Tras un pasado de abuso, joven latina encontró esperanza en hogares de crianza

Hoy Los Angeles

Ago. 4, 2018 7:03 AM PT

LOS ÁNGELES — Iba ceñida con un vestido rojo y portaba una diadema en su cabeza, pero lo más evidente era su sonrisa de oreja a oreja, reflejo de la felicidad que embargaba a Priscilla Fuentes, al hácersele realidad la celebración por sus 15 años con bombo y platillo como siempre lo había soñado.

“Estaba llorando, pero de la emoción. Todavía no lo podía creer”, afirmó la joven oriunda del departamento de La Paz, El Salvador, quien recibió este agasajo como un alivio al doloroso camino que ha tenido que transitar, pero que gracias a los hogares de crianza ha encontrado un mejor devenir.

Cuando tenía apenas nueve años, rememoró que sufrió la pérdida de sus tíos maternos en la ciudad de Zacatecoluca, al sur de la capital salvadoreña. Fueron víctimas de la violencia pandilleril en esa región.

En lo primero que pensó fue en emigrar a Los Ángeles, en donde reside su padre.

“Le dije a mi papá que me mandara a traer, porque estaba muy duro”, aseguró sobre la travesía que realizó sola en el 2014, cuando llegó a California de forma indocumentada.

Para su sorpresa, al llegar a Los Ángeles se encontró con que su progenitor tenía otra familia, algo de lo que él no había hablado.

Es decir que la chica llegó a un hogar en donde compartía techo con seis niños más, a eso se sumó que su padre le dejaba toda la responsabilidad a la que se convirtió en su madrastra.

“Me pegaba, me maltraba”, confesó sobre las agresiones de la esposa de su padre, pero asegura que lo más hiriente eran el abuso verbal. “Las palabras eran más duras”, señaló.

Al principio optaba por encerrarse en una habitación, luego comenzó a probar drogas con tan solo 12 años. Se escapaba de la vivienda y se iba con sus amigas.

En una de esas salidas, en el 2016, se fue a la casa de una mujer que conoció en un vecindario angelino. Ella le explicó que no podía quedarse ahí, así que a través de la policía fue refirida al Departamento de Niños y Familia del Condado de Los Ángeles (DCFS). Y esta entidad la ubicó en un hogar de crianza.

En los dos años que lleva en el sistema de hogares de crianza la vida le ha cambiado de forma radical.

En mayo, fue una de las 10 chicas seleccionadas por DCFS para recibir una fiesta de quinceaños, gracias a las buenas calificaciones en la escuela y su comportamiento, entre otros requisitos que se tomaron en cuenta.

Desde entonces, con el apoyo de Quinceanera.com tuvieron ensayos cada semana. De esa forma, el pasado 22 de julio, la diez jovencitas fueron recibidas con mariachi y entre las sorpresas estuvo el cantante de regional mexicano Lenín Ramírez, junto a personalidades de radio y televisión.

“Estaba nerviosa”, dice con sinceridad. “Me sentí bien feliz porque un tío pudo venir desde Dallas, Texas. Él fue el que me dio mi muñeca”, relató.

Cuando ella le contaba su sueño a otros jóvenes, porque siempre había tenido ese anhelo de una quinceañera por todo lo alto, nadie le creía.

“Se me hizo realidad porque yo le pedí a Dios tener una quinceañera en grande”, subrayó.

“Me hizo olvidar un poquito mi pasado; para mi el pasado no es fácil, pero no importa lo que pasa, hay que seguir adelante”, admitió.

Ahora en lo que piensa es en un futuro prominente, gracias al apoyo del hogar de crianza, en donde ha estado desde el 2016.

“Quisiera ser doctora para ayudar a los niños”, manifestó.

A los jóvenes de su edad les dijo: “No importa lo que pasen, aunque sus padres no los quieran, pero Dios siempre nos va a querer con mucho amor”.

Con la meta de reunificar

Desde hace 13 años, Alicia Trigueros ha abierto su casa para recibir a menores que son referidos por el Departamento de Niños y Familia del Condado de Los Ángeles (DCFS).

“Me motivé queriendo cuidar niños porque tenía mis hijos pequeños”, confesó.

Una amiga de la iglesia, contó Trigueros, la impulsó a convertirse en “madre de crianza”.

Tomó clases y después de pasar la respectiva evaluación inició este servicio del que se siente afortunada.

“Se muestran diferentes desafíos y problemas de todas formas, porque [los menores] llegan golpeados, heridos, frustrados y llegan a un hogar que no conocen”, manifestó Trigueros.

“Llegan un poquito tímidos y hasta tal vez con odio, faltos de amor”, agregó.

La clave en su trabajo, aseguró, ha sido darles confianza. A la fecha han pasado por su hogar menores de diferentes edades.

“Es una satisfacción muy bonita, cuando los niños regresan con sus padres. Te llenas de alegría porque pudiste ayudar a alguien y que ellos regresen a su familia es la meta de nosotros”, subrayó Trigueros.

Proceso para ser ‘padres de crianza’

Los menores son retirados de un hogar debido a negligencias o abusos; sin embargo, ese es un cambio temporal.

En principio, dijo Juana Aguilera, vocera de DCFS, la prioridad es buscarle a los niños un familiar con quien vivir. “Cuando no se puede, buscamos un hogar de crianza dispuesto a abrirles sus corazones y verlos como familia”, señaló.

En ese sentido, siempre están buscando a familias interesadas en servir como hogares de crianza.

Para comenzar, se puede participar en una charla de orientación.

Si el interés se mantiene, se complete la solicitude en línea y luego se complete una verificación de antecedentes, entre otros requerimientos.

De acuerdo a Aguilera, todo este trámite “puede durar un mes, puede durar más, depende de quién vive en la casa y cuántas personas hayan”.

“Comuníquese con el DCFS para iniciar el proceso”, invitó a los interesados.

EL DATO

Para ser padres de crianza:

Puede llamar al teléfono: 888.811.1121

Escribir al correo electrónico: [email protected].

Si usted sospecha de abuso o negligencia infantil:

Repórtelo a la línea directa: 800-540-4000

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