Convierten un proceso burocrático en experiencia artística

LOS ANGELES —  La espera por un documento, como un pasaporte o una matrícula consular, pasó de ser un tiempo muerto a una experiencia artística. Los 40 ó 60 minutos que un usuario se demora en el consulado mexicano en Los Angeles, ahora lo puede utilizar para conectarse con diferentes expresiones audiovisuales.

La entrada principal del consulado se convirtió en una sala de videoarte, donde las personas que acuden a cualquier servicio tienen a la mano una serie de proyecciones elaboradas por artistas como Carmen Argote, Sandra de la Loza, Amanda Gutiérrez, Israel Martínez, Fiamma Montezemolo y Chantal Peñalosa.

Este proyecto ha sido denominado “En la espera, me fui y luego regresé”, en la que se resume el concepto y el mensaje que se desea transmitir a los espectadores, aseveró Daniela Lieja, creadora de la propuesta, como parte de su trabajo de retribución social luego de obtener un postgrado universitario.

“Es una especie de ventana en la que el público pueda reflexionar sobre su presente, es un concepto que cuestiona e incomoda; lo que queremos es que la gente se lleve algo en su pensamiento”, valoró Lieja, graduada de la Universidad del Sur de California de una maestría en Curaduría.

Según la especialista, este espacio servirá para que los artistas mexicanos den a conocer sus obras audiovisuales y para que la comunidad tenga acceso a ellos, ya que considera que los museos y galerías están diseñados para un público selecto; sin embargo, aquí asegura que se tendrán respuestas más enriquecedoras.

“En los espacios públicos la gente tiene una percepción distinta del arte, por eso creo que siempre vas a tener una respuesta inesperada y es una manera de abrir el diálogo con más personas”, destacó la curadora oriunda de la Ciudad de México, quien llegó a L.A. becada por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Los seis videos, en total, tienen una duración de 2 horas, en los que se muestran retratos y narraciones de forma creativa. A juicio de Andrés Webster, cónsul de cooperación educativa, la idea es que al menos un mes se estén proyectando estas producciones, luego se incluirían otros trabajos.

“Tiene un concepto interesante, no es solo buscar videos y pasarlos, tiene toda una historia”, indicó el funcionario consular, detallando que el arte es fundamental para la vida del ser humano para generar sensibilidad y, en particular, este proyecto responde a las necesidades de la comunidad.

“Estamos acercando servicios que la comunidad requiere, para que el consulado no sea nada más una oficina de trámites, sino también puedan tener espacios culturales”, agregó Webster, asegurando que los contenidos son variados, en el que hay temas relacionados a la cultura y migración, elaborados por artistas mexicanos y por hijos de migrantes.