La comida nunca surgió de la nada para Karla Tatiana Vásquez. Las historias siempre seguÃan.
Cada vez que su abuela o su madre cocinaban, Vásquez sabÃa que algo especial se avecinaba. Su comida desveló recuerdos, especialmente sobre El Salvador, la patria de la que habÃan huido a finales de los años 1980 durante la guerra civil del paÃs.
Vásquez nació en el paÃs centroamericano pero no tenÃa ningún recuerdo de ello. Era una bebé cuando su familia se la llevó a Los Ãngeles, donde muchos miembros de la familia terminaron estableciéndose. Cuando era niño, a Vásquez le costaba mucho decir “salvadoreño†sin tropezar en la montaña rusa de una palabra.
En la escuela, luchó contra la ansiedad y el sentido de pertenencia. Se sintió perdida.
Pero en la mesa se sintió castigada.
Entre bocados de tortilla y el plato frÃo de carne picada salpicón de res, la abuela, la madre, el padre y las tÃas de Vásquez se turnaron para desentrañar historias que sirvieron como fragmentos de un tapiz más grande que constituÃa su identidad.
Comenzó a encontrar su lugar en el mundo. Obtuvo respuestas a preguntas persistentes sobre quién era y de dónde venÃa. Ella se tomó en serio esos momentos de narración. Ella escuchó.
“Aquà no solo estamos diciendo palabrasâ€, recuerda Vásquez haber pensado para sà misma. “Hay algo que mis padres están procesando. Hay una cualidad aquà que se siente preciosaâ€.
Sus historias fueron vÃvidas.
Vázquez podÃa ver los árboles de mango. PodÃa imaginarse las plantaciones de café. PodÃa sentir la arena que se necesitaba para despertarse a las 4 de la mañana para ir al campo a recoger el café.
Todas las noches, alrededor de la mesa, rodeada de familiares y comida, estas historias se reproducÃan como una pelÃcula en su mente.
“De aquà soyâ€, se dijo a sà misma.
The longtime market on Vermont Avenue has returned after a difficult year, but can its vendors find a way to survive?
Tiene sentido que Vásquez, formada como periodista, chef e historiadora gastronómica, no escriba cualquier libro sobre su vida o cultura. Este mes publica “The SalviSoul Cookbookâ€, el primer libro de cocina salvadoreño que aparece en un sello de los Cinco Grandes.
La hazaña es parte de un viaje que lleva casi una década en desarrollo. Desde 2015, dirige SalviSoul, un sitio web y una marca de medios centrados en la cocina salvadoreña y las mujeres que preservan y comparten sus conocimientos culinarios a través de recetas, clases de cocina y eventos en vivo. Casi al mismo tiempo, empezó a intentar plasmar las recetas y las historias que estaba recopilando en el borrador de un libro de cocina.
On a mission to document Salvadoran recipes, Karla Vasquez of SalviSoul has run into a major stumbling block: the U.S. cookbook publishing industry.
Al principio, se le cerraron muchas puertas, dice Vásquez. Se necesitaron años para encontrar un agente que representara a “SalviSoul†y para que los editores se dieran cuenta. Hasta ahora solo habÃa estado disponible un puñado de libros de cocina salvadoreños autoeditados y de pequeña edición, incluido el muy apreciado “Delicious El Salvador†de 2013, de la autora y profesora de cocina radicada en Los Ãngeles, Alicia Maher.
Un agente editorial le dijo que el “público estadounidense†no sabÃa, y tal vez no le importaba, la cocina salvadoreña.
“Soy el público estadounidenseâ€, pensó Vásquez. “Hay muchas personas que se parecen a mà y que quieren este libroâ€.
Ese pensamiento la mantuvo adelante, hasta que vendió su libro a Ten Speed Press. “El libro de cocina SalviSoul†se estrena el 30 de abril y presenta 80 recetas salvadoreñas e historias sobre las 25 matriarcas que las compartieron con Vásquez.
“Para mÃ, hacer que el libro fuera un libro de cocina fue la forma más honesta de escribir esta historiaâ€, dice Vásquez. “Creo que gran parte de la razón por la que el libro de cocina se compone de historias y recetas es porque asà es como he llegado a entender mi educación en Salvi. Asà es como he podido tocarlo cuando estuve tan lejos de élâ€.
“Las historias han sido mi alimento. Las historias me han enseñado algo sobre la vidaâ€, dice. “Las historias me han enseñado algo sobre el amor, la pérdida y la guerra. Me enseñó algo sobre el sarcasmoâ€.
Dar a conocer el libro al mundo también le enseñó acerca de la perseverancia.
Todo empezó con el antojo de salpicón. Nunca habÃa preparado la refrescante ensalada de carne magra picada, menta, rábano, cebolla morada y jugo de lima. Pero querÃa recuperar el plato y los sentimientos que evocaba en las tranquilas tardes de sábado con la familia, relajándose y riendo.
Learn to cook vegetables in all the best possible ways from the new cookbook “Kismet: Bright, Fresh, Vegetable-Loving Recipes†by Sarah Hymanson and Sara Kramer, the chefs of Kismet and Kismet Rotisserie.
En ese momento, buscó en Internet una receta pero no pudo encontrarla. Intentó buscar libros de cocina salvadoreños pero no lo consiguió. Descubrió un libro autoeditado y otro de El Salvador que estaba agotado y se vendÃa por 100 dólares en lÃnea.
Fue entonces cuando decidió hacer algo ante la escasez de voces centroamericanas en el mundo de la comida y crear el sitio web SalviSoul.
Para Vásquez, el proyecto se convirtió en una continuación del viaje que habÃa comenzado cuando era niña, escuchando historias durante la cena. QuerÃa conocerse a sà misma y a su paÃs de origen.
“El Salvador es un pequeño rincón del mundo, pero ha sido la pregunta más importante de mi vidaâ€, dice.
Comenzó con la persona más venerada de su vida: su abuela materna, LucÃa Campos Monterrosa, a quien Vásquez llama cariñosamente Mamá Lucy. Ella fue la primera entrevista de Vásquez para el libro. Mamá Lucy se convirtió en algo asà como su musa y le dio a Vásquez no sólo su bendición sino también la confianza para dejar su trabajo y dedicarse a su libro.
En 2017, Vásquez recurrió a las redes sociales para realizar una convocatoria de entrevistas. Recibió decenas de respuestas de personas de todo el paÃs que querÃan ofrecer como voluntarias a sus madres salvadoreñas.
Aproximadamente un año después, Mamá Lucy murió. Abrumada por el dolor, Vásquez pensó que nunca terminarÃa el libro.
En última instancia, escribir el libro ayudó a Vásquez a comprender su dolor, dijo. Escuchar y narrar las historias de estas mujeres sobre la resiliencia la ayudó a sanar.
Está la receta de rellenos de papá de Patricia De La Torre, una mujer que siente que uno de los terremotos que vivió en Los Ãngeles el dÃa que conoció a su futuro esposo pudo haber sido en realidad una advertencia para la turbulenta relación que se avecinaba.
Está la receta de sopa de res de Laura MunguÃa, que la cocinera dice asociar con los viajes familiares a la playa, su infancia y un buen momento, una desviación de su desgarradora historia sobre el viaje clandestino que hizo a los Estados Unidos, cruzando el desierto en pie.
Y hay una receta de flor de izote con huevos de la madre de Vásquez, Teresa, que a menudo cocina para su esposo, Carlos, cuyo apoyo y gestos inteligentes durante un robo hace décadas hicieron que Teresa se diera cuenta de que él era su verdadero amor.
“Estas historias hablan de cómo tomamos decisiones en un momento determinado. Nos dice mucho de cómo nos movemos en esta vidaâ€, dice Vásquez. “Aquà hay mujeres que sobrevivieron, que amaron, que rieron y que prepararon un alimento fortificante para el almaâ€.
Encuentre a Karla Tatiana Vásquez en el Festival de Libros de Los Angeles Times el sábado 20 de abril en el stand 410, donde responderá preguntas sobre “El libro de cocina de SalviSoulâ€, de 11 a. m. al mediodÃa.
The Recipes
Salpicón De Res (Salvadoran Minced Beef Salad)
Panes Con Pollo
Salvadoran Sopa De Res
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