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La temporada de incendios sigue siendo una amenaza para el sur de California, a pesar de las lluvias

A vehicle sits in flood waters
Un vehículo sumergido en las aguas de la inundación cerca del río Russian en Forestville, California, el 24 de octubre, mientras un “río atmosférico” empapa el Área de la Bahía.
(Brontë Wittpenn / San Francisco Chronicle)

Las lluvias récord esta semana podrían significar el final de la temporada de incendios en gran parte del norte de California, indicaron los expertos, pero las condiciones en el sur del estado siguen siendo más débiles, y las próximas semanas aún podría haber riesgo de fuego.

El sur de California recibió mucha menos lluvia que el Área de la Bahía y las Sierras, además los primeros meses de incendios de esta región a menudo llegan más tarde; los mayores siniestros en el pasado han ardido en noviembre y diciembre.

Muchos de los factores que impulsan la propagación del fuego, como la vegetación reseca a causa de la sequía, los fuertes vientos y las altas temperaturas, siguen siendo una posibilidad en el sur de California, incluido el potencial de un fuerte evento de viento en Santa Ana como el que impulsó la masiva y tardía temporada de incendios de Thomas, en diciembre de 2017.

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Las autoridades aseguran que el aumento de las temperaturas y los vientos de Santa Ana en el próximo mes podrían borrar cualquier incremento de humedad de las tormentas. “Por lo general, ésta sigue siendo nuestra época del año en la que han ocurrido algunos de nuestros incendios forestales más grandes, por lo cual seguimos alentando a todos a estar preparados”, comentó Christine McMorrow, portavoz del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.

Un pronóstico estacional reciente de la Administración Nacional Oceánica Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) exige precipitaciones por debajo de lo normal y empeoramiento de las condiciones de sequía en el sur de California hasta, al menos, febrero.

También es probable que un segundo año de La Niña mantenga las condiciones más secas que el promedio, expresó la NOAA.

El río atmosférico de esta semana produjo enormes cantidades de precipitación en el norte de California, incluido un récord histórico en Sacramento, con más de 12 centímetros de lluvia.

Pero los totales fueron mucho más bajos en el sur. El Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) registró el lunes 0.39 pulgadas, que fue un récord diario, pero aún está muy lejos de áreas como Blue Canyon, del condado de Placer, sobre la cual cayeron más de 10 pulgadas en la tormenta.

“El sur de California siempre es un poco diferente”, explicó Scott Stephens, profesor de ciencia del fuego en UC Berkeley. “Es bueno que la lluvia también haya ocurrido allí, pero los vientos de Santa Ana y otros eventos pueden secar todo tan rápido que no creo que esto solucione todo en el sur de California. En el norte de California, podría ser”.

La vegetación marchitada por la sequía fue un elemento importante en la temporada de incendios de este año, lo que permitió que fuegos como el de Dixie se movieran de manera tan agresiva, añadió el docente.

Si bien la tormenta aumentó los niveles de humedad de la vegetación, las nubes del lunes en el sur de California se han despejado, y el pronóstico prevé cielos soleados y máximas en los 70 y 80 para los próximos días. Muchos de los beneficios de la tormenta podrían desaparecer pronto.

Algunos combustibles “en realidad perderán agua al mismo ritmo que la obtienen”, dijo Stephens. “En un día realmente seco y cálido, los combustibles finos pueden cambiar increíblemente”.

Si un evento de viento cálido de Santa Ana se moviera hacia la región, esencialmente actuaría como un secador para el paisaje húmedo, evaporándolo nuevamente y preparándolo para una mayor ignición, agregó. “Si entras en un período seco allí, es mucho más vulnerable debido a ese evento de viento”, expuso.

La temporada de incendios de 2021, alimentada por la sequía y también por el calor récord, ya ha sido un terror para millones de residentes en todo el Estado Dorado.

Las cuadrillas de este año combatieron más de 8.200 incendios en todo el estado, según Cal Fire. Casi 2.5 millones de acres ardieron e innumerables residentes han sufrido los efectos del humo nocivo.

“Todavía estamos en una sequía a largo plazo, y aunque la lluvia reciente ayuda, no ha terminado la temporada”, resaltó McMorrow. “No ha dado por tierra con la oportunidad de que ocurra un gran incendio forestal dañino en esta época del año”.

El incendio de Dixie en varios condados, el segundo siniestro forestal más grande en la historia registrada del estado, ardió durante más de tres meses y arrasó casi un millón de acres. Pueblos enteros fueron arrasados por las llamas y miles de residentes huyeron de sus hogares.

South Lake Tahoe, típicamente un refugio para la diversión de verano se transformó en una ciudad fantasma en agosto, cuando el fuego de Caldor rozó sus orillas y oscureció sus famosas aguas color zafiro.

Las llamas gemelas del complejo KNP y el incendio de Windy, en septiembre, prácticamente diezmaron las arboledas de las antiguas secuoyas de California, incluido el árbol más grande del mundo, el general Sherman.

Pero la tormenta masiva probablemente cambió el rumbo del norte de California, que sufrió la peor parte de los incendios más grandes del año, señaló el científico climático de UCLA Daniel Swain.

“Desde el área de la Bahía de San Francisco hacia el norte, me sorprendería bastante si hubiera una gran actividad de incendios en las próximas semanas y meses”, comentó Swain el lunes, después del diluvio. “Creo que esto es tan bajo como el de noviembre que el norte de California ha visto en años, en términos de riesgo de incendio”.

Además de humedecer los combustibles, la lluvia también humedeció el suelo, lo cual significa que la capa de nieve no caerá sobre la tierra completamente seca, dijo. El hecho de que la mayor parte de la ladera occidental de la Sierra haya recibido entre cinco y 10 pulgadas de lluvia solo se suma a las buenas noticias de la región, porque rehidratará la columna de suelo y mojará los troncos y la vegetación del terreno. “Estoy razonablemente seguro de que, para el tercio norte o la mitad del estado, probablemente esté terminando la temporada de incendios”, señaló, acerca de la tormenta.

Pero no se puede decir lo mismo de quienes están más al sur. “Si tenemos otra ola de calor de finales de otoño o un evento de Santa Ana hasta principios del invierno, y si no hay mucha más lluvias, bien podríamos tener los incendios de Santa Ana en el sur de California”, consideró Swain.

McMorrow dudó en llamar a la tormenta un fin de temporada en cualquier parte del estado, al norte o al sur, pero señaló que reducía el peligro inmediato de incendio. El pronóstico de igniciones de siete días del Centro Nacional de Incendios Interagencial en el norte y el sur de California parece prometedor.

La tormenta, no obstante, no puso fin a la sequía que duró años, destacó, por lo cual la perspectiva a largo plazo sigue siendo motivo de preocupación. “Dependiendo de dónde se encuentre en el estado y cómo se vean las condiciones para los próximos meses”, señaló, “esos niveles de humedad podrían secarse significativamente y podríamos estar de nuevo en el mismo escenario en el que nos encontrábamos la semana pasada en un período relativamente corto”.

El año pasado, el fuego Bobcat, que se extendió por 114.000 acres en Los Ángeles, se encendió en septiembre y ardió hasta bien entrado el otoño.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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