David Dejota, el ‘influencer’ que lleva a flor de piel el folclore salvadoreño
LOS ÁNGELES — “Malas influencias ya vine”, dice David Dejota para romper el hielo. Con ese mensaje de apertura en sus transmisiones en Facebook aparecen los comentarios y las miles de vistas de sus seguidores que lo han convertido en una celebridad por su creatividad y su apego a la cultura cuzcatleca.
Es que Dejota, de 37 años, encarna al salvadoreño de a pie. En sus monólogos resalta las ocurrencias, la idiosincrasia y el jolgorio de sus connacionales utilizando chistes, expresiones, vestimenta y demás manifestaciones que identifican a sus compatriotas.
“Es que mi cuerpo está aquí, pero mi mente en El Salvador”, explica este comunicador y comediante que acumula alrededor de 60 mil seguidores en tres cuentas de Facebook, que le han servido de plataforma para explotar su talento y ahora también para animar eventos a todo nivel.
Desde una corta edad, este joven polifacético – cuyo verdadero nombre es José David Pérez Navarrete – mostró inquietud por la locución, la música y la danza, pero para abrirse un espacio tuvo que ir contra la corriente, sin darse cuenta que las andanzas previas lo estaban preparando para algo más grande.
“Siempre fui amante de la música, la animación, el canto, todo eso”, reconoce.
Nació en Aguilares, al norte de la capital salvadoreña, pero desde los cinco años se radicó en Olocuilta, lugar conocido por las pupusas de arroz. Ahí cuidaba ganado y también trabajó como molinero; al salir del bachillerato laboró en la venta de frutas en el mercado La Tiendona y en una fábrica de ropa.
“Cuando uno tiene una meta, lo importante es arriesgarse”, aseveró.
Como él sabía lo que quería, fijó su mirada en el equipo de animación que tenía la alcaldía de su localidad. “Ese ‘maitro’ (alcalde) tiene todo lo que quiero”, se dijo a sí mismo.
Mi hablado y mi forma de decir las cosas es como se habla en la calle, pero respetuoso. Es lo que la gente extraña. A mi me buscan por las ‘bayuncadas’ que decimos, porque transporta a la gente a su infancia, a su juventud. Si no rescatamos nuestro valor, estamos perdiendo la identidad
— David Dejota
Tocó las puertas y le dieron una oportunidad. Comenzó sus pininos en operando el equipo de sonido. Pero como anhelaba llegar más lejos, mientras trabajaba en la municipalidad se inscribió en clases de locución, animación y DJ los sábados y domingos.
Al graduarse, en el 2010, cuenta que le salían contrataciones para amenizar bodas, cumpleaños y fiestas patronales; sin embargo, Dejota reconoce que había mucha competencia.
En el 2011 su padre creó una radio en internet, en donde ocasionalmente él reemplazaba al locutor titular. Cuando esa estación digital fue vendida, Dejota optó por moverse a las redes sociales. Y en poco tiempo acumuló cerca de 3,000 seguidores en Facebook.
“Lo mío era la música y no podía avanzar”, confesó. “Así que decidí venirme indocumentado”.
Otro escenario
Al llegar a Los Ángeles, en el 2015, trabajó los primeros dos años en el campo de la estructura metálica, pero debido a una lesión en su codo izquierdo se dedicó por completo a darle vuelo a la creatividad.
“Mi show se presta para que la gente se desestrese, que se sienta importante; trato de animar a la gente a hacer cosas positivas”, indica Dejota en su propio estudio, instalado en la misma habitación en la que vive en el Sur de California. “A mi me toman más como un humorista”, apunta.
Y es que por sus ocurrencias, admite que su audiencia lo mira “más como un cipote bayunco”, dice en referencia a ese argot popular utilizado para definir algo chistoso o divertido.
En efecto, Dejota no se inhibe para vestir una peluca color azul, unas sandalias y un morral como las que usan los campesinos. Por ejemplo, en agosto de 2018 comenzó a utilizar un disfraz que ha venido evolucionando. A veces lo luce al presentarse en las redes sociales y también lo lleva a eventos públicos.
“Si me visto sin nada simbólico, lo primero que la gente pregunta es: ¿Y dónde está el paste? ¿Y la peluca? ¿Y el matate”, detalla.
El impacto que ha tenido su vestimenta folclórica lo ha llevado también a diseñar camisas, en las que plasma las ideas que se le vienen a su imaginación, a la fecha cuenta con 18 diferentes estampados, que vende a solicitud de sus seguidores.
“Los envidiosos dirán que es peluca, pero yo me tomo mi pastilla azul para que me crezca así el pelo”, manifiesta al público con humor.
Mi show se presta para que la gente se desestrese, que se sienta importante; trato de animar a la gente a hacer cosas positivas
— David Dejota
Dejota ahora se gana la vida animando eventos, lo invitan de otras ciudades de Maryland y Texas, entre otros estados. Los empresarios también lo contratan para promover sus negocios en las redes sociales, pues en Facebook tiene tres cuentas: Pacuso Radio TV Entertainment, David Dejota y David Pacuso.
“Mi hablado y mi forma de decir las cosas es como se habla en la calle, pero respetuoso. Es lo que la gente extraña. A mi me buscan por las ‘bayuncadas’ que decimos, porque transporta a la gente a su infancia, a su juventud. Si no rescatamos nuestro valor, estamos perdiendo la identidad”, concluye.
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