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Crece la demanda de purificadores de aire, en plena temporada de incendios forestales; ¿qué hay que tener en cuenta antes de comprar?

Wildfire smoke hovers over Los Angeles as a jogger runs through Griffith Park.
El humo de los incendios forestales generó interés en la industria de los purificadores de aire.
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)

Entre la transmisión aérea del COVID-19 y, más recientemente, el humo asfixiante de los incendios forestales en la costa oeste -algunos de los cuales se desplazaron miles de millas para asentarse incluso sobre las ciudades de la costa este-, el aire que respiran los estadounidenses pasó de ser un vago pensamiento a convertirse en una amenaza preocupante.

Un sector que logró beneficiarse de esta crisis dual es la industria de los purificadores de aire. Las ventas han aumentado desde el inicio de la pandemia en 2020, una tendencia que se aceleró este año por los incendios sin precedentes, inducidos por el cambio climático, que arrasan el oeste del país.

Los investigadores que pasan sus días pensando en la calidad del aire dicen que algunos purificadores pueden ser una forma efectiva de hacer que el aire interior esté más limpio, y que en cuanto al coronavirus, potencialmente ayudan a reducir el riesgo de transmisión, cuando se combinan con otras precauciones tradicionales.

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Se espera que el mercado de sistemas de tratamiento de aire se expanda en un 29% este año, según la firma de investigación y consultoría Verify Markets, impulsado en parte por la propagación de la variante Delta de COVID-19 y el humo de los incendios forestales. Ello sigue a una tasa de crecimiento del 57% en 2020, cuando los estadounidenses se apresuraron a comprar cualquier cosa que pensaran que podía evitarles un contagio.

Este año, en lo que respecta a las consecuencias de los incendios forestales, la especialista en contaminación del aire del Fondo de Defensa Ambiental, Maria Harris, remarcó que “no hay ningún lugar en EE.UU que no sea potencialmente vulnerable”.

Siempre que los usuarios sigan ciertas pautas y no se dejen influir por las exageraciones de la mercadotecnia, los purificadores portátiles pueden ser útiles para tratar la mala calidad del aire. Y no necesariamente tendrán que desembolsar miles de dólares para que les instalen una máquina.

En EE.UU, las consultas en motores de búsqueda de términos relacionados aumentaron durante el último mes, y la frase “purificador de aire para humo” se volvió un 140% más popular, según Google Trends. Como era de esperar, el interés pareció más fuerte en el noroeste, donde los incendios han sido terribles este verano. Pero también fue sólida en todo el país en lugares como Mississippi, lo cual subraya el amplio impacto de los desastres.

El humo de los incendios forestales está relacionado con una variedad de efectos negativos para la salud, incluidos los ataques de asma y una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias, consideró Harris. Eso es “particularmente preocupante en el contexto de la pandemia de COVID-19”, agregó. “Los contaminantes del humo pueden dañar la salud de muchas formas diferentes, por lo que cualquier cosa que podamos hacer para reducir la exposición a él es una buena idea”.

Qué buscar en un purificador

Sin embargo, elegir un producto puede parecer abrumador, con tantas marcas y modelos en el mercado. El primer paso es asegurarse de que tenga un filtro de aire de partículas de alta eficiencia, más comúnmente conocido como HEPA, según Lew Harriman, director de investigación retirado de la consultora Mason-Grant.

Cuando se trata de combatir la propagación del coronavirus, un profesor de ingeniería del Instituto de Tecnología de Illinois, Brent Stephens, indicó que la evidencia empírica que respalda los purificadores de aire es más nueva y menos concreta. Pero pueden ser útiles, añadió, y destacó un informe de julio pasado de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU, según el cual un filtro de aire HEPA puede reducir la exposición al COVID-19 en ambientes interiores, particularmente cuando se combina con el uso de mascarillas.

Stephens normalmente evita complementos como los sistemas de ionización destinados a inactivar los virus, porque el conocimiento sobre ellos es limitado, destacó. Además, hay algunos indicios de que estas tecnologías podrían resultar contraproducentes. Algunos modelos HEPA incluyen tales funciones, que él simplemente apaga.

Lo que el experto recomienda es verificar la tasa de suministro de aire limpio de un purificador de aire, un estándar de la industria que ayuda a medir la eficacia. Cuanto mayor sea la tasa, más partículas puede filtrar la unidad y mayor área puede servir, según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. Para el humo de los incendios forestales, los usuarios deberían comprar un modelo que filtre los olores además de los contaminantes, remarcó Stephens. Harris, del Fondo de Defensa Ambiental, también aconseja escanear las pruebas de efectividad de terceros.

Para asegurarse de que las personas tengan aire limpio en cualquier lugar de la casa, Harriman, de Mason-Grant, sugiere comprar varios purificadores pequeños y repartirlos por la vivienda, lo que también podría tener un costo menor que adquirir una máquina más grande. Es más efectivo estar cerca de un purificador de aire en funcionamiento cuando está adentro, dijo, en lugar de depender del alcance de uno grande en otra habitación.

En general, tampoco es necesario gastar una fortuna. Algunos modelos básicos cuestan entre $500 y $600, comentó Stephens, pero también es posible conseguir “productos realmente buenos” por $200 o $300. Por supuesto, el precio dependerá de lo que esté disponible en un área en particular y de la demanda.

Los limpiadores HEPA confiables incluyen los fabricados por Blueair AB, Honeywell International Inc. y Coway Co., entre otros, precisó Harriman. En los últimos tres meses, las ventas de purificadores de Coway aumentaron un 102.8% en comparación con el mismo período en 2020, según indicó el portavoz Jordan Weintraub en un correo electrónico. La compañía suele notar un incremento cuando la calidad del aire empeora, en tiempos de incendios forestales.

Harris experimentó la tranquilidad que brindan los purificadores de aire para reducir la contaminación en los días con humo, en términos de cómo se siente y huele la atmósfera de su casa. Sin embargo, señala que depender de electrodomésticos para hacer frente a la amenaza que representa un patógeno mortal o las consecuencias del calentamiento global no es una estrategia a largo plazo.

Muchas personas “carecen de los recursos para comprar aparatos como purificadores de aire privados que reduzcan su exposición a esas cosas”, señaló Harris. “Lo que hace falta son soluciones sociales, eso está claro”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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