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Plaschke: La emoción de una nueva postemporada de Dodgers alimenta el miedo de otro fracaso

Members of the Los Angeles Dodgers practice for Game 1 of the NLDS baseball game against the Washington Nationals Wednesday, Oct. 2, 2019, in Los Angeles. (AP Photo/Mark J. Terrill)
(Mark J. Terrill/AP)

Los Dodgers tienen un techo de posibilidades que nunca ha estado tan alto aunque el miedo a perder tampoco ha sido tan grande

¡Octubre ha vuelto!

Oh no, octubre está de regreso.

¡Qué bueno que los Dodgers están en los playoffs por séptima ocasión consecutiva!

Qué cruel sería si se convierte en otro mes infernal.

¡Este podría ser el equipo que rompa una sequía de 31 años y que gane la Serie Mundial!

Este podría ser el equipo que finalmente nos parta en dos.

Una vez más, ¡vamos Dodgers!

Una vez más, ¿podrían no arruinar esto?

Cuando los Dodgers arranquen la postemporada en la Serie Divisional de la Liga Nacional ante los Nationals de Washington este jueves en Dodger Stadium, serán un equipo que está con los pies en la línea entre dos legados.

Una victoria en la Serie Mundial los podría colocar como una de las dinastías más grandes en la historia deportiva de esta ciudad. Otro fracaso en la postemporada, particularmente otra derrota en la Serie Mundial, podría alterar la dirección a algo lamentable, al territorio de los Bills de Buffalo.

Es imposible ver a este equipo sin tener una anticipación increíble y un tremendo miedo. La percepción es particularmente más evidente en este octubre, con un techo de posibilidades que nunca ha estado tan alto aunque el miedo a perder tampoco ha sido tan grande.

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No existe la necesidad de tener un récord de 106 victorias para demostrar que este fue uno de los mejores equipos en la historia de las temporadas regulares de Dodgers. Es el mejor equipo que he visto en mis 31 años siguiéndolos. Es el equipo más fuerte que Dave Roberts ha tenido en cuatro años haciendo esto.

“Creo que, de abajo hacia arriba, es el mejor equipo que hemos tenido”, declaró Roberts esta semana.

Pero están bateando en contra de la historia. Están haciendo sparrings ante sus propios fantasmas. Tienen en sus hombros el peso de seis octubres de temporadas exitosas- han estado en dos Series Mundiales y en cuatro Series de Campeonatos de la Liga Nacional- pero empañadas por colapsos inexplicables, caídas impresionantes y Yu Darvish.

“En lo que se refiere a la Serie Mundial y no ganarlo todo, creo que está en nuestras mentes”, declaró Roberts.

Está en la mente de todos los aficionados de los Dodgers que van a apoyar a este equipo en la felicidad como en el dolor. Los juegos son una mezcla de partidos que no se pueden perder y partidos que no se pueden ver. La marca del clamor de Dodger Stadium solamente puede ocurrir cuando hay un silencio de 50,000 personas que contienen su respiración.

Uno espera lo mejor porque ya ha estado muy cerca de lo mejor.

Nos hemos emocionado con un jonrón decisivo de Justin Turner ante los Cachorros de Chicago o un batazo de Max Muncy ante los Medias Rojas de Boston, y los triunfos en partidos de vida o muerte ante Washington y Milwaukee. Hemos sentido la champaña en los vestuarios de Wrigley Field, así como en la gran atrapada de Chris Taylor en Miller Park y hemos sido testigos de las lágrimas de Clayton Kershaw.

Sin embargo, presentimos lo peor porque hemos vivido lo peor.

Ya hemos gritado en los innings a mitad del partido de Kershaw, los episodios finales de Kenley Jansen y la decisión de Roberts de sacar a Rich Hill. Hemos estado en un Juego 7 de una Serie Mundial que terminó en cuestión de siete minutos y otro juego que se decidió con tres hombres al bate.

Los Dodgers usualmente te hacen sonreír, con un Chávez Ravine que rompe récords y que le permite tener la ventaja de local. Pero en esta fecha del año, los aficionados podrían perder la cabeza y ellos lo saben.

“No hay nada peor que perder en la postemporada, especialmente cuando tienes a los mejores aficionados”, dijo Roberts. “Sabemos de la responsabilidad de hacer las cosas bien, de jugar los 27 outs, de traer el campeonato a casa. Nuestra meta es ganar el campeonato, todo lo que sea menos que eso sería una decepción muy grande para nosotros”.

Entonces ¿qué va a suceder en esta ocasión? ¿Campeonato finalmente o decepción otra vez?

Roberts cree que están cerca de ganar el título al decir que “tenemos el equipo para lograr eso”, y estoy de acuerdo. Pero, como siempre con este equipo en esta fecha del año, están pasando muchas cosas negativas para poder garantizar algo.

Sí, este es un grupo experimentado que ha pasado por mucho. Ha ganado un Juego 7 de visita, ha triunfado en un juego de 18 innings en una Serie Mundial, ha ganado a los Nacionales en D.C., y ha vencido a los Cachorros en el propio Wringley- y no hay nada que los haga temblar.

“En el mejor de los casos, nosotros ya hemos estado ahí, en todo”, declaró Roberts. “No hay nada nuevo para nosotros”.

Por otra parte, ¿Qué tan pronto pueden cambiar el switch después de no jugar un partido importante en meses? Han liderado el Oeste de la Liga Nacional por nueve juegos desde el 1 de junio y desde ahí han tenido un día de campo. Oh, esperen, también jugaron tres juegos con relativa presión ante los Yanquis de Nueva York en agosto. Y sí, perdieron dos y debieron de perder los tres.

Cuando se trata de una alineación, comienza con el lanzador inicial. Tienen al mejor en el deporte con un ERA de 3.11, mejor por media carrera en comparación de los grandes Astros de Houston. Tienen buenos lanzadores, con poder y con experiencia en juegos grandes.

Por otra parte, esa experiencia no siempre ha sido buena. El ERA de Kershaw es de 4.32 y Hyun-Jin Ryu fue 0-2 en octubre pasado. Luego está el inicialista del Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Nacional, Hill, quien no ha lanzado más de tres innings desde junio pasado.

Los Dodgers también fueron dominantes durante la temporada regular en el plato, liderando la liga en carreras, jonrones y OPS. Es una alineación llena de bateadores más pacientes que nunca, más bateadores que nunca, diferentes bates, y que cuentan con varias maneras de ganarte.

“Es nuestra plantilla más versátil”, dijo Roberts.

También está Turner, quien solamente ha jugado cinco juegos completos en septiembre, probablemente el Jugador Más Valioso, Cody Bellinger, quien ha disminuido su producción en la segunda mitad de la temporada y tiene un promedio de postemporada en su carrera de .172, y ¿quién sabe cómo afectará la atmósfera de playoff para un novato como Will Smith y su compañero novato Gavin Lux?

Finalmente, los relevistas serán el centro de la atención porque han sido responsables del mayor número de descalabros de Dodgers en las postemporadas pasadas. Este cuerpo de relevistas tiene más variantes que en el pasado. Las adiciones de los inicialistas Kenta Maeda, Tony Gonsolin y Dustin May han ayudado, así como el desarrollo de Julio Urías. Este grupo tiene muchas formas de terminar los partidos.

Por otra parte, los dos hombres que están más calificados a lograr el último out, uno de ellos, Joe Kelly, ha estado luchando con dolores en el cuerpo. El otro, Jansen, ha estado peleando con él mismo.

Roberts dijo la semana pasada que continuará dándole los innings finales a Jansen, quien terminó con la peor ERA de su carrera, 3.71, más del doble de su ERA hace dos temporadas.

“Sé que Kenley es nuestro cerrador”, declaró. “Vamos a apostar en los resultados. Quiero darle la pelota para que termine el juego”.

Los Dodgers no van a jugar a lo seguro. Esta es su oportunidad más grande, y están con la mentalidad de no detenerse ante nada- aunque eso incluya vencer a los poderosos Astros- para hacer sus sueños realidad.

Los playoffs están de regreso, los Dodgers están de regreso y mejores que nunca. Debería ser el octubre más especial de todos, ¡y tenemos ganas de ver qué sucede!

For the original story in English, please click here.

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