Mandatos estatales hacen que San Diego atienda sus grandes déficits; ¿Qué harán?
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El alcalde Gloria quiere más dinero para atender los graffitis, los baches, los autos abandonados y la basura en los parques.
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SAN DIEGO — San Diego se enfrenta a un déficit presupuestario de casi 600 millones de dólares en los próximos cinco años, a pesar de las estimaciones de que los ingresos de la ciudad se recuperarán totalmente de la pandemia y superarán los 2000 millones de dólares anuales por primera vez en 2027.
Los déficits proyectados, que forman parte de un documento presupuestario a largo plazo llamado five-year outlook (perspectiva a cinco años), son en su mayoría el resultado de los mandatos estatales que obligan a San Diego a gastar unos 80 millones de dólares al año en nuevas campañas de reciclaje ecológico y agua limpia.
Otro factor que influye en los déficits es que el alcalde Todd Gloria ha incluido unos 50 millones de dólares al año para financiar iniciativas de calidad de vida enfocadas a la eliminación de grafitis, baches, vehículos abandonados y basura en los parques.
El personal de Gloria dijo esta semana que esos esfuerzos son tan esenciales y tan esperados por los residentes de San Diego que deben ser incluidos en las proyecciones financieras de la ciudad.
“Todo el mundo reconocería que no estamos haciendo lo básico donde deberíamos”, dijo Jessica Lawrence, directora de políticas del alcalde.
Las perspectivas proyectan un déficit de 98 millones de dólares en el año fiscal 2023, un déficit de 143 millones de dólares en el año fiscal 2024, un déficit de 137 millones de dólares en el año fiscal 2025, un déficit de 121 millones de dólares en el año fiscal 2026 y un déficit de 87 millones de dólares en el año fiscal 2027.
Cuando los funcionarios de finanzas de la ciudad eliminan el nuevo gasto proyectado en el reciclaje verde, los esfuerzos de aguas pluviales y los programas de calidad de vida, todos esos déficits se convierten en presupuestos equilibrados o superávits proyectados.
En ese escenario, se prevé que la ciudad tenga un superávit de 63 millones de dólares en el año fiscal 2023, presupuestos equilibrados en los dos años fiscales siguientes, un superávit de 28 millones de dólares en el año fiscal 2026 y un superávit de 65 millones de dólares en el año fiscal 2027.
En ambos escenarios, la ciudad utilizaría 149 millones de dólares de ayuda federal para la pandemia, algo menos de la mitad de los 300 millones de dólares de dicha ayuda que San Diego recibió en marzo. La primera mitad del dinero se incluyó en el presupuesto del año fiscal en curso.
Las normas federales exigen que la ciudad gaste todo el dinero antes del año fiscal 2025.
Los gastos previstos para los proyectos de aguas pluviales podrían ser mitigados por un impuesto sobre la parcela que los funcionarios de la ciudad dicen que pueden poner en la votación del próximo año.
Los millones de nuevos gastos a los que se enfrenta la ciudad en virtud del mandato de reciclaje ecológico del estado también podrían ser borrados por una medida electoral que el regidor Sean Elo-Rivera está llevando a cabo para eliminar la recolección de basura gratuita de la ciudad para los hogares residenciales.
Funcionarios de finanzas de la ciudad advierten en la perspectiva de 70 páginas, que se dio a conocer esta semana, que las proyecciones no tienen en cuenta una posible recesión económica, los costos de un esperado acuerdo de pensiones de la ciudad y cualquier cambio futuro por COVID-19.
Dicen que sigue habiendo “incertidumbre en torno a la contención y supresión de enfermedades, el aumento y la persistencia de la inflación, la magnitud y las posibles repercusiones de las limitaciones de la cadena de suministro, así como el momento en que se produzca una plena recuperación económica”.
Teniendo en cuenta esta incertidumbre, las perspectivas prevén que los ingresos globales de la ciudad alcancen los niveles anteriores a la pandemia en el ejercicio 2023, que comienza el próximo mes de julio. Se prevé que los ingresos por el impuesto de hospedaje —el flujo de dinero más afectado por la pandemia— se recuperen por completo en el año fiscal 2024.
Se prevé que los ingresos totales pasen de 1740 millones de dólares durante el presente ejercicio a algo más de 2000 millones en el ejercicio 2027.
Durante ese periodo, se prevé que el impuesto sobre bienes inmuebles pase de 672 a 864 millones de dólares, que el impuesto sobre ventas pase de 321 a 406 millones de dólares y que el impuesto hotelero pase de 96 a 152 millones de dólares.
En cuanto a los futuros aumentos salariales de los cerca de 11 mil trabajadores de la ciudad, Gloria decidió incluirlos por primera vez en las perspectivas.
El documento proyecta aumentos anuales de algo más del 3 por ciento para todos los trabajadores porque ese es el porcentaje que utiliza el actuario de la ciudad, pero los aumentos reales que reciban los trabajadores en los próximos años vendrán determinados por las negociaciones laborales.
Las perspectivas también suponen que la ciudad reactivará un plan anterior a la pandemia para aumentar sus reservas hasta los niveles recomendados.
San Diego pudo evitar el agotamiento de sus reservas durante la pandemia gracias al dinero de ayuda federal, pero los funcionarios de la ciudad cancelaron los aumentos programados de las reservas que las habrían llevado a los niveles recomendados.
Las perspectivas suponen que la ciudad contribuirá con 22.2 millones de dólares a su reserva del fondo general, de algo más de 200 millones de dólares, lo que ayudará a alcanzar el nivel deseado.
Los aproximadamente 50 millones de dólares anuales que el alcalde Gloria quiere gastar en cuestiones de calidad de vida se destinarían a la eliminación de maleza y grafitis, la reparación de baches, la mejora de las aceras, la repavimentación de las calles, el mantenimiento de los árboles y el aumento de la recolección de basura en parques y playas.
También financiaría más trabajadores para hacer cumplir la norma de 72 horas sobre autos abandonados de la ciudad, reduciendo los tiempos de respuesta a las quejas a 6 días de los 45 a 60 días actuales.
Lawrence, la asesora de Gloria, dijo que los funcionarios de la ciudad utilizaron el volumen de solicitudes enviadas a la aplicación Get it Done! para ayudar a determinar cuáles son los problemas de calidad de vida a los que hay que dar prioridad.
Otra posible fuente de gasto en los próximos años es un nuevo plan estratégico que Gloria tiene previsto presentar en enero. Se espera que el plan aborde la movilidad, la sostenibilidad, la vivienda, la economía y los barrios.
Las perspectivas a cinco años se presentarán el viernes a la comisión de presupuestos del Ayuntamiento.
Las proyecciones de las perspectivas para el año fiscal 2023 asumen que la ciudad termina con un superávit de 26.7 millones de dólares durante el año fiscal en curso, que los funcionarios de finanzas de la ciudad están proyectando ahora.
Está previsto que los miembros del cabildo presenten sus prioridades de gasto para el próximo año fiscal antes de enero. Se espera que el alcalde incluya algunas de esas sugerencias en el proyecto de presupuesto que debe presentar antes del 15 de abril.
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