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En riesgo programas después de escuela en California; piden mayor presupuesto al gobernador Brown

Alrededor de 400,000 estudiantes en todo California reciben ayuda con tareas escolares, clases de arte y actividades deportivas en las instalaciones de 4,000 escuelas después del horario regular; las organizaciones que ejecutan estos programas consideran urgente un incremento de fondos.

De acuerdo a la Alianza para la Defensoría de Programas Extraescolares de California, en la que participan cerca de 30 organizaciones, el 80% de los estudiantes registrados en estos programas son miembros de familias de escasos recursos y que califican a alimentación gratuita.

Nayelly González, de 21 años, se graduó de la secundaria en la escuela Ánimo, en el Sur de Los Ángeles. Mientras su madre, originaria de México, laboraba en limpieza de casas, la joven pasaba cada día de tres a cuatro horas en el programa extraescolar, recibiendo apoyo académico.

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“Cuando ingresé, en el noveno grado, era muy tímida; pero con el apoyo de mi mentor aprendí a hablar con los adultos y desarrollé la habilidad de escribir poesía”, aseguró la estudiante del Colegio Comunitario del Este de L.A., destacando que este programa la impulsó a enfocarse en sus estudios.

Con el paso del tiempo, González se dio cuenta que los compañeros que se iban para sus casas cayeron en pandillas, algunas muchachas se embarazaron a temprana edad. “A mí me ayudó mucho, porque si mi mamá no podía recogerme temprano tenía un lugar seguro donde quedarme”, agregó.

En el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) se estima que hay cerca de 180,000 estudiantes de bajos ingresos, quienes se benefician de estos programas; de ellos, alrededor de 25,000 son atendidos por LA’s Best, una de las entidades líderes en este movimiento.

El asambleísta Jim Cooper, en febrero pasado, sometió el proyecto de ley AB 2663 con el que se busca un incremento del presupuesto; en ese sentido, organizaciones educativas están exigiendo a los legisladores que voten a favor y al gobernador Jerry Brown a que firme la iniciativa.

“La actual situación financiera es una amenaza existencial”, indicó Eric Gurna, presidente de LA’s Best, asegurando que el índice de precios del consumidor ha incrementado un 19% y el salario mínimo aumentó a 10 dólares a escala local, pero los fondos para estos programas no han cambiado.

Desde el 2006, por cada estudiante el Estado otorga $7.50 y para operar con lo básico se considera que es necesario que los fondos aumenten a $8.50; de lo contrario, aseguran que el déficit que asciende a 1,000 millones de dólares provocará recortes y pondrá en riesgo los programas.

“Nadie quiere ese resultado”, agregó Gurna, exhortando a las autoridades se pongan del lado de los estudiantes. “Es absolutamente fundamental que la legislatura del Estado vote para aprobar AB 2663 para que nuestros hijos puedan continuar a la altura de su potencial”.

Una iniciativa de David Ryu, concejal del Distrito 4 de L.A. y presidente del comité de educación, se sometió una resolución para presionar a las autoridades estatales y que respalden el clamor de la comunidad, la cual fue votada el viernes anterior por los 15 miembros del concilio.

Si el presupuesto no aumenta, se estima que 50,000 estudiantes podrían perder el acceso a estos programas, algo que preocupa a los proveedores en L.A., entre los que están Woodcraft Rangers, After-School All-Stars, A World Fit For Kids!, YMCA y Boys & Girls Club, entre otras entidades.

“Si los niños salen del programa estarán sin supervisión y son los que al final sufrirían la falta de fondos, porque muchas veces sus padres tienen dos trabajos y nosotros les ayudamos a desarrollar sus habilidades”, manifestó David Pérez, portavoz de Woodcraft Rangers.

A juicio de Octavio Pescador, investigador y profesor del Instituto Paulo Freire de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la falta de fondos pondrá en riesgo particularmente a la comunidad latina, siendo el grupo étnico que principalmente se favorece de estos servicios.

“Si no hay fondos va a bajar la oferta y la calidad”, señaló el académico, subrayando que los problemas de las escuelas casi siempre están conectados a la falta de recursos, por lo que considera que es un reto que la clase política debe resolver a favor del sector estudiantil.

“De producirse recortes en los programas habrá una consecuencia directa en el índice de rendimiento académico y en los que tienen problemas con la ley, porque muchas veces con solo estar con sus amigos cuando llega la policía se los lleva a todos”, concluyó Pescador.

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