Kawhi Leonard no ocultó su tristeza tras la ausencia de cargos por el tiroteo de Jacob Blake

Horas después de que un fiscal de Wisconsin se negara a presentar cargos contra un policía blanco que mató a un hombre negro por la espalda en agosto, un tiroteo que desencadenó un paro de jugadores de la NBA que se vio amplificado por las protestas en numerosas ligas deportivas profesionales, la estrella de los Clippers, Kawhi Leonard, dijo el martes por la noche que estaba triste pero esperanzado de que los proyectos de ley de reforma de la policía podrían conducir a cambios a largo plazo.

“Hay que cambiar a la gente que lleva el uniforme”, dijo Leonard tras la derrota de los Clippers por 116-113 en el Staples Center contra San Antonio. “No puedo modificar los pensamientos de las personas. Se tiene que sacar a esa gente de esos uniformes, como dije. Lo único que podemos hacer es cambiar lo que podemos cambiar. Hacer lo que podemos hacer en nuestras comunidades, seguir educando a las personas y a los policías”.

“No sé, no soy un político, pero como dije antes, voy a continuar haciendo lo que pueda para educar a los jóvenes, a los chicos negros de las comunidades en las que crecí en L.A., en toda California, y seguir avanzando. Pero tenemos que cambiar a los policías”.

La representante Karen Bass (D-Los Angeles), líder del Caucus Negro del Congreso, se reunió virtualmente con los Clippers en septiembre para abordar las formas en que podrían utilizar su fama para crear conciencia en torno a las medidas de reforma de la policía, como la Ley de Justicia en la Policía de George Floyd, que fue aprobada por la Cámara antes de su estancamiento en el Senado.

Recordando la discusión de septiembre, el entonces entrenador de los Clippers, Doc Rivers, dijo que el mensaje de Bass se centraba en “lo importante que son las protestas porque les presiona y consigue que las cosas pasen”.

“Hablamos con los senadores de la ciudad o del estado e intentamos cambiar algunas cosas, como dije, pero lleva tiempo”, manifestó Leonard el martes. “Con suerte en el futuro podremos conseguir que estos tipos dejen de dispararnos. Es triste”.

El encuentro de septiembre con Bass se produjo una semana después del video de Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin, lo que llevó a los Bucks de Milwaukee a negarse a tomar la palabra durante el quinto partido de su serie de playoffs de primera ronda contra Orlando. Los Bucks no habían discutido su decisión con otros equipos, pero el acto condujo rápidamente a un abandono, el aplazamiento de los otros dos partidos de los playoffs esa noche, y una reunión nocturna de jugadores en la “burbuja”, en la que discutieron si continuar la temporada o no.

En el período previo a la reanudación de la liga, tras la muerte de George Floyd en Minneapolis mientras se encontraba bajo custodia policial, varios jugadores habían expresado su renuencia a centrar su energía en reanudar el juego en un momento en que las protestas que denunciaban la desigualdad racial se apoderaban de las ciudades de todo el país. El aplazamiento de la liga terminó después de tres días cuando la liga acordó crear una coalición de justicia social y trabajar para convertir las arenas en lugares de votación.

El abogado defensor del condado de Kenosha, Michael Gravely, anunció el martes que no se presentaron cargos contra el agente Rusten Sheskey porque no podía refutar la afirmación del oficial de que había actuado en defensa propia porque Sheskey “temía que Jacob Blake lo apuñalara con el cuchillo”.

En respuesta, los Bucks dijeron en una declaración que seguirían trabajando para promulgar cambios de política relacionados con el uso de fuerza excesiva por parte de la policía.

“El año pasado arrojó luz sobre las continuas injusticias raciales a las que se enfrentan nuestras comunidades afroamericanas y otras comunidades marginadas”, decía la declaración del equipo. “Los casos recurrentes de uso excesivo de la fuerza y la escalada inmediata en la participación de la comunidad negra deben cesar”.

Pero “una y otra vez sigue sucediendo”, dijo Leonard. “Seguimos haciendo cosas para mejorar la comunidad y tratar de conseguir mejores leyes para los oficiales con sus armas de fuego, pero es triste. Es triste. Es difícil pensar en ello”.

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