Dominick Cruz dijo que su regreso al octágono ha sido complicado para enfrentar a Henry Cejudo en UFC 249

Dominick Cruz no ha peleado desde el 30 de diciembre del 2016, cuando perdió el cinturón de peso gallo en la velada de UFC 207 ante Cody Garbrandt. El oriundo de San Diego, regresará al octágono después de un poco más de tres años en medio del silencio creado por la pandemia del coronavirus.

Cruz (4-2) buscará arrebatar el título que ostenta el mexicoamericano Henry Cejudo (9-2) el sábado 9 de mayo (7 p.m., ESPN+) en Jacksonville, Florida, en la función de UFC 249. La pelea no será fácil para Cruz, quien dijo sentirse fuerte y listo para el combate que se desarrollará en total silencio debido a que se peleará a puerta cerrada.

El peleador ha tenido que lidiar con varias cirugías en estos tres años, aunque estuvo listo con anterioridad e incluso había planes para volver con anticipación, sin embargo, las cosas no fueron dando. El rival de Cejudo ni siquiera iba a ser él sino Jose Aldo.

Sin embargo, Cruz enfatizó que su regreso ha sido algo complicado, en especial para dar el peso.

“Siempre es desagradable”, dijo Cruz en la conferencia de prensa virtual el jueves. “Mi cuerpo está sano. Estuve lidiando con una lesión en el hombro durante tres peleas por el título”.

Cruz explicó que usó un tratamiento para su recuperación que le dio resultado: “Acabo de poner células madre en mi cuerpo. Me dolía constantemente... Ya no tengo que hacer nada de eso. Mis rodillas están más fuertes que nunca. Mis manos están completamente reconstruidas. Me siento genial. Para ser honesto, realmente lo hago. Me siento más fuerte que en mucho tiempo”.