Con poco equipo, ambulancias y oxígeno, los hospitales del condado de L.A. enfrentan el mes más difícil
![Registered nurses April McFarland, left, and Tiffany Robbins place a body inside a white bag and zip it closed.](https://ca-times.brightspotcdn.com/dims4/default/a9531ec/2147483647/strip/true/crop/6720x4480+0+0/resize/1200x800!/quality/75/?url=https%3A%2F%2Fcalifornia-times-brightspot.s3.amazonaws.com%2Ff7%2Fc3%2Fcd30dbcb47448d65dae015c86c1a%2Fla-photos-1staff-679818-me-la-covid-providence-holy-cross-icu-017.FO.jpg)
El número de pacientes de COVID-19 en los asediados hospitales del Condado ha alcanzado un nuevo récord histórico
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La crisis de coronavirus que azota el sistema médico del condado de Los Ángeles está alcanzando niveles cada vez más desesperados, con los proveedores de atención médica quedándose sin equipo, los operadores de ambulancias a quienes se les dice que no lleven a los hospitales a pacientes que prácticamente no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir, y las autoridades sanitarias que se esfuerzan por garantizar el poder proporcionar suficiente oxígeno para salvar la vida de los pacientes gravemente enfermos.
El número de pacientes con COVID-19 en los asediados hospitales del Condado ha alcanzado un máximo histórico, según los datos publicados el lunes, y los funcionarios dicen que esperan que la situación empeore en las próximas semanas a medida que se enferme una nueva oleada de personas infectadas durante las fiestas.
Con los recursos disponibles al límite, los hospitales están tratando de dar de alta a los pacientes tan pronto como sea posible para liberar espacio para los más necesitados de atención urgente.
Pero esta estrategia tiene límites porque el número de nuevos casos sigue creciendo muy rápidamente. Alrededor de Navidad, más de 700 personas con infecciones de coronavirus confirmadas o sospechosas entraban a los hospitales del condado de Los Ángeles todos los días, pero solo unas 500 salían -ya sea por alta o por muerte- diariamente.
Los funcionarios están informando de la escasez de ambulancias disponibles, ya que las personas que necesitan ser hospitalizadas se ven obligadas a esperar dentro de las ambulancias hasta ocho horas para llegar a las salas de urgencias, y de que los médicos y las enfermeras tienen que elegir quién es el primero en recibir tratamiento y quién debe esperar para recibirlo.
“Muchos hospitales han llegado a un punto de crisis y tienen que tomar decisiones muy difíciles sobre la atención al paciente”, dijo el lunes la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del condado de Los Ángeles.
En todo el Condado, los médicos y enfermeras dijeron que están lidiando con condiciones antes inimaginables. En el Centro Médico Harbor-UCLA, cerca de Torrance, las UCI funcionan al 150% de su capacidad normal.
El director médico Dr. Anish Mahajan dijo que el hospital se está acercando al final de su suministro de ventiladores y máquinas de diálisis para atender a los pacientes con problemas de riñón. Dos camiones refrigerados se encuentran estacionados en la parte trasera del hospital porque la morgue se ha quedado sin espacio para más cuerpos.
“A medida que los hospitales sobrepasan su capacidad... todos los suministros y equipos se agotan también, además del personal”, expuso. “Básicamente estamos invadidos por pacientes críticamente enfermos... Es extraordinariamente difícil. La gente está agotada”.
El hospital espera más ayuda de personal el jueves, esta vez del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Harbor-UCLA recibirá seis médicos de combate, tres terapeutas respiratorios y 11 enfermeras que ayudarán a tratar la afluencia de pacientes en el nosocomio durante al menos los próximos 30 días. El personal adicional irá al Centro Médico del Condado de L.A.-USC, el hospital público insignia del Condado en el lado este.
Pero debido a que la oleada de COVID-19 está golpeando a gran parte del país al mismo tiempo, los funcionarios han dicho antes que esperan relativamente pocos refuerzos - incluso cuando el número de pacientes sigue aumentando.
La Agencia de Servicios Médicos de Emergencia del Condado de Los Ángeles emitió el lunes una directiva que establece que el personal de las ambulancias debe conservar el oxígeno administrándolo solo a los pacientes que tienen niveles de saturación de oxígeno inferiores al 90%. Para reducir la demanda en los hospitales, la agencia recientemente emitió memorandos ordenando al personal de ambulancias no transferir a los nosocomios la mayoría de los pacientes que no tienen prácticamente ninguna posibilidad de sobrevivir.
En épocas prepandémicas, los que tenían pocas posibilidades de salir adelante eran llevados al hospital, ya que había capacidad para acomodar incluso los escenarios de recuperación más improbables.
Entre los pacientes que no deben ser trasladados a los hospitales figuran aquellos cuyo corazón se ha detenido y, a pesar de los esfuerzos de reanimación, no presentan signos de respiración, movimiento, pulso o presión sanguínea y serían declarados muertos en el sanatorio. Los paramédicos y los técnicos médicos de emergencia seguirán tratando de resucitar en el trayecto hasta que se pueda restablecer el pulso, tras lo cual se podría estabilizar al paciente y llevarlo a un hospital.
Las salas de emergencia están tan sobrecargadas que algunos pacientes tienen que esperar dentro de las ambulancias hasta ocho horas antes de entrar al hospital. Ese atraso ata las ambulancias y les impide responder a otras llamadas de emergencia.
Para hacer frente a la escasez, los funcionarios han ideado un plan de emergencia para crear “espacios de recepción de ambulancias” temporales, establecidos justo fuera de la entrada de la sala de emergencias y a menudo cubiertos por tiendas de campaña o toldos, para aceptar a los pacientes.
La nueva cepa de coronavirus, potencialmente más contagiosa y que ha causado preocupación en Europa, ha sido detectada en Big Bear, anunciaron las autoridades el viernes.
Se puede utilizar un paramédico o un técnico médico de urgencias para ayudar a controlar hasta cuatro pacientes en esas zonas, lo que supone un cambio con respecto a la práctica convencional de que el paciente permanezca dentro de la ambulancia hasta que el servicio de urgencias esté listo para dejarle entrar. Los funcionarios dicen que el plan permite que más ambulancias salgan del hospital y vuelvan a circular.
Un espacio de recepción de ambulancias solo se puede implementar con el permiso del Centro de Alerta Médica de la Agencia de Servicios Médicos de Emergencia del Condado de Los Ángeles. El umbral se alcanza cuando todas las áreas de tratamiento de pacientes disponibles en la sala de emergencias - incluyendo los pasillos - están completamente ocupadas y cuando al menos tres ambulancias o un mínimo de tres pacientes manejados por EMT o paramédicos deben esperar más de una hora.
El número de víctimas de la pandemia en los sistemas de atención médica en todo el condado de Los Ángeles y California en su conjunto se puso de manifiesto el lunes cuando el gobernador Gavin Newsom dio a conocer una estrategia de oxígeno para reforzar la reserva de recursos del estado y proporcionar asistencia y otro tipo de apoyo a las zonas más afectadas que necesitan desesperadamente la terapia vital.
Como parte de ese esfuerzo, California ha creado un equipo de oxígeno estatal, y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército ha enviado equipos especializados para actualizar los sistemas de suministro de oxígeno en un puñado de hospitales antiguos del condado de Los Ángeles.
El estado también está trabajando para aumentar el apoyo al uso de oxígeno en el hogar para que algunos pacientes puedan recuperarse fuera del entorno hospitalario, lo que permitirá “más disponibilidad y mayor capacidad dentro de nuestras instalaciones existentes”, dijo Newsom.
Los lugares de trabajo siguen siendo una esfera de creciente preocupación, en medio de nuevos brotes en los establecimientos de venta al por menor, así como en otros negocios que se consideran esenciales.
“Estamos buscando cómo podemos obtener mayor flexibilidad y una distribución más amplia de estas unidades de oxígeno en todo el estado, pero particularmente en estas áreas - Valle de San Joaquín y Los Ángeles, la región más grande del sur de California - que tienen una necesidad específica y están bajo un estrés particular”, expuso.
Los funcionarios también están trabajando en la identificación y eliminación de las barreras para dar de alta a los pacientes a niveles de atención más bajos.
“Por ejemplo, hay camas disponibles en algunos centros de enfermería especializada”, dijo el Dr. Jeffrey Gunzenhauser, director médico del condado de Los Ángeles, “y estamos haciendo todo lo posible para eliminar las restricciones para que los pacientes que están lo suficientemente bien como para ser dados de alta de los hospitales puedan trasladarse a esos centros de enfermería especializada”.
Entre los pacientes que podrían ser trasladados se encuentran aquellos que han sufrido un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular y no necesitan permanecer en el hospital, pero deben recibir un intenso apoyo de enfermería, expuso. Tales arreglos tienen más sentido que establecer un hospital de campaña o un barco médico, como se hizo anteriormente en la pandemia, porque la infraestructura médica y el personal ya están en su lugar, subrayó.
Después de una breve caída en Nochevieja y Año Nuevo, las hospitalizaciones de pacientes de COVID-19 continuaron rompiendo récords en el condado de Los Ángeles, llegando a un nuevo máximo de 7.898 el domingo, según los datos más recientes disponibles, una adición neta de 201 personas desde el día anterior. De esos pacientes, 1.627 estaban en la UCI, también un récord.
El lunes, se reportaron 79 muertes adicionales de COVID-19 en el condado de Los Ángeles y 10.851 casos adicionales de coronavirus. El Condado ahora tiene un promedio de 184 decesos diarios desde la semana pasada - igual a una muerte cada ocho minutos - y alrededor de 13.500 casos al día, un conteo que se espera que crezca ya que muchos sitios de pruebas estuvieron cerrados por el feriado de Año Nuevo.
California registró un número récord de nuevos casos de coronavirus en un solo día el lunes: 74.135, rompiendo el récord del 28 de diciembre, cuando se registraron 66.726 casos. El estado también registró su sexto mayor conteo de muertes por COVID-19 en un solo día: 379. En la última semana, California ha tenido un promedio de 353 decesos diarios, un récord.
“Es probable que en enero experimentemos las peores condiciones que hemos enfrentado toda la pandemia, y eso es difícil de imaginar”, dijo la Directora de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer.
El crecimiento del número de pacientes con COVID-19 en las UCI del condado de Los Ángeles ha sido asombroso: se ha cuadruplicado desde finales de noviembre.
“Todo el mundo debe tener en cuenta que las tasas de transmisión de la comunidad son tan altas que se corre el riesgo de una exposición cada vez que se sale de la casa”, destacó Ferrer. “Asumamos que este virus mortal e invisible está en todas partes, buscando un huésped disponible”.
Los escritores del Times Hayley Smith, Colleen Shalby, Taryn Luna, Alex Wigglesworth, Andrea Roberson, Iris Lee y Sandhya Kambhampati contribuyeron a este informe.
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