Empleadas domésticas, “una segunda madre” para miles de niños
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LOS ÁNGELES/EFE — Las empleadas domésticas, muchas de ellas hispanas, se han convertido para muchos niños en una “segunda madre” que les cuida, cocina, ayuda con las tareas escolares mientras su verdadera madre está en el trabajo.
Incluso, para muchas de las madres trabajadoras la ayuda de estas empleadas es irremplazable ya que les ofrecen tranquilidad y tiempo para poder realizar su esfuerzo diario afuera del hogar.
“Yo tengo una señora que me ayuda todos los días entre semana, cuatro horas, desde cuando los niños salen de la escuela hasta cuando yo llego a mi casa”, dijo a Efe Aida Martínez, una hispana residente en Long Beach.
“Si no fuera por ella, yo tendría que dejar mi trabajo o trabajar sólo unas pocas horas y no puedo, porque soy la responsable de mi hogar y de mis dos niños”, agregó Martínez que trabaja en una entidad bancaria en Los Ángeles.
Martínez relató que Nora, la señora que la ayuda, recoge los niños en el colegio, los lleva a las clases particulares y a los entrenamientos de deporte cuando es necesario, y después “a la casa para que hagan sus tareas mientras ella prepara la comida”.
“Cuando yo llego, encuentro todo limpio y organizado y generalmente mis hijos ya han terminado sus tareas y me esperan para comer”, explicó la ejecutiva financiera.
Sin embargo, Martínez no siente que la persona que trabaja en su hogar la “esté reemplazando” en su papel de madre. “Es una gran ayuda pero nada ni nadie reemplaza la presencia y el amor de una madre”.
La directora de campaña de la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas (NDWA), Andrea Cristina Mercado, indicó que las trabajadoras domésticas hacen posible el trabajo de otros.
Aclaró, que cuando las obligaciones laborales exigen de una madre trabajar más tiempo de lo usual y ella no puede contar con la ayuda de sus padres, tiene el alivio de una trabajadora doméstica.
“Tengo la suerte de poder llamar a Hilda, una trabajadora doméstica profesional que conozco desde que yo era una niña, para que me ayude”, aseguró Mercado.
No obstante estas “madres sustitutas” tienen sus propias necesidades y muchas veces no pueden pasar suficiente tiempo con sus propios hijos, “por estar cuidando hijos ajenos”.
Anabel, una trabajadora doméstica originaria del Perú, se enfrenta con frecuencia a esa dura disyuntiva.
“Tres días a la semana yo cuido dos niños de una pareja adinerada”, contó la trabajadora doméstica a Efe.
“Sin embargo, desde que estoy con ellos hace cerca de dos años, ningún día he dejado de pensar que, mientras yo los estoy atendiendo a ellos, mis hijos están en mi casa sin que yo pueda estar presente, y eso me duele”, agregó.
Afortunadamente, Anabel cuenta con la ayuda de su madre que con el amor de abuela y un poco menos de la exigencia que utilizó con ella, cuida de sus niños y los acompaña hasta su llegada.
“Con el apoyo de mi madre yo pude comprar una casa y mis hijos son buenos estudiantes. Y aunque el dinero es escaso estoy segura que ellos van a ir a la universidad y van a ser unos buenos profesionales”, aseveró.
No obstante en el intercambio de servicios, según señala Mercado, la ecuación no siempre favorece a las trabajadoras domésticas.
“Yo hacía la limpieza ocho y nueve horas cada día sin un descanso y no se me permitía comer”, contó Aurelia, una trabajadora doméstica de Illinois, líder de la Unión Latina, organización que impulsa una medida para establecer derechos básicos laborales para estas empleadas.
“No se me permitía tomar agua y no podía contestar llamadas telefónicas de mis hijos cuando estaban enfermos o tenían una emergencia en la escuela”, denunció la activista.
Por esa razón NDWA está realizando una campaña en las redes sociales para que se le reconozca la dignidad a estas trabajadores, muchas de ellas cabeza de familia.
“En este Día de las Madres celebremos la dignidad y las contribuciones que han hecho las trabajadoras domésticas”, invita la campaña.
La iniciativa sugiere como muestra de apoyo incluir en la foto de perfil de las cuentas en Facebook un mensaje de apoyo a las trabajadoras domésticas y utilizando en Twitter las etiquetas #ýRespectAllMoms y #ýDWDignity.
Aunque, como señaló Aurelia, “la mejor forma de reconocernos es pagando salarios justos y los beneficios laborales”.
Un informe presentado esta semana por el Centro Laboral de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), destacó que hay 2 millones de personas que emplean trabajadores domésticos en California, de los cuales el 54 % para limpieza, el 27 % para cuidado de salud en el hogar y el 19 % para cuidado infantil.
Sin embargo, 40 por ciento de los empleadores pagan “salarios bajos” definidos como dos terceras partes del ingreso promedio de tiempo completo en el estado.
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