A jetpack at LAX? Maybe. Jetpacks are very real - Los Angeles Times
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¿Un ‘jetpack’ en LAX? Tal vez, las ‘mochilas voladoras’ son muy reales

A man wearing a jetpack
David Mayman, director ejecutivo de JetPack Aviation, se coloca un aparato creado por su empresa en 2018.
(Michael Cole / Corbis)
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Suena como algo salido de una película: un piloto de American Airlines llamó a la torre de control del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles para advertir que su avión pasó volando al lado de alguien en el aire, una persona que llevaba un ‘jetpack’.

Pero el piloto dio esa advertencia el domingo por la noche y realmente no le causó risa. El FBI está investigando.

Después de todo, las mochilas propulsoras (‘jetpack’) no se limitan al ámbito de la ciencia ficción. Hay un puñado de empresas en todo el mundo que fabrican dispositivos que impulsan a una sola persona para volar.

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El ex piloto de la Fuerza Aérea Suiza, Yves Rossy, ha creado un tipo de ‘jetpack’ alado, que normalmente requiere que un helicóptero o globo lo eleve al cielo; y puede despegar desde allí. Otra empresa, Zapata, ha fabricado algo parecido a una patineta voladora, que emite una vibra de Marty McFly.

JetPack Aviation Corp., con sede en Van Nuys, dice que es la única que ha desarrollado una mochila propulsora que se puede usar como tal. La tecnología es real: el presidente ejecutivo, David Mayman, lo demostró hace cinco años volando alrededor de la Estatua de la Libertad, y su compañía ha creado cinco de ellas.

Así que no está descartado que alguien pudiera haber estado volando sobre el aeropuerto el fin de semana pasado, dando un susto a los pilotos.

Mayman se apresuró a decir que si se había usado un ‘jetpack’, no era uno de los suyos. JetPack Aviation mantiene sus cinco paquetes bajo llave, dijo, y no están a la venta. La compañía ofrece lecciones de vuelo por 4.950 dólares cada una, pero dijo que los estudiantes están conectados a un cable y no pueden alejarse demasiado.

Tampoco ninguno de los competidores de la empresa vende sus productos a los consumidores, informó Mayman.

El incidente del fin de semana “nos hizo preguntarnos a todos si había alguien trabajando en ‘skunkworks’ en esto”, dijo, usando un término para un proyecto secreto. O tal vez, reflexionó, el piloto de la aerolínea vio una especie de dron eléctrico con un maniquí adjunto.

El hecho es, que en realidad, resulta muy difícil acceder a un ‘jetpack’. Sin embargo, si logra eso, no es complicado obtener permiso para volarlo.

La Administración Federal de Aviación no emite licencias específicamente para operar los dispositivos. Un ‘jetpack’ podría funcionar como un vehículo ultraligero, lo que significa que no estaría registrado en la FAA y su operador no necesitaría una licencia de piloto, si cumple con los requisitos de peso, capacidad de combustible y velocidad.

Pero aún así no se le permitiría sorprender a los funcionarios paseando libremente por el aeropuerto más grande de California por la noche. Sin la aprobación de la FAA, los vehículos ultraligeros pueden volar solo durante el día y tienen prohibido volar sobre áreas densamente pobladas o en espacio aéreo controlado.

Los propulsores que no cumplan con los requisitos ultraligeros podrían recibir un certificado experimental especial, que requeriría una clase de certificado de piloto específico para la aeronave y tendría su propio conjunto de restricciones de vuelo, dijo la FAA.

“Si quieres hacer algo que sea emocionante, entonces sí, puedes volar uno”, manifestó Mike Hirschberg, director ejecutivo de Vertical Flight Society, una organización profesional sin fines de lucro.

Para ser claros, no están bien adaptados para convertirse en una forma común de transporte en el corto plazo.

Por un lado, son demasiado ruidosos y no tienen suficiente resistencia, señaló Hirschberg.

Por otro, son bastante caros. Si JetPack Aviation estuviera dispuesta a vender sus mochilas propulsoras a particulares, cobraría al menos 300.000 dólares por cada una, expuso Mayman.

Además, vender al público en general crearía problemas de responsabilidad.

“Es muy fácil que alguien haga un mal uso de uno de estos aparatos”, dijo Mayman. No quiere estar involucrado, por ejemplo, si un volador se estrella contra un automóvil o un edificio.

Mayman aseguró que no está interesado en vender sus productos a nadie más que a gobiernos o agencias gubernamentales, y que el enfoque de su empresa son las aplicaciones de búsqueda y rescate.

Hace cuatro años, JetPack Aviation tenía un contrato de investigación y desarrollo con el Ejército de Estados Unidos, pero no terminó vendiendo ninguno de los dispositivos. Ahora, bajo un contrato diferente de investigación y desarrollo militar de EE.UU, la compañía está trabajando en su avión Speeder, que describe como una motocicleta voladora que puede ser pilotada por un humano o utilizada como un dron.

Los inventores siempre han soñado con crear mochilas propulsoras que impulsaran a las personas por el aire.

En la década de 1950, un ingeniero de Bell Aerosystems llamado Wendell Moore desarrolló un cinturón de cohete que podía sujetarse a la espalda de una persona y hacerlo volar una distancia corta. Aunque el Ejército de Estados Unidos consideró seriamente el dispositivo en la década de 1960 para que lo usaran los soldados, el alcance del cinturón de cohetes de solo unos segundos se consideró demasiado corto, según el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian.

En 2018, una competencia de ingeniería patrocinada por Boeing Co. y otros grupos pidió a los inventores que construyeran un dispositivo volador personal y silencioso que pudiera transportar a una persona por 20 millas. Pero en lugar de propulsores silenciosos, los aparatos se parecían más a motocicletas de aire.

Si el silencio es la prioridad, hay formas de volar que ni siquiera involucran motores, hélices o combustión.

En 1982, un conductor de camión de North Hollywood llamado Larry Walters ató 42 globos meteorológicos llenos de helio a una silla de jardín y flotó 16.000 pies en el aire. Sorprendió al menos a dos pilotos de aerolíneas, uno de los cuales llamó por radio a la FAA. (Walters fue multado con $1.500). Para regresar a la tierra, Walters usó una pistola de perdigones para hacer estallar los globos.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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