Historia: Niñas estadounidenses salvan a su papá de la deportación

Para Juan Carlos López hay tres heroínas en su vida y todas ellas son sus hijas, pues las menores lograron que un juez le otorgara a su padre la residencia permanente. Sin embargo, las niñas afirman sin pensarlo dos veces que el héroe es él.

“Mi papá es mi héroe”, afirma Camila, de seis años de edad y quien junto a su hermanita, Isabella, de tres años, ganaron el juicio ante el juez de inmigración tras estar López a la puerta de la deportación.

Para este migrante mexicano, el mejor regalo del ‘Día del Padre’ es saber que vivirá legalmente en Estados Unidos, para cuidar de las pequeñas, principalmente de Camila diagnosticada con espina bífida, y lo que le impide caminar.

“Yo quiero mi ‘green card’ para salir al mundo a buscar un alivio para mi hija”, dice Juan Carlos con sentimientos encontrados: feliz porque tendrá su residencia legal, y triste porque su hija le pregunta cada día… “¿Por qué no puedo correr como mi hermanita?”.

Juan Carlos y sus hijas, acompañados por su abogada Aisha Ching, de la firma legal de Eric Price en San Diego, se presentaron en mayo pasado ante una corte de inmigración, en donde un juez le perdonó una orden de deportación.

Al mismo tiempo, el juez le otorgó el beneficio del proceso 42B, un alivio migratorio que protege a ciudadanos estadounidense de un sufrimiento extremo en caso de que un familiar cercano, en este caso su papá, fuera separado de ellas por una deportación.

“Con el proceso 42B, Juan Carlos y todos los padres que reúnan los requisitos, pueden evitar la deportación y buscar su residencia permanente sin salir del país y con vías a la ciudadanía”, explica la abogada Ching.

Los requisitos para este alivio es contar con una orden de deportación, vivir en Estados Unidos por más de 10 años continuos, tener un buen compartimiento moral, no tener antecedentes penales y tener un familiar directo (discapacitado) que sufriría de manera extrema si son separados de quien dependen para sobrevivir.

En el caso de Juan Carlos, él pudo obtener el beneficio de la 42B porque tenía una deportación pendiente, ha vivido en Estados Unidos desde 2004, nunca ha sido arrestado o condenado por ningún delito criminal y tiene dos hijas nacidas en Estados Unidos, de 6 y 3 años de edad.

Su hija mayor Camila, fue diagnosticada con varias deficiencias médicas desde su nacimiento, incluida la espina bífida, agrega la abogada.

Camila no puede caminar y depende completamente de su padre para todo. Dados los registros médicos y las cartas de los especialistas de su hija como evidencia, el gobierno de Estados Unidos acordó que Juan Carlos obtenga su residencia.

Originario de Ciudad del Carmen, Veracruz, López llegó con 19 años de edad a Estados Unidos en agosto del 2004, y en dos ocasiones lo detuvieron tratando de ingresar al país. Trabaja en la construcción desde que llegó a este país.

Cuando se enteró que su esposa estaba embarazada de Camila, los médicos le advirtieron del estado físico de la bebé y a pesar de todo, decidieron continuar con el embarazo y permitir que Camila naciera aun sabiendo que su vida sería distinta a la de otros niños.

“Juan Carlos enfrentó la adversidad con valentía. Se comprometió con su hija para cuidarla, amarla y ser un padre protector desde el primer día de nacida”, recuerda la abogada Ching.

Y eso salta a la vista, tanto que ante el juez, padre e hija dieron una muestra de la fuerte relación que existe entre ellos y de la dependencia de Camila hacia su padre quien la cuida desde el mínimo detalle: la baña, la peina, le cocina, la lleva a la escuela y a todas las actividades que necesita, incluyendo citas médicas y terapias.

“Quizá no hay una cura para mi hija, pero yo voy a seguir buscando un remedio en cualquier parte del mundo para que ella algún día pueda caminar… yo se lo prometí y se lo tengo que cumplir”, dice Juan Carlos.

Los solicitantes que se benefician con el alivio 42B se colocan en una fila que lleva hasta dos años de espera. El Congreso limita la emisión de tarjetas de residencia a solo 4,000 por año fiscal en todo el país para este tipo de procesos. Juan Carlos eventualmente obtendrá su “green card” con vías a la ciudadanía.

La experiencia que deja este caso para personas sin documentos, asegura la abogada, es buscar ayuda legal en caso de que tener un hijo o hija con un impedimento físico o mental nacido en Estados Unidos.