Riesgos “de peso”
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Aunque para su familia era una pesadilla, para “María” el ingerir lombrices para perder peso era la opción soñada. No tenía que someterse a ejercicios extenuantes o un procedimiento quirúrgico costoso.
Su comadre le había contado que si llevaba a cabo la “dieta de La Solitaria”, esta perdería unas 60 de sus 200 libras antes de llegar el verano.
Al no saber dónde conseguir el parásito en Los Ángeles, la señora se aseguró de comer carne cruda durante tres meses con la esperanza de que estuviera contaminada.
En un país donde uno de cada tres habitantes sufren de obesidad mientras un sin número de revistas y shows de televisión exhiben cuerpos esbeltos, tanto la epidemia como la tendencia están motivando a millones de estadounidenses como María a someterse cada vez más a procedimientos extremos.
De hecho, las liposucciones aumentaron un seis por ciento en el 2016 con 235,237 prácticas. Por su parte, las cirugías bariátricas incrementaron hasta un 25 por ciento con otras 200 mil prácticas el mismo año, según American Society for Metabolic and Bariatric Surgery.
La explosión de cirugías y diferentes métodos facilita las opciones de muchos que no sopesan las consecuencias, afirman los expertos. Por lo que la gente debe de asegurarse de recurrir a los profesionales e investigar qué es lo que mejor les conviene antes de arriesgar su salud y hasta su vida, añaden.
La Solitaria
En el caso de María, el consumir carne cruda le provocó nauseas, diarrea, dolores abdominales y hasta dificultad para respirar.
“Mi doctor me dijo que tenía parásitos en el estomago y me recetó medicamento. También fui diagnosticada con anemia en el lapso de un año”, dice la señora.
“La mala noticia es que estos parásitos pueden poner su vida en peligro”, dice el doctor Ilan Shapiro de las clínicas AltaMed. Lo peor es que una infección complicada pueden perforar el intestino, aparecer en los ojos, los pulmones y crear muchos problemas”, asevera.
Una bomba que vierte la comida del estomago al inodoro
Para perder libras, todo depende hasta dónde una persona quiera llegar.
Aprobado por la Administración de Comida y Drogas (FDA), el método de AspireAssist hizo su debut en Estados Unidos el año pasado para pacientes con moderada a severa obesidad.
El dispositivo consiste de un tubo que va desde el interior del estómago hasta el exterior del abdomen. Después de unos 30 minutos de comer, el paciente debe bombear para literalmente verter parte de la comida de su estómago en el inodoro en un lapso de cinco a 10 minutos.
“Los pacientes con terapia AspireAssist tienen la oportunidad no sólo de perder una gran cantidad significativa de peso de una manera segura y controlada, sino también de desarrollar un estilo de vida más saludable”, dice Louis Aronne, profesor clínico endocrinólogo de Weill Cornell Medical College.
Sin embargo, la FDA advierte efectos secundarios como “indigestión ocasional, náuseas, vómitos, estreñimiento y diarrea”, así como efectos de colocación o la extracción del tubo, incluido dolor de garganta, sangrado y neumonía.
Implante eléctrico que envía señales al cerebro
Como si fuera sacado de una película de ficción, el dispositivo Maestro de Sistema Recargable (MRS) se implanta bajo anestesia general en el musculo justo debajo de la caja torácica por un cirujano bariátrico.
El implanta envía pulsos electrónicos al nervio vago que se extiende desde el cerebro hasta el estómago, y le señala al cerebro cuando el estómago está lleno o vacio.
Aunque fue aprobado por la FDA en el 2015, estudios han encontrado síntomas adversos, de acuerdo a la misma agencia. Entre estos náuseas, dolor en el sitio donde se implantó el dispositivo, vómitos, complicaciones quirúrgicas, acidez estomacal, problemas para tragar, náuseas y dolor torácico.
A pesar de los síntomas, los doctores le dan el visto bueno al dispositivo.
“Los dispositivos médicos pueden ayudar a los médicos y pacientes a desarrollar planes de tratamiento integral para la obesidad”, sostiene dice William Maisel, subdirector de ciencia y jefe científico del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA.
Globo que reduce espacio estomacal
Bautizado como ReShape, el método consiste de dos globos conectados que ocupan espacio en el estómago durante seis meses.
Los médicos insertan los globos a través de una manguera por la garganta hacia el estómago para luego llenarlos con solución salina que contiene un tinte azul por si alguno se rompe, el paciente orina azul.
Aunque algunos doctores se encuentra optimistas con este sistema, los efectos secundarios como nauseas en algunos pacientes son persistentes, inflamación del páncreas así como el desarrollo de ulceras gástricas tras el rose del globo en contra de la pared estomacal.
Cirugías bariátricas
El conjunto de procedimientos quirúrgicos usados para tratar la obesidad involucra la banda gástrica, bypass gástrico y la manga gástrica.
Entre los efectos secundarios se encuentran las infecciones, la diarrea por comer alimentos grasoso, el vomito por comer alimentos muy rápido, la malnutrición, cálculos biliares y hernias, de acuerdo a un estudio dado a conocer en el 2010.
Los investigadores revelaron también que el suicidio entre los pacientes era más de 5 veces superior al de la población general.
A juicio del doctor Paul Chugay, certificado en cirugía general por el American Board of Surgery, los procedimientos bariátricos tienen efectos negativos.
“En nuestra clínica hemos ofrecido en el pasado la cirugía bariátricas, pero ahora nos estamos limitando porque estamos viendo que los pacientes enfrentan riesgos y complicaciones, inclusive la muerte”, sostiene el doctor.
“Estamos viendo que la epidemia de la obesidad está ocasionando muchas enfermedades como la diabetes, la presión alta y hasta enfermedades del corazón, por lo que la gente se somete a todo tipo de procedimientos para perder peso, pero siempre es necesario recurrir a los experto e investigar los efectos secundarios”, añade el doctor.
La lamina en la lengua
Aunque varios expertos lo consideran una tortura, la clínica del doctor Chugay ofrece desde el 2009 otro procedimiento muy peculiar. Se trata de una malla plástica pequeña que literalmente se cose en la lengua.
El dolor le impide al paciente comer alimento sólido, el cual se substituye por malteadas saludables. Si el dolor es muy severo, la malla puede removerse en cualquier momento.
“A final del día, la malla es una herramienta más que no implica cirugías riesgosas… No obstante, la comunidad obesa en general, puede perder peso con una dieta balanceada y con ejercicios, ya que todos y cada uno de los procedimientos que existen, requieren de una dieta eficaz y movimiento físico para conservar los resultados”, sostiene el doctor.
“Aún no existe esa píldora mágica que te hace bajar de peso sin que tú pongas de tu parte”, agrega.
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