Like George Floyd, a man in San Diego died with a knee to his neck - Los Angeles Times
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Meses antes de George Floyd, Ãngel Zapata Hernández murió en San Diego con una rodilla en su cuello

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Durante semanas, en la primavera y el verano pandémicos de 2020, miles de residentes de San Diego tomaron las calles del condado para protestar por la injusticia racial y la mala conducta policial a raíz del asesinato de George Floyd, el 25 de mayo pasado, a manos de la policía de Minneapolis.

La muerte atroz de Floyd -con la rodilla del entonces oficial Derek Chauvin en su cuello- fue capturada en un ya célebre video de teléfono celular que, una vez compartido en las redes sociales, desató semanas de protestas en todo el mundo.

Lo que los manifestantes en San Diego no sabían en esos días era que meses antes había ocurrido una muerte similar, en la noche del 15 de octubre de 2019, en el corazón del centro de la ciudad: Ãngel Zapata Hernández, de 24 años, pereció mientras estaba esposado y restringido a manos de dos trabajadores de seguridad del Servicio de Tránsito Metropolitano (MTS, por sus siglas en inglés), uno de los cuales se arrodilló sobre su cuello durante seis minutos y siete segundos.

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En el mismo momento en que los manifestantes llenaban las calles exigiendo cambios, la policía y los fiscales estaban revisando la muerte de Zapata Hernández, que al igual que la de Floyd también fue capturada en video con angustioso detalle.

Más allá de un comunicado de prensa redactado de manera vaga por el Departamento de Policía de San Diego un día después de la muerte de Zapata Hernández, pocas personas fuera de las fuerzas del orden conocían las circunstancias del deceso. No fue hasta el lunes -cuando el presidente de la junta del Servicio de Tránsito Metropolitano, Nathan Fletcher, y el abogado de la familia Zapata Hernández, Eugene Iredale, anunciaron en una conferencia de prensa que el sistema de tránsito estaba resolviendo un reclamo de la familia por $5.5 millones- que el video, con escenas que para algunos espectadores pueden resultar perturbadoras, se dio a conocer públicamente.

Son muchas las razones por las que la muerte de Ãngel Zapata Hernández permaneció casi oculta al conocimiento público durante casi 18 meses. El estatus único de la seguridad de MTS (no son policías juramentados ni agentes del orden público, según la ley) los puso fuera del alcance de algunas normas de transparencia policial que podrían haber llevado a la publicación del video y la información sobre la muerte antes.

Una ley estatal, que entró en vigencia tres meses antes del deceso de Zapata Hernández, exige dar a conocer el video de las cámaras corporales dentro de los primeros 45 días en los casos en que la policía dispara a alguien o usa la fuerza de una forma que resulta en la muerte o en “lesiones corporales gravesâ€, con algunas excepciones. Pero la ley se aplica a la policía y a los agentes de custodia, no a los agentes de MTS ni a sus funcionarios de seguridad.

Sin video grabado por testigos o divulgado por la policía, la única información sobre la muerte de Zapata Hernández en ese momento provino de una declaración del Departamento de Policía de San Diego que omitió detalles cruciales, incluido el hecho de que los oficiales mantuvieron sus rodillas y manos sobre Zapata Hernández durante varios minutos. “La información inicial proporcionada por los testigos y los empleados de MTS indica que el hombre estaba actuando de manera errática y posiblemente se encontraba bajo la influencia [de sustancias]â€, decía la declaración del 16 de octubre de 2019. “Los testigos no vieron ningún uso de la fuerza por parte de los empleados de MTS más que tratar de mantener al hombre en el suelo mientras pateaba y gritabaâ€.

Los informes de toxicología más tarde mostraron trazas de marihuana, pero no drogas ilegales en su sangre. Su familia afirmó que le habían diagnosticado esquizofrenia y que tomaba medicamentos a diario.

La policía guardó información del público de otra manera: la autopsia fue sellada a pedido de la policía de San Diego. En una carta fechada el 24 de octubre de 2019, un sargento de policía solicitó el sello, diciendo que la divulgación de información sobre el caso “obstaculizaría seriamente†la investigación.

La carta afirma que los sospechosos de homicidio se comunican “con sus pares†y que considerando la noción de que “ciertos hechos son conocidos solo por el sospechoso y los detectives involucradosâ€, los detectives podrían “concentrar el alcance de su investigación†si los detalles se ocultaran al público.

Además, la familia de Zapata Hernández no quería que el video se hiciera público mientras el reclamo legal contra la agencia pasaba por un proceso de mediación que finalmente condujo al acuerdo, comentó Fletcher.

Aunque el presidente de la junta del Servicio de Tránsito Metropolitano sabía que el video eventualmente tomaría estado público, quiso cumplir con los deseos de los familiares. “Fue su solicitud específica, ‘No queremos que se publique en espera de la mediación’â€, señaló.

Iredale confirmó el deseo de los familiares. La madre de Zapata Hernández, Claudia, aún no lo ha visto, aseguró.

Otro motivo es que nadie fue procesado por la muerte de Zapata Hernández. La fiscal de distrito del condado de San Diego, Summer Stephan, decidió en julio que no había pruebas suficientes para probar los cargos de asesinato u homicidio involuntario. Así lo informó en voz baja al MTS, pero la oficina no hizo ningún otro anuncio.

Stephan rechazó una solicitud de entrevista con ella o con cualquiera de los tres fiscales que también revisaron el caso. La vocera Tanya Sierra citó una política de la oficina, que no analiza las decisiones de cargos. Sin embargo, debido al veredicto de culpabilidad de la semana pasada en el caso Chauvin y las revelaciones del caso Zapata Hernández, Sierra brindó una declaración extensa dando más detalles detrás de la decisión.

“Este tipo de caso se basa en gran medida en los hallazgos del médico forenseâ€, dice una parte de la declaración, “y las dos opiniones proporcionadas por los forenses no respaldan que el hecho de que uno de los empleados de MTS lo haya inmovilizado con la rodilla contribuya sustancialmente a la muerte del Sr. Zapata Hernándezâ€.

También indicó que los dos guardias de seguridad, uno un empleado de MTS y el otro un empleado de Allied Universal, que tiene contratos para aumentar la seguridad de MTS, no pueden ser considerados legalmente responsables.

Ambos ya no laboran para MTS y no son identificados aquí porque el San Diego Union-Tribune aún no ha podido ubicarlos para hacer comentarios.

Según la declaración del fiscal del distrito: “Nuestra revisión encontró que no se puede demostrar que ningún acto específico realizado por un individuo, o en combinación, haya causado la muerte del Sr. Zapata-Hernández. Tampoco el deceso resultó como consecuencia natural y probable de algún acto individualâ€.

Según se lee en el comunicado de la fiscalía de distrito, ninguno de los dos tenía la intención de matar a Zapata Hernández. De hecho, lo detuvieron -Zapata Hernández fue visto por primera vez deambulando por las vías del tren, huyó de los oficiales y se le puede escuchar en los videos gritando incoherencias- porque les preocupaba que estuviera bajo los efectos de las drogas y resultara herido.

Dos decesos, dos resultados diferentes

Las muertes de Zapata Hernández y Floyd estuvieron separadas por tiempo y cientos de millas. Pero existen similitudes entre ambas.

Chauvin se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante nueve minutos y 29 segundos. Los guardias del MTS estuvieron encima de la espalda, los hombros y el cuello de Zapata Hernández durante nueve minutos y 41 segundos, según el informe de un experto en prácticas policiales contratado por Iredale.

Ambos hombres perecieron boca abajo, esposados y con una rodilla presionada directamente sobre el cuello. La causa del deceso fue casi idéntica: el médico forense del condado de San Diego concluyó que Zapata Hernández murió de “un paro cardiopulmonar repentino mientras estaba en una inmovilización boca abajo†y dijo que la enfermedad cardíaca había sido un factor contribuyente.

El médico forense del condado de Hennepin en Minnesota dictaminó que Floyd falleció de “un paro cardiopulmonar complicado por la reducción policial, la inmovilización y la compresión del cuelloâ€, y citó la enfermedad cardíaca y el consumo de drogas como factores contribuyentes. Cada deceso fue calificado como homicidio –la muerte a manos de otra persona-.

“El mismo mecanismo, diagnóstico y hallazgo de autopsiaâ€, señaló Iredale.

La cadena de eventos que condujo a sus fatales encuentros con las autoridades comenzó por circunstancias menores, incluso benignas: se sospechó que Floyd había entregado un billete falso de $20 en una tienda de la esquina del vecindario. El oficial del MTS que se encontró por primera vez con Zapata Hernández vagando por las vías del tren cerca del centro de Santa Fe Depot había sido enviado al área para revisar una denuncia sobre una mochila desatendida, que finalmente nunca fue hallada.

También hay una conexión después de ambos decesos. El Dr. William Smock, un experto en medicina forense del Departamento de Policía de Louisville Metro en Kentucky, testificó como experto de la acusación en el caso Chauvin y dijo que Floyd pereció por asfixia posicional. “Murió porque no tenía oxígeno en su cuerpoâ€, afirmó Smock.

El especialista también fue contratado por Iredale. En un informe sobre el caso de Zapata Hernández, Smock no coincidió con la Oficina del Médico Forense del Condado de San Diego. “El Sr. Ãngel Zapata-Hernández estaba esposado en decúbito prono y se encontraba bajo la custodia del Servicio de Tránsito Metropolitano (MTS) cuando quedó inconsciente y falleció como consecuencia directa de la aplicación de presión externa en su espalda, cuello y abdomenâ€, escribió.

Sin embargo, en el comunicado, la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de San Diego habló de diferencias clave entre las dos muertes. Durante los meses de revisión, los fiscales entrevistaron a los dos patólogos que realizaron la autopsia, el Dr. Timothy Jong y el Dr. Robert Stabley, sobre sus hallazgos.

Jong y Stabley señalaron que varios factores contribuyeron a la muerte, incluida la lucha con los empleados de MTS, estar en una posición boca abajo con presión en el cuello y el torso y “una serie de factores de saludâ€, se lee en el comunicado. Jong, cuando se le preguntó si Zapata Hernández habría fallecido sin tener una rodilla sobre su cuello, contestó: “Me inclino a pensar que probablemente así hubiera sidoâ€.

Desde que se dio a conocer el video, varios defensores de la reforma de la justicia penal han criticado la decisión. La activista Tasha Williamson habló de una sensación de frustración cuando vio las imágenes de la muerte de Zapata Hernández. “Lloré como si fuera George Floydâ€, afirmó. “¿Nos lo ocultaron?â€.

La muerte de Zapata Hernández no fue un caso de autodefensa, agregó, y cuestionó por qué la fiscalía decidió no presentar cargos penales por negligencia. “La negligencia tiene consecuencias en las calles, pero nunca parece tenerlas para los oficiales o agentes de seguridad que nos matan. No hay responsabilidadâ€, expresó.

Acuerdo y reforma

Fletcher dijo que Stephan le notificó el 17 de julio que no se presentarían cargos. Ese mismo día, después de que se dio a conocer el video, lo vio por primera vez, comentó. Una hora después, estaba hablando por teléfono con Iredale.

“Mi mundo cambió fundamentalmente el 17 de julio, cuando vi esas imágenesâ€, comentó. “Son escalofriantesâ€.

Le dijo a Iredale que el MTS quería llegar a un acuerdo por el caso, disculparse con la familia y hacer cambios. En tres días, ambas partes estaban intercambiando datos, como informes de investigación y material personal, y la familia Hernández fue entrevistada por abogados del MTS.

Luego acordaron una mediación frente a la juez de distrito estadounidense retirada Irma González. Después de dos sesiones, la última de ellas en febrero, se llegó a un acuerdo. Las mediaciones tomaron más tiempo debido a las complicaciones causadas por la pandemia, señaló Fletcher.

Iredale, un abogado veterano de derechos civiles con un largo historial de demandar con éxito a agencias por violaciones de derechos civiles, comentó que al principio estaba escéptico de la motivación de Fletcher, pero pronto notó que era legítima. Ningún líder de una agencia a la que se estaba preparando para demandar se había puesto en contacto con él con una oferta para resolver el caso.

“Realmente me sorprendióâ€, señaló. “Finalmente me impresionó la buena fe que teníanâ€.

Mientras tanto, Fletcher avanzaba para finalizar y ampliar los cambios a la seguridad del MTS que ya estaban en proceso. “Se estaban llevando a cabo reformas, pero debían ser más sustancialesâ€, comentó. El 30 de julio sostuvo una sesión a puerta cerrada con la directiva donde se visualizó el perturbador video.

La muerte de Zapata Hernández provocó cambios radicales en las políticas y la capacitación de cumplimiento del MTS. Se impusieron cambios a la política de uso de la fuerza, implementada en julio y actualizada en septiembre, que entre otras cuestiones prohibieron las restricciones carotídeas, las estrangulaciones y la presión de las rodillas en cuello, garganta o cabeza. Fletcher afirmó que la agencia también se comprometió a prohibir mantener a las personas en posición de decúbito prono.

Se agregó más capacitación y la agencia tiene la intención de mejorar el proceso de contratación de oficiales.

Según Andrea Guerrero, directora ejecutiva de Alliance San Diego, una organización de justicia social que trabajó con el MTS en los cambios de políticas, el deceso de Zapata Hernández fue similar a otras historias de muertes “innecesariasâ€. “Pero este caso también es diferenteâ€, comentó Guerrero durante la conferencia de prensa del lunes. “Esta vez, el MTS hizo algo inusual: reconoció su irregularidad, se disculpó con la familia y se comprometió a que esto no vuelva a ocurrir, con reformas de políticasâ€.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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