¿Quiere preparar la cena en cinco minutos? Entonces es hora de huevos revueltos
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Con tantos de ustedes teniendo que quedarse en casa y cocinar por primera vez, o más de lo que lo han hecho en mucho tiempo, entendemos que puede ser abrumador tener que cocinar todas sus comidas desde cero. Así que estamos aquí para ayudarlo a comenzar.
Cada día publicaremos una nueva habilidad aquí y entraremos en detalle acerca de cómo hacerlo: un recurso para cocinar lo básico y que pueda tener comida en la mesa y superar esto.
Lección 25: Huevos revueltos sedosos
Sólo hay una regla estricta para los huevos revueltos: no los cocine demasiado. No quiere huevos duros, secos o gomosos; sin embargo, aparte de eso, todo vale.
Para lograr unos huevos revueltos estupendos, mantenga el fuego bajo y preste mucha atención a la sartén. La técnica que elija a continuación depende de lo que le guste o, si lo prepara para el desayuno del Día de la Madre, lo que mamá prefiera.
Los estilos de huevos revueltos van desde natillas cocidas a fuego lento hasta hojaldres esponjosos. Para los primeros, bata los huevos y la mantequilla en una sartén a fuego muy bajo o en un tazón sobre una cacerola con agua hirviendo hasta que estén súper cremosos con cuajadas pequeñas. Esto puede tomar entre 10 y 20 minutos. Para un huevo revuelto esponjoso, bata los huevos con crema espesa para que haya más burbujas de aire en la mezcla, y luego revuelva a fuego lento para obtener una esponjosidad con forma de nubes.
Mi preferencia de huevos revueltos es sedosa con hojas onduladas retorcidas. Para lograr esa textura, me apoyo en los palillos. Un batidor rompe los huevos en cuajadas demasiado finas y una cuchara o espátula de madera no los rompe lo suficiente. Los palillos levantan las finas capas de huevos apenas cuajados y los mantienen intactos antes de separarlos en remolinos revueltos.
Para mantener los huevos perfectamente líquidos, debe ajustar el calor de principio a fin adaptando el marcador de la estufa y manipulando la temperatura de los ingredientes. Aunque los huevos recién sacados del refrigerador se revuelven bien, son mejores si pierden el frío primero. Usando palillos o un tenedor, bátalos con una pequeña pizca de sal hasta que se formen grandes burbujas, luego déjelos reposar mientras prepara pan tostado y una mimosa. Debe estar listo para servir los huevos tan pronto como salgan del fuego.
Para dar a los huevos más cremosidad, añado la mantequilla en dos etapas. Primero, derrito media cucharada en la sartén, luego revuelvo la otra mitad fría cuando los huevos empiezan a cuajar. Antes de chisporrotear la mantequilla, caliento la sartén antiadherente a fuego medio. Quiero que pase de caliente pero antes de llegar a un calor abrasador, un minuto o dos como mucho. Bajo el fuego un poco justo por encima de la flama baja, luego deslizo la mantequilla alrededor de la sartén mientras burbujea. Cuando queda un pedazo sólido del tamaño de un guisante, vierto los huevos e inmediatamente bajo el fuego.
Una vez que una película fina cubre el fondo, en 15 segundos más o menos, uso palillos para tirar de los lados y el fondo sobre los huevos húmedos en el centro. Echo mantequilla fría directamente sobre los huevos y lentamente doy la vuelta a la mezcla con los palillos hasta que tres cuartas partes estén listas. En ese momento, apago la flama y retiro la sartén del fuego. Doy un giro más a los huevos antes de deslizarlos sobre el plato.
Son geniales sencillos, pero mejor apilados sobre pan tostado. Si bien el pan de masa fermentada está de moda estos días, prefiero algo menos agresivo, como el brioche, el pain de mie o el pan de sándwich. Cualquier rebanada que se tueste para brindar un ligero crujido con un centro tierno complementa muy bien estos huevos sedosos. Ya sea que le sirva el platillo a mamá en la cama o los coma por su cuenta, asegúrese de disfrutar el plato caliente.
Tiempo total de preparación: 5 minutos
Rinde 1 porción
Utilice este método para obtener hojas onduladas y retorcidas de huevos sedosos. Los palillos levantan capas delgadas de los huevos apenas cuajados y los mantienen intactos antes de separarlos en remolinos de huevos revueltos.
Ingredientes:
- 2 huevos grandes
- Sal kosher
- 1 cucharada de mantequilla, preferiblemente salada
- Pimienta negra recién molida
Instrucciones:
PASO 1
Usando palillos, bata los huevos en un tazón pequeño con una pequeña pizca de sal hasta que estén bien mezclados con unas pocas burbujas grandes.
PASO 2
Caliente una sartén antiadherente pequeña a fuego medio hasta que esté muy caliente, de 1 a 2 minutos. Agregue la mitad de la mantequilla y gire para cubrir uniformemente la sartén. Cuando todo menos un trozo del tamaño de un guisante se derrita, reduzca el fuego a bajo y añada los huevos. Deje reposar hasta que se forme una fina película en el fondo, luego use palillos para revolver los huevos húmedos. Revuelva una vez más, luego agregue la mantequilla restante y retire del fuego.
PASO 3
Revuelva una vez más hasta que los huevos apenas estén bien cuajados y muy sedosos. Deslice inmediatamente sobre un plato de servir y sazone con sal y pimienta. Sirva caliente.
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