Ron Unz, promotor del “English-only”, redobla su carrera hacia el Senado por California
Ron Unz tiene un don indiscutible para ser parte de controversias. En la década de 1990 engendró la campaña ‘English Only’ (o ‘Sólo inglés’) para las escuelas públicas de California. Este año, Unz lanzó una cruzada cargada de comentarios raciales para revertir las políticas de admisión y cuotas de la Universidad de Harvard.
Ahora, con su entrada a última hora a la carrera por el Senado de los Estados Unidos en representación de California, Unz ha dado un choque eléctrico a lo que ha sido, mayormente, una campaña sin vida. Su oferta no amenazó en nada a la demócrata Kamala Harris, la fiscal de distrito que lleva la delantera, sin embargo, sí puede causar malestar generalizado en el campo de los candidatos.
A sólo tres semanas después de que el multimillonario de Silicon Valley entró en la contienda, una encuesta realizada y dada a conocer el 9 de abril pasado colocó a Unz en tercer lugar -muy por detrás de Harris y de la representante demócrata Loretta Sánchez, y apenas un 1% por delante de su rival, Tom Del Beccaro, del partido republicano- entre los californianos que votarán en las primarias de junio. esos números fueron suficientes para que Unz fuera invitado a participar el lunes en el primer debate por el Senado en la University of the Pacific, en Stockton.
Mientras el algarabía electoral consume la carrera presidencial republicana –muy revuelta por la campaña de Donald Trump, que va en camino a la primaria en California- un candidato poco ortodoxo como Unz puede tener una oportunidad, afirmó Lori Cox Han, una experta en ciencias políticas de Chapman University, en Orange: “Si alguien como Ron Unz, que tiene un mensaje conservador, puede aprovechar algunas de las angustias de los votantes, cosa que ciertamente ha sabido hacer la campaña de Trump, entonces creo que es posible para él ganar tracción”, aseguró.
Unz, quien hizo millones como empresario desarrollador de software, afirmó que sus probabilidades de ser elegido como el siguiente senador de los EE.UU. por California son muy pocas, un destino común para cualquier republicano que contiende por un puesto estatal en este fortín democrático de la costa oeste.
Sin embargo, Unz cree que tiene una buena oportunidad de terminar en segundo lugar en junio. Bajo el sistema de primarias en California, eso sería suficiente para tumbar a Sanchez y avanzar hacia la boleta de noviembre. En California, los clasificados en primero y segundo lugar en las primarias, sin importar a qué partido pertenecen, se enfrentarán en las elecciones generales.
Para lograrlo, Unz necesita superar a sus rivales del partido republicano, a Del Beccaro y George “Duf” Sundheim, ambos expresidentes del partido republicano de California, además de encontrar la forma de conseguir que republicanos e independientes de derecha se amalgamen y lo sigan.
Según Dan Schnur, director del Jesse M. Unruh Institute of Politics en USC, la entrada de Unz en la carrera por el Senado podría astillar el voto republicano y proporcionar una apertura para que Sánchez, en junio, se cuele en un segundo lugar: “La presencia de un tercer candidato republicano activo hace mucho más probable que la segunda vuelta para la elección general sea entre dos demócratas”, aclaró.
Dadas las eclécticas opiniones políticas de Unz, es difícil predecir cómo los votantes lo percibirán. Aunque Unz encabezó la Proposición 227, la iniciativa de 1998 para limitar la educación bilingüe, él también está abiertamente a favor de la inmigración y critica a aquellos que demonizan a los inmigrantes indocumentados. En 2014 también condujo una breve campaña de iniciativa para aumentar el salario mínimo en California a $12 la hora, y en 1994 montó un fracasado desafío contra el gobernador Pete Wilson en la primaria republicana.
En la actualidad, Unz apoya al senador de Vermont Bernie Sanders para presidente; si bien señala que no está de acuerdo en muchos temas con el candidato que se describe a sí mismo como ‘demócrata socialista’, pero apoya su “oposición a Wall Street”. Unz donó $2,000 a la campaña de Sanders.
“Ciertamente, no hay manera de encasillarlo en términos de qué clase de republicano es”, afirmó Jon Fleischman, editor de Flash Report, un sitio de noticias conservador. “En ciertos aspectos es un republicano conservador. En otros, un libertario. Y de alguna manera también es liberal”.
Pese a ser dueño de una amplia riqueza personal, Unz aclaró que probablemente limitará a $100,000 la cantidad invertida en su campaña por el Senado, y también limitará las donaciones individuales a $99, algo que no ayudará mucho en sus esfuerzos para volver a presentarse ante los votantes de California. Unz, de 54 años, admite rápidamente que, a pesar de sus incursiones en política hace muchos años, su nombre ha perdido todo reconocimiento y casi ha “desaparecido”.
Fleischman trabajó para Unz durante la exitosa campaña de la Proposición 227, que modificó las escuelas de California al prácticamente acabar con la educación bilingüe e incorporar a las clases generales a los estudiantes hispanohablantes. Según él, Unz aún siente mucha estima por este tema.
Una de las principales razones por las que Unz entró de pronto a la carrera por el Senado fue porque la legislatura estatal, controlada por los demócratas, colocó una medida en la boleta de noviembre para derogar las disposiciones restantes de la iniciativa bilingüe y promover la enseñanza de dos idiomas en las clases de inmersión dual.
Unz señaló que la medida es un insulto a los votantes de California y que la Proposición 227 ya permite que los estudiantes se inscriban en las clases de inmersión dual, si sus padres firman una exención anual: “Si las familias latinas quieren que sus hijos sean educados en inglés y se niegan a firmar la exención, yo creo que sus derechos deben ser protegidos”, apuntó al respecto.
La carrera al Senado por California no es la única campaña que Unz ha interrumpido. En la Universidad de Harvard, su alma mater, su insurgente campaña para la Junta de Supervisores convirtió el proceso de selección - normalmente serio- en una densa polémica.
Junto con Ralph Nader y otros candidatos, Unz intenta lograr que la matrícula de Harvard sea gratuita para los estudiantes universitarios a nivel licenciatura, y exige que dicha casa educativa revele qué lugar le da a la raza de los estudiantes en su proceso de admisión.
Unz alega que la dotación monetaria que recibe Harvard, que él fija en $38 mil millones, proporciona más que suficientes ingresos como para eliminar la necesidad de matrícula. Hacerlo, argumenta, forzaría a otras universidades de la ‘Ivy League’ a seguir el ejemplo y presionará a las entidades públicas a reducir la matrícula.
Pero son sus opiniones acerca de las políticas de admisión basadas en temas raciales las que han causado la mayor controversia. En 2012, Unz publicó un ensayo muy largo, llamado “The Myth of the American Meritocracy” (‘El mito de la meritocracia americana’), en el cual acusaba a Harvard y otras escuelas de la Ivy League de favorecer a los estudiantes judíos por sobre los alumnos asiático-americanos, que están más calificados académicamente, y de los estudiantes blancos no judíos. En el escrito, señaló que el “enorme sesgo” podría atribuirse a que los administradores de más alto nivel de esas escuelas son judíos.
La Anti-Defamation League (Liga contra la Difamación) afirmó que ese ensayo fue aprovechado por antisemitas como David Duke, exlíder del Ku Klux Klan. La organización también criticó el sitio web publicado por Unz, The Unz Review, etiquetándolo como un refugio para los escritores opositores de Israel, en contra de los inmigrantes y simpatizantes de las opiniones de los blancos racistas. “No he visto que Ron Unz escriba algo antisemita él mismo, pero realmente proporciona una plataforma a los antisemitas [para hacerlo]”, afirmó Marilyn Mayo, investigadora de la Anti-Defamation League.
Mayo y opositores de la campaña de Unz, llamada “Free Harvard/Fair Harvard”, también lo criticaron por utilizar sus fundaciones para dar apoyo financiero a algunos de estos polémicos escritores e investigadores. Eso incluyó una subvención de $600,000 concedida a Gregory Cochran, profesor de la Universidad de Utah, quien apoya la teoría de que la homosexualidad puede ser causada por un “germen gay”.
Para Unz, estas acusaciones fueron ridículas, y manifestó que él apoyó a escritores alternativos que invitan a la reflexión, tanto de la izquierda como de derecha, para proporcionar puntos de vista que los lectores no encontrarán en el New York Times, el Wall Street Journal, Los Angeles Times y otras publicaciones convencionales. “Sólo porque lea un artículo escrito por alguien, o publique a un autor en un sitio web o le dé dinero, no significa que apoyo todo lo que dicen”, argumentó Unz.
Unz indicó que no está de acuerdo con Cochran en “un montón de cosas”, incluyendo su afirmación sobre la homosexualidad. Sin embargo, dijo que él le dio a Cochran un subsidio de $600,000 por sus investigaciones pioneras sobre la biología evolutiva. También desechó las acusaciones de antisemitismo, al señalar que él mismo es judío.
Unz, quien se educó las universidades de Harvard, Cambridge y Stanford, es un escritor prolífico y ha publicado una colección de sus artículos en un libro de 665 páginas. Debido a que pasa tanto tiempo escribiendo y en otras tareas, dedica tan sólo unas horas por semana para su sitio web, especialmente subiendo artículos que ya han sido publicados. “Para ser honesto, ni siquiera leo la mayoría de lo que publico, y ciertamente, no los edito”, señaló Unz. “Estoy muy ocupado”.
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Traducción: Diana Cervantes.
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