Odom regresa al ‘circo’ de las Kardashians
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Las noticias sobre Lamar Odom finalmente fueron buenas. Un poco más de una semana después de que fue encontrado inconsciente en un burdel de Nevada, la exestrella de los Lakers y de los Clippers estuvo suficientemente estable para ser trasladado vía transporte aéreo de un hospital de Las Vegas al Centro Médico Cedars-Sinai el lunes por la noche.
Aún así, las noticias sobre Odom todavía fueron perturbadoras debido a que una de las Kardashians lo acompañó durante el vuelo.
Como uno de los miembros de los medios de comunicación que se encantaron de la manera de ser de Odom durante sus años como basquetbolista en L.A., he visto con tristeza como ha luchado por su vida en la última semana después de haber sido encontrado sin reacción.
La policía ha informado que varios testigos han declarado que Odom había estado inmiscuido en una juerga sexual que duró varios días en donde tomó estimulantes sexuales naturales y cocaína.
Pero el horror de la situación se incrementó cuando empezó a quedar claro que sus momentos más difíciles iban a ser robados por el vulgar ‘reality’ que ya le había quitado mucho.
Las Kardashians, encabezadas por la pareja de Lamar, Khloe, aparecieron sobre el cuerpo en coma de Lamar, y de inmediato la narrativa cambió. Odom ya no era un excampeón de la NBA, ya era una estrella de ‘reality’.
Odom no era un exatleta que se encontraba profundamente turbado y vulnerable, era un hombre que estaba manteniendo a Khloe alejada de James Harden, su nuevo novio.
De repente, todos los rezos no solamente eran para Odom, también eran para las pobres Kardashians y todo su dolor, el circo del género del reality show se había apoderado de Odom una vez más, se había aprovechado de su nombre una vez más, opacando sus batallas una vez más, creando una ironía profunda y sombría. Las Kardashians dieron la imagen de que estaban abogando por la salud de Odom, cuando en realidad, su protagonismo en el torcido mundo de televisión de la familia fue parte del deslice autodestructivo que lo llevó ahí .
Escribí eso en una ocasión. Escribí cuando todo estaba sucediendo inicialmente. Fue la única vez que el amigable Odom se ha enojado conmigo. Aprendí mucho sobre la bondad de su corazón durante nuestra confrontación, mucho más que cualquier persona lo pudo haber hecho viéndolo en ese reality desastroso.
Era la primavera del 2011. La escena fue una conferencia de prensa en un hotel del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. El invitado de honor era Odom, cuya vida estaba siendo dominada por tres grandes acontecimientos.
Primero, había ganado el premio del Mejor Sexto Jugador. También estaba guiando a los Lakers hacia la postemporada un año después de que habían conquistado su segundo campeonato al hilo.
Y también estaba involucrado en las grabaciones del reality de las Kardashians, era el programa de “Khloe y Lamar”. Giraba alrededor de su relación con Khloe Kardashian.
Sin oportunidad ante las hermanas
Odom debió de haber rechazado salir el programa, pero no rechazaba alguna petición de alguien cercano a él, aunque lo lastimara, y, bueno, este programa lo lastimó.
Noté que mientras estaba siendo celebrado en este salón como el poderoso y popular Laker que era, Odom estaba cayendo bajo las garras de una familia cuya hambre de utilizarlo era más fuerte que cualquier alero rival.
Dentro del salón, fue vitoreado por sus compañeros leales de los Lakers, pero en la televisión Khloe lo estaba regañando por tener mucha lealtad con su mejor amigo.
Habló apasionadamente sobre la generosidad que se debe de tener para ser el sexto hombre, pero en la televisión su cuñando se estaba mofando de él por no haber sido elegido al juego de estrellas.
El Lamar Odom que todos amaban no era el Lamar Odom que las Kardashians intentaban crear, y yo mencioné dos ejemplos de como los efectos colaterales de su intervención en el programa ya lo estaban afectando en la cancha.
La noche que debutó el programa, Odom solo había conseguido siete puntos y tres rebotes en una derrota ante Oklahoma City. Una semana después, antes de que el segundo programa saliera al aire, Odom llegó tarde para el primer partido de la postemporada ante Nueva Orleans y terminó con 10 puntos y un rebote.
Khloe Kardashian también estaba presente ese día dentro del salón. Me le acerque y desafié sus motivos. Sin nunca verme a los ojos, me respondió” El programa ha sido una terapia para Lamar, realmente lo ha liberado”.
¿Liberado de qué? ¿Su orgullo? ¿Su fuerza? Nada tenía sentido, y terminé mi columna con, “Mientras el premio del Mejor Sexto Jugador fue un tributo a su habilidad de escaparse de la banca, no ha sido tan afortunado con el clan de las Kardashians”.
Sí, no le pareció mucho eso. Unos días después de que salió la columna, escuché que estaba enojado y que quería platicar. Me le acerqué dentro de un camerino en Nueva Orleans después de un juego de postemporada. Pensé que era como casi todos los atletas que solo enfrentan a los reporteros enfrente de sus compañeros para hacerse ver fuerte.
Resulta que Odom era diferente. Debí haberlo sabido.
“No quiero armar un lío aquí enfrente de todos, no quiero dejar a nadie en ridículo, vámonos al pasillo”, dijo en voz baja.
Nos fuimos a una esquina tranquila del túnel de la arena en donde Odom miró hacia abajo, puso sus manos sobre mis hombros, y me dijo firmemente unas palabras que todavía aún recuerdo.
“Mira, yo sé que no te gusta el programa, lo entiendo”, dijo Odom. “Es Hollywood , no es verdad , pero entiendo que crees que me está perjudicando, agradezco tu preocupación”.
Sacudió su cabeza.
“Pero cuando te metes con Khloe, recuerda, ella es mi esposa. Es la mujer que amo. Critica el programa si quieres, pero no te metas con ella personalmente porque es mi esposa”.
Terminó, cabeceé, me abrazó, y me dijo que todo estaba bien entre los dos, y eso fue todo.
Odom no podía mantenerse enojado, no con conmigo, no con las Kardashians. Era profundamente bondadoso, ferozmente leal, y si se preguntan porque toda la familia de la NBA lo ha apoyado fuertemente durante la última semana, es por eso.
La historia dirá que los Lakers eventualmente fueron barridos de esa postemporada del 2011 por Dallas, los números de postemporada de Odom decayeron, y que jamás volvió a vestir un uniforme de los Lakers.
Cuatro años más tarde, ha regresado a Los Ángeles para disputar una pelea mucho más grande, y en un cruel giro, su “familia” famosa también ha aparecido a lado de él.
Recen por su salud. Y recen que las Kardashians no tengan el descaro de poner todo lo que ocurrió en la televisión.
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