HERNÁNDEZ: El MMA es el nuevo rey del deporte de combate
En los tres rounds que le tomó a Masvidal para derrotar a Díaz después de cortarlo, Álvarez tuvo que esperar en su sofá en el vestuario
- Share via
LAS VEGAS. — Dwayne Johnson, un actor y luchador profesional, quien es mejor conocido como The Rock, apareció en las pantallas gigantes con lo que parecía ser un cinturón en el hombro. En lugar de que ese cinturón sea de una organización de lucha o de algún organismo que sanciona deportes de combate, el cinturón estaba adornado con las letras “BMF”. Johnson, sonriente, pasó por la gente, mientras que los aficionados del MGM Grand Garden Arena se pararon y apuntaron sus celulares hacia el pasillo que conecta los vestuarios y el ring.
Johnson nunca salió. Claro que no. Estaba en Nueva York para UFC 244.
DAZN, el servicio de transmisiones en vivo que tuvo la pelea de Canelo Álvarez ante Sergey Kovalev el sábado por la noche no quería que el evento principal sucediera al mismo tiempo que la función de artes marciales mixtas. El MGM Grand tenía una opción. Sus clientes enojados fueron forzados a ver un ring vacío mientras enseñaban la pelea de UFC entre Jorge Masvidal y Nate Díaz. Los que tomaron la decisión eligieron enseñar la victoria de Masvidal.
En los tres rounds que le tomó a Masvidal para derrotar a Díaz después de cortarlo, Álvarez tuvo que esperar en su sofá en el vestuario. Álvarez ha sido el “lado A” en cada una de sus peleas, pero su deporte fue relegado a ser el “lado B” el sábado por la noche.
Esta escena bizarra sucedió en lo que fue el Día de los Muertos en México, lo cual es apropiado completamente. El nocaut en el onceavo asalto de Álvarez sobre Kovalev bien pudo haber sido el servicio fúnebre del boxeo. Sin importar si DAZN sabía de las implicaciones que representaba el demorar la entrada de Álvarez, su decisión reconoció lo que muchos otros ya saben: las artes marciales mixtas son el nuevo rey del deporte de combate.
Álvarez no es un peleador cualquiera. Es la atracción más grande del boxeo. Dio una presentación electrizante ante Kovalev para conquistar el campeonato de peso semipesado, al conectar una tremenda derecha sobre la quijada del ruso, que lo mandó a las cuerdas y terminó con una contienda que parecía cerrada hasta el onceavo round. Álvarez fue sometido a una indignidad, el cual sus homólogos Muhammad Ali, Ray Leonard, Óscar de la Hoya y Floyd Mayweather nunca vivieron.
La evidencia de un deporte que pierde fuerza fue obvio al momento de promover esta pelea. Típicamente hay un ambiente de fiesta en el pesaje y es lo que impactó especialmente. La afición el viernes era muy poca y le faltaba entusiasmo. En la noche de la pelea, había bloques de 12 asientos que aún podían ser comprados en cuatro de las seis categorías de asientos, incluyendo tres de los menos caros. Incluso al momento que Álvarez peleó, habían partes grandes en las que habían asientos vacíos en la arena.
Lo que sucedió fue alarmante para gente que trabaja en el deporte, que no estaba afiliada a la promoción.
Stephen Espinoza, el presidente de Showtime Sports, quien estaba en Las Vegas para promover un show que iba a trasmitir su cadena, aceptó que estaba preocupado.
Espinoza dijo que este era un “año de ajuste” para el boxeo, ya que había un porcentaje significante de televisoras que han mudado sus transmisiones a internet en vivo, como DAZN y ESPN+. La competencia más grande de Showtime en cable, HBO, no está en el negocio del boxeo.
Aunque muchos en el deporte están motivados por el nuevo capital que existe en el deporte, hay muchos que están preocupados.
“Hay algunos en el mercado que sido muy abiertos en querer estar en las trasmisiones en vivo y quieren utilizar el boxeo como un escalón”, declaró Espinoza. “Y eso no habla bien de la forma que tratan el deporte y su compromiso a largo plazo con el deporte. ¿Qué es lo que va a pasar aquí? Van a dejar atrás todas esas expectativas y otros van a tener que limpiar todo el desorden que van a dejar estos cuando se vayan”.
Espinoza tiene un interés al declarar eso, pero eso no quiere decir que lo que él diga no sea legítimo. También habló de una sobresaturación del mercado.
“Hay mucho boxeo en TV, hay mucho boxeo disponible”, dijo Espinoza. “Cuando ves el número de peleas que se están haciendo en los mercados, es difícil de implementar calidad. Hay un tremendo ruido en el mercado. A menos de que seas el mejor de los aficionados de hueso colorado, es difícil saber cuáles son las peleas grandes, cuales son las medianas y cuáles son las de prospectos”.
Espinoza agregó: “es como si estuviéramos televisando cada partido de las ligas menores de béisbol a nivel nacional”.
Y el deporte ya ha gritado - o dicho que es una pelea grande- demasiadas veces.
“No hay un deporte que exista y que haya mentido más a sus aficionados que el boxeo”, declaró Espinoza. “Los comentaristas mienten, los promotores mienten y eso no es saludable. El futbol americano universitario no vende cada juego como si fuese Alabama-LSU. No todos los juegos de la NFL son el Super Bowl. Algunas veces, son solo un juego. Creo que es contraproducente cuando tratamos de vender algo como algo que no es”.
El boxeo tiene problemas. Claro que los tiene. Siempre lo ha tenido y siempre lo tendrá. Lo nuevo aquí fue la magnitud de estos problemas, con la disfuncionalidad ahora a una escala que le afecta al peleador más popular en el deporte.
Lo que el boxeo recibió esta semana fue más que un aviso. Fue un certificado de defunción.
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.