“Como evaluador de talentos, si la pregunta indirecta es: ‘¿Es Diego lo suficientemente bueno para jugar al máximo nivel en Europa?’ Mi respuesta es absolutamente”, dijo.

Rossi dice que con el regreso de Vela está encantado de devolverle su papel de fiel compañero, aunque eso signifique menos disparos y menos goles.

“Cada uno va a disparar cuando tenga la oportunidad”, dijo Rossi, que ha sido titular en 82 partidos con el LAFC, un récord de la franquicia. “Jugamos como un equipo y creamos ocasiones, y cuando uno tiene la oportunidad, puede disparar”.

Hijo de padre de ascendencia italiana y madre de ascendencia armenia, Rossi nació en Montevideo, la ciudad más grande de Uruguay, donde empezó a jugar al futbol en el Centro Deportivo Solymar cuando tenía 6 años.

Pronto llamó la atención de Peñarol, el equipo más laureado del país, que lo invitó a jugar en su academia cuando tenía 11 años. Cuando debutó en el primer equipo con 17 años, ya había jugado más de 60 partidos con las selecciones juveniles de Uruguay.

Tras marcar 12 goles en tres temporadas en Peñarol, Rossi fichó por el LAFC y marcó el primer gol de la historia del equipo el día antes de su cumpleaños 20º. Si esa fue su fiesta de presentación, la temporada pasada fue la coronación de Rossi, aunque no terminó como él esperaba. Se perdió la derrota de la primera ronda de los playoffs tras dar positivo por COVID-19 mientras estaba de servicio en su país, y luego vio cómo su gol en la segunda parte era borrado en los últimos 18 minutos de la derrota por 2-1 ante el Tigres de México en la final de la Liga de Campeones de la CONCACAF.

“Me dejó un sabor de boca un poco amargo, pero son cosas que pasan en el futbol”, manifestó.

Ese sabor se desvaneció rápidamente, dijo Rossi, porque no tiene ni el tiempo ni la energía para mirar hacia atrás. Así que afronta esta temporada con una nueva casa, un antiguo compañero de equipo y el mismo objetivo de encontrar su camino a Europa.

“Siempre intento mirar el lado positivo de las cosas”, subrayó. “Nunca me he detenido mucho a pensar en lo negativo, porque no puedes hacer nada al respecto. En cambio, pienso en las cosas bonitas que pueden venir”.

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